Arranca la renegociación del Nafta con Norteamérica dividida


Washington. - El inicio oficial de la renegociación del Nafta dejó hoy en evidencia la división entre Estados Unidos, por un lado, y México y Canadá, por el otro, en la aproximación a la modernización de un tratado que en casi 24 años multiplicó por cuatro el comercio trilateral, hasta los 1,1 billones de dólares.



El ministro de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo
El ministro de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo
"Tenemos que garantizar que el alto déficit no continúa", dijo el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, al comparecer públicamente en Washington junto al secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, y la ministra de Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland.
Los tres mantuvieron la primera reunión trilateral a primera hora de la mañana en el Hotel Marriot Wardman Park, en el noroeste de la capital estadounidense, donde hasta el domingo se celebra la primera ronda de renegociación del tratado.
La reducción de los 64.000 millones de déficit que tiene con México es el principal objetivo de Estados Unidos en la renegociación del tratado, que tiene lugar bajo la amenaza de Donald Trump de hacerlo saltar por los aires si considera que el resultado no es positivo para su país.
"Canadá no ve los superávits o los déficits como principal baremo para medir si una relación funciona", manifestó Freeland, que fue la primera en hablar, contradiciendo así la visión de la administración de Trump, un presidente que entró en la Casa Blanca agitando la bandera del proteccionismo.
"Nafta ha sido un éxito rotundo para todas las partes", aseguró Guajardo. "Estamos también de acuerdo en que hay espacio para modernizarlo, a fin de hacerlo un acuerdo aún más exitoso".
Uno de los mayores problemas en la renegociación del tratado puede venir por el deseo estadounidense de eliminar el capítulo 19, que establece el mecanismo para resolver controversias sobre subsidios y dumping, con un panel de arbitraje.
Eliminarlo dejaría a México y a Canadá a merced de tribunales estadounidenses, y ninguno lo quiere. La ministra Freeland ya dijo a principios de semana que su país podría abandonar la negociación si Estados Unidos insiste en borrar ese punto.
La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (también llamado TLCAN por sus siglas en español), que eliminó las restricciones al comercio y a la inversión entre los tres socios, tiene lugar casi 24 años después de su nacimiento el 1 de enero de 1994.
Trump lo califica como el peor acuerdo jamás firmado por Estados Unidos. Su enfrentamiento es sobre todo con México, al que responsabiliza de la pérdida de puestos de trabajo y la caída de salarios. Y renegociar el Nafta -bajo la amenaza de hacerlo saltar- es la medida estrella de Trump en materia comercial.
"Muchos estadounidenses se han beneficiado de Nafta", dijo hoy Lighthizer. "Pero para incontables estadounidenses, este acuerdo ha fracasado. No podemos ignorar los altos déficits comerciales, la pérdida de puestos de trabajo manufactureros, los negocios que han cerrado o se han mudado por incentivos -pretendidos o no- del acuerdo actual".
Trump también tiene a Canadá en el punto de mira. En abril le comunicó su intención de imponer un arancel del 20 por ciento a las importaciones de madera.
Canadá y México son el mercado principal de las exportaciones estadounidenses. El 80 por ciento de las mexicanas van a Estados Unidos, a donde se dirigen dos tercios de las canadienses. Los expertos dicen que acabar con Nafta sería desastroso también para la economía de Estados Unidos. Pero la imprevisibilidad de Trump no permite asegurar que no cumplirá su amenaza de hacerlo saltar.
Tras la reunión trilateral de Lighthizer, Guajardo y Freeland, los jefes de los equipos negociadores de cada país -el estadounidense John Melle, el mexicano Kenneth Smith y el canadiense Steve Verheul- iban a fijar hoy las reglas de las conversaciones. Son negociadores experimentados que participaron en el proceso que dio a luz el Nafta original.
Estados Unidos pretendía después poner directamente capítulos redactados sobre la mesa para negociar sobre ese texto. "Vamos a ser muy ambiciosos en la primera ronda", dijo un alto funcionario implicado en las conversaciones. "Tenemos un calendario muy agresivo".
Estados Unidos y México quieren tener terminada la negociación para finales de este año o principios del próximo, ya que ambos celebrarán elecciones en 2018 -México, presidenciales; EEUU, legislativas de medio término- y negociar en campaña electoral no le conviene a ninguno. 
En esta primera ronda se discutirán unos 30 temas, incluyendo el acceso a los mercados, reglas de origen, solución de controversias y entrada temporal de personas de negocios. También se abordarán temas nuevos como comercio electrónico, pequeñas y medianas empresas, así como anticorrupción y transparencia.
Miércoles, 16 de Agosto 2017
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
           


Nuevo comentario:

Noticias | Política | Ideas | Personalidades | Doctrinas | Cultura | Patrimonio cultural | Libros | Diálogo | Investigación | Literatura | Artes | Educación | Comunicación | Ciencia | Entretenimiento | Turismo | Sociedad | Deporte