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Política
Manifestantes pidiendo la liberación de los detenidos
"Es evidente que han alterado las condiciones del juego", expresó hoy en una entrevista en la televisión catalana TV3 el "número dos" del Ejecutivo catalán, Oriol Junqueras, quien recordó que buena parte de su equipo "está detenido".
El líder independentista abogó no obstante por "trabajar" para que la consulta se celebre "en las mejores condiciones posibles" y a pesar de las "enormes dificultades" puestas por las autoridades españolas.
Sus palabras llegan un día después de que la Guardia Civil detuviera a 14 personas, entre ellas algunos responsables del Gobierno catalán muy próximos a Junqueras, y requisara casi diez millones de papeletas para el referéndum, además de carteles y otros documentos.
El Ejecutivo español de Mariano Rajoy, contrario al proceso independentista catalán, dio hoy por desmantelada la consulta. "Logísticamente, este referéndum ya no se va a celebrar", aseguró hoy el ministro portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, en una entrevista en la emisora de radio Onda Cero.
Los independentistas, sin embargo, insisten en que harán todo lo posible para que los catalanes voten el 1 de octubre.
En pleno choque de trenes, varios miembros del Gobierno de Rajoy pidieron hoy públicamente a las autoridades catalanas que renuncien a la polémica consulta y que no pongan "en el precipicio a los catalanes", en palabras del ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido.
El responsable de Economía, Luis de Guindos, señaló por otra parte en una entrevista en "Financial Times" que la recuperación económica de España otorga más margen para negociar nuevas condiciones económicas con Cataluña. "Una vez se descarten los planes de independencia, podemos hablar", dijo el responsable público al diario británico.
En Bruselas, desde la Comisión Europea declinaron comentar la actuación del Gobierno español. "Respetamos el orden constitucional en España, como es el caso de las constituciones de todos nuestros estados miembro", dijo un portavoz al ser preguntado por periodistas.
Mientras tanto, los independentistas volvieron hoy a las calles en una segunda jornada de protestas.
"La respuesta del Gobierno (español) ha sido indigna. Han sobrepasado las líneas, pero no vamos a dar ni un paso atrás", expresó el líder de la organización independentista Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, en la concentración de hoy. "La gente en las calles es nuestra única fuerza y la garantía de que el 1 de octubre votaremos".
El miércoles, en el centro de Barcelona se congregaron unas 40.000 personas -según la Guardia Urbana- con consignas como "Votarem" (votaremos) y "No pasarán", esta última utilizada por los republicanos que lucharon contra las tropas de Francisco Franco durante la guerra civil española (1936-1939).
Tanto la ANC como Òmnium Cultural, las dos entidades civiles impulsoras de las movilizaciones secesionistas de los últimos años, pidieron a los manifestantes parar la protesta a medianoche y retomarla hoy ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Sin embargo, durante la noche hubo tensión y altercados entre los Mossos d'Esquadra -la Policía de Cataluña- y un grupo de personas concentradas a las puertas de la Consejería de Economía del Gobierno catalán, en cuyo interior la Guardia Civil efectuaba registros. No hubo detenidos pero sí algunos heridos, según informó la prensa.
El líder independentista abogó no obstante por "trabajar" para que la consulta se celebre "en las mejores condiciones posibles" y a pesar de las "enormes dificultades" puestas por las autoridades españolas.
Sus palabras llegan un día después de que la Guardia Civil detuviera a 14 personas, entre ellas algunos responsables del Gobierno catalán muy próximos a Junqueras, y requisara casi diez millones de papeletas para el referéndum, además de carteles y otros documentos.
El Ejecutivo español de Mariano Rajoy, contrario al proceso independentista catalán, dio hoy por desmantelada la consulta. "Logísticamente, este referéndum ya no se va a celebrar", aseguró hoy el ministro portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, en una entrevista en la emisora de radio Onda Cero.
Los independentistas, sin embargo, insisten en que harán todo lo posible para que los catalanes voten el 1 de octubre.
En pleno choque de trenes, varios miembros del Gobierno de Rajoy pidieron hoy públicamente a las autoridades catalanas que renuncien a la polémica consulta y que no pongan "en el precipicio a los catalanes", en palabras del ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido.
El responsable de Economía, Luis de Guindos, señaló por otra parte en una entrevista en "Financial Times" que la recuperación económica de España otorga más margen para negociar nuevas condiciones económicas con Cataluña. "Una vez se descarten los planes de independencia, podemos hablar", dijo el responsable público al diario británico.
En Bruselas, desde la Comisión Europea declinaron comentar la actuación del Gobierno español. "Respetamos el orden constitucional en España, como es el caso de las constituciones de todos nuestros estados miembro", dijo un portavoz al ser preguntado por periodistas.
Mientras tanto, los independentistas volvieron hoy a las calles en una segunda jornada de protestas.
"La respuesta del Gobierno (español) ha sido indigna. Han sobrepasado las líneas, pero no vamos a dar ni un paso atrás", expresó el líder de la organización independentista Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, en la concentración de hoy. "La gente en las calles es nuestra única fuerza y la garantía de que el 1 de octubre votaremos".
El miércoles, en el centro de Barcelona se congregaron unas 40.000 personas -según la Guardia Urbana- con consignas como "Votarem" (votaremos) y "No pasarán", esta última utilizada por los republicanos que lucharon contra las tropas de Francisco Franco durante la guerra civil española (1936-1939).
Tanto la ANC como Òmnium Cultural, las dos entidades civiles impulsoras de las movilizaciones secesionistas de los últimos años, pidieron a los manifestantes parar la protesta a medianoche y retomarla hoy ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Sin embargo, durante la noche hubo tensión y altercados entre los Mossos d'Esquadra -la Policía de Cataluña- y un grupo de personas concentradas a las puertas de la Consejería de Economía del Gobierno catalán, en cuyo interior la Guardia Civil efectuaba registros. No hubo detenidos pero sí algunos heridos, según informó la prensa.
