Inicio
Política
Militares en Rocinha
El Ejército informó en un comunicado que sus tropas no permanecerán en el lugar como hace poco más de dos semanas, cuando 950 soldados de la fuerza establecieron un cerco para controlar las vías de acceso de la favela durante una semana.
El operativo de hoy, coordinado por la Secretaría de Seguridad del estado de Río de Janeiro, contó con la movilización de 550 soldados y volvió a verse un gran despliegue de vehículos blindados en la favela, famosa por estar ubicada en la acomodada zona sur de Río, entre los barrios de clase alta de Gávea y Sao Conrado.
“Es una operación de apoyo técnico, de empleo de detectores de metales, búsqueda de pólvora, para encontrar material que está escondido y que fue detectado por el sector de inteligencia”, declaró a medios televisivos locales el coronel Roberto Itamar, portavoz del Ejército.
Medios de prensa local informaron que en el operativo fue apenas detenida una mujer a la que se le incautó una gran cantidad de drogas y otros dos menores, aunque no se precisaron las circunstancias de las detenciones de ambos.
Asimismo, debido a la operación y violencia en el lugar, nueve escuelas permanecieron hoy cerradas, dejando sin clases a 2.500 alumnos.
La escalada de violencia en Rocinha, la favela más grande de Río, comenzó el mes pasado y desde entonces tiene aterrorizados a los habitantes del lugar, que viven en medio del fuego cruzado entre bandas de narcotraficantes que se disputan el comercio de drogas en el lugar, así como los enfrentamientos de estos con las fuerzas de seguridad.
En la víspera volvieron a registrarse tiroteos en Rocinha, cuya población oficial era de 70.000 habitantes en 2010, aunque otras fuentes hablan de hasta el triple debido a la aglomeración urbana.
Río sufre desde hace tiempo un incremento de la delincuencia en sus calles, vinculado con la crisis económica, el aumento del desempleo y la falta de recursos tras el final de los megaeventos deportivos de los últimos años: el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
El presidente de Brasil, Michel Temer, autorizó en julio el envío de una fuerza nacional de 10.000 efectivos, de los cuales 8.500 son soldados de las Fuerzas Armadas, que permanecerán en la ciudad hasta 2018.
El operativo de hoy, coordinado por la Secretaría de Seguridad del estado de Río de Janeiro, contó con la movilización de 550 soldados y volvió a verse un gran despliegue de vehículos blindados en la favela, famosa por estar ubicada en la acomodada zona sur de Río, entre los barrios de clase alta de Gávea y Sao Conrado.
“Es una operación de apoyo técnico, de empleo de detectores de metales, búsqueda de pólvora, para encontrar material que está escondido y que fue detectado por el sector de inteligencia”, declaró a medios televisivos locales el coronel Roberto Itamar, portavoz del Ejército.
Medios de prensa local informaron que en el operativo fue apenas detenida una mujer a la que se le incautó una gran cantidad de drogas y otros dos menores, aunque no se precisaron las circunstancias de las detenciones de ambos.
Asimismo, debido a la operación y violencia en el lugar, nueve escuelas permanecieron hoy cerradas, dejando sin clases a 2.500 alumnos.
La escalada de violencia en Rocinha, la favela más grande de Río, comenzó el mes pasado y desde entonces tiene aterrorizados a los habitantes del lugar, que viven en medio del fuego cruzado entre bandas de narcotraficantes que se disputan el comercio de drogas en el lugar, así como los enfrentamientos de estos con las fuerzas de seguridad.
En la víspera volvieron a registrarse tiroteos en Rocinha, cuya población oficial era de 70.000 habitantes en 2010, aunque otras fuentes hablan de hasta el triple debido a la aglomeración urbana.
Río sufre desde hace tiempo un incremento de la delincuencia en sus calles, vinculado con la crisis económica, el aumento del desempleo y la falta de recursos tras el final de los megaeventos deportivos de los últimos años: el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
El presidente de Brasil, Michel Temer, autorizó en julio el envío de una fuerza nacional de 10.000 efectivos, de los cuales 8.500 son soldados de las Fuerzas Armadas, que permanecerán en la ciudad hasta 2018.
