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Política
Eichmann, durante el juicio.
Refugiado en Argentina bajo falsa identidad, Eichmann fue secuestrado por los servicios secretos israelíes en 1960, y llevado a Jerusalén donde fue juzgado desde el 11 de abril de 1961 ante un tribunal especial. Fue ahorcado en 1962.
En el museo "Topographie des Terrors" (Topografía del terror), en el antiguo cuartel general de la Gestapo (la policía secreta nazi), una serie de carteles y extractos de video recuerdan, en unos 220 m2, la importancia del proceso: por primera vez, la exterminación de seis millones de judíos europeos está en el centro de los debates.
Con Adolf Eichmann, Israel tiene en su poder a la pieza central de la máquina de muerte nacionalsocialista. Presente en la conferencia de Wannsee, en 1942, que marca el inicio de la "solución final", Eichmann estuvo encargado de organizar la deportación por tren de los judíos.
En Jerusalén, cuatro de los 15 cargos se referían a "crímenes contra el pueblo judío", calificación imposible de sostener ante un tribunal internacional.
El primer ministro israelí de entonces, David Ben Gurion, hablaría al respecto de "Nuremberg del pueblo judío", en alusión a los procesos llevados a cabo por los aliados en esta ciudad inmediatamente después de la guerra, pero que no abordaron específicamente el holocausto judío.
En el curso del proceso Eichmann, por primera vez "la opinión pública podía ver directamente el holocausto", explica Ulrich Baumann, uno lo de los comisarios de la exposición, que se celebra hasta el 18 de septiembre.
En un mapa de Europa se muestran los numerosos viajes de Eichmann, lo que prueba que no dudaba en verificar la eficacia de sus métodos en los lugares más representativos de la solución Final: los campos de Majdanek, de Auschwitz, de Treblinka, de Belzec.
También se pueden ver en la exposición extractos de su proceso, que fue íntegramente filmado. "Sin estas películas (...) no sé cómo habríamos hecho la exposición", reconoce Baumann.
La defensa de Eichmann en el juicio demuestra la mediocridad de un individuo que oscilaba entre la vanidad y la voluntad de presentarse como un simple ejecutor.
"Dice todo el tiempo que sólo era una parte del engranaje, pero al final no tenía ganas, ante la Historia, de dejar una imagen de fracasado", explica Baumann.
Condenado a muerte en diciembre de 1961, Adolf Eichmann fue ahorcado el 31 de mayo de 1962, después de que su recurso fuera rechazado el 29 y que el gobierno de Ben Gurion rehusara horas antes conmutar su pena.
De conformidad con sus últimos deseos, Eichmann fue incinerado y sus cenizas fueron dispersadas en el Mediterráneo.
En el museo "Topographie des Terrors" (Topografía del terror), en el antiguo cuartel general de la Gestapo (la policía secreta nazi), una serie de carteles y extractos de video recuerdan, en unos 220 m2, la importancia del proceso: por primera vez, la exterminación de seis millones de judíos europeos está en el centro de los debates.
Con Adolf Eichmann, Israel tiene en su poder a la pieza central de la máquina de muerte nacionalsocialista. Presente en la conferencia de Wannsee, en 1942, que marca el inicio de la "solución final", Eichmann estuvo encargado de organizar la deportación por tren de los judíos.
En Jerusalén, cuatro de los 15 cargos se referían a "crímenes contra el pueblo judío", calificación imposible de sostener ante un tribunal internacional.
El primer ministro israelí de entonces, David Ben Gurion, hablaría al respecto de "Nuremberg del pueblo judío", en alusión a los procesos llevados a cabo por los aliados en esta ciudad inmediatamente después de la guerra, pero que no abordaron específicamente el holocausto judío.
En el curso del proceso Eichmann, por primera vez "la opinión pública podía ver directamente el holocausto", explica Ulrich Baumann, uno lo de los comisarios de la exposición, que se celebra hasta el 18 de septiembre.
En un mapa de Europa se muestran los numerosos viajes de Eichmann, lo que prueba que no dudaba en verificar la eficacia de sus métodos en los lugares más representativos de la solución Final: los campos de Majdanek, de Auschwitz, de Treblinka, de Belzec.
También se pueden ver en la exposición extractos de su proceso, que fue íntegramente filmado. "Sin estas películas (...) no sé cómo habríamos hecho la exposición", reconoce Baumann.
La defensa de Eichmann en el juicio demuestra la mediocridad de un individuo que oscilaba entre la vanidad y la voluntad de presentarse como un simple ejecutor.
"Dice todo el tiempo que sólo era una parte del engranaje, pero al final no tenía ganas, ante la Historia, de dejar una imagen de fracasado", explica Baumann.
Condenado a muerte en diciembre de 1961, Adolf Eichmann fue ahorcado el 31 de mayo de 1962, después de que su recurso fuera rechazado el 29 y que el gobierno de Ben Gurion rehusara horas antes conmutar su pena.
De conformidad con sus últimos deseos, Eichmann fue incinerado y sus cenizas fueron dispersadas en el Mediterráneo.
