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Política
Lenin Moreno-a la izquierda-y Rafael Correa.
"En las elecciones triunfó la continuidad de una política pública que fortalezca el proceso, con un plan de gobierno encaminado a lograr mayor desarrollo, bajar las brechas de desigualdad, garantizar educación y salud gratuitas y universales y derecho a la vivienda, entre otros (puntos)", dijo Rivadeneira en el programa de televisión "Ecuador No Para", de la agencia local "Andes".
Sin mencionar a Moreno, a quien los sectores más leales a Correa en el partido acusan de distorsionar el modelo, la dirigente recordó que AP nació como "una ruptura de un escenario marcado por una población cansada, desinteresada y golpeada por las política neoliberales".
"Correa planteó un proyecto integral y de ruptura que recoge las aspiraciones de una población que durante décadas rechazó las políticas neoliberales, anclado además a una dinámica regional importante", agregó.
"En el camino de este gran tren de la revolución fueron quedándose quienes jamás confiaron en el cambio de una estructura real, sino querían reformismos con parches", insistió Rivadeneira, quien sin embargo negó que haya fracturas dentro de AP, "más allá de los mensajes y la línea discursiva que hoy se puedan mantener".
Correa y Moreno, quien fue su vicepresidente durante los primeros seis de sus 10 años de Gobierno, entraron en discrepancia después de la transmisión de mando en mayo, y el ex mandatario es ahora uno de los más férreos críticos del ahora jefe de Estado.
En ese marco, Moreno ha denunciado entre irregularidades, errores y maquillaje de cifras de la anterior administración, entre otros cosas, mientras que Correa lo acusa de ser un demagogo que ignora el tema económico, que se acerca a las fuerzas conservadoras y que usa la lucha contra la corrupción como herramienta política.
Una reunión de dirigentes de AP decidió esta semana que Rivadeneira y un asesor del actual Gobierno, Ricardo Patiño -quien fue ministro del Exterior y de Economía de Correa-, viajen a Bélgica, donde ahora vive el ex mandatario, con el presumible fin de acercar posiciones.
Moreno, no obstante, le quitó cualquier rasgo de mediación a esa visita y la calificó como una iniciativa personal que no cuenta con el aval del Ejecutivo.
Sin mencionar a Moreno, a quien los sectores más leales a Correa en el partido acusan de distorsionar el modelo, la dirigente recordó que AP nació como "una ruptura de un escenario marcado por una población cansada, desinteresada y golpeada por las política neoliberales".
"Correa planteó un proyecto integral y de ruptura que recoge las aspiraciones de una población que durante décadas rechazó las políticas neoliberales, anclado además a una dinámica regional importante", agregó.
"En el camino de este gran tren de la revolución fueron quedándose quienes jamás confiaron en el cambio de una estructura real, sino querían reformismos con parches", insistió Rivadeneira, quien sin embargo negó que haya fracturas dentro de AP, "más allá de los mensajes y la línea discursiva que hoy se puedan mantener".
Correa y Moreno, quien fue su vicepresidente durante los primeros seis de sus 10 años de Gobierno, entraron en discrepancia después de la transmisión de mando en mayo, y el ex mandatario es ahora uno de los más férreos críticos del ahora jefe de Estado.
En ese marco, Moreno ha denunciado entre irregularidades, errores y maquillaje de cifras de la anterior administración, entre otros cosas, mientras que Correa lo acusa de ser un demagogo que ignora el tema económico, que se acerca a las fuerzas conservadoras y que usa la lucha contra la corrupción como herramienta política.
Una reunión de dirigentes de AP decidió esta semana que Rivadeneira y un asesor del actual Gobierno, Ricardo Patiño -quien fue ministro del Exterior y de Economía de Correa-, viajen a Bélgica, donde ahora vive el ex mandatario, con el presumible fin de acercar posiciones.
Moreno, no obstante, le quitó cualquier rasgo de mediación a esa visita y la calificó como una iniciativa personal que no cuenta con el aval del Ejecutivo.
