El Rey apela al diálogo político


Barcelona, España. - EL rey Felipe VI ha querido enviar a los ciudadanos, en el tradicional discurso de Navidad, un mensaje de “serenidad, de tranquilidad y confianza en la unidad y continuidad de España”, según sus propias palabras, y de esperanza “en la reflexión serena y el contraste de opiniones”, al tiempo que ha puesto énfasis en el marco constitucional que reconoce la diversidad en el autogobierno de nacionalidades y regiones, y que es “el fundamento de nuestra vida en libertad”.



El rey Felipe VI
El rey Felipe VI

El segundo mensaje navideño del rey Felipe –grabado por primera vez en el Palacio Real– llega en unas circunstancias políticas y económicas muy especiales, por lo que sus palabras trascienden más allá del tradicional protocolo y en este sentido deben ser analizadas. El Rey se refiere al crucial momento que vive España, tras las elecciones del pasado 20 de diciembre, que ha desembocado en un escenario de pluralidad política que “aporta sensibilidades, visiones y perspectivas diferentes; y conlleva una forma de ejercer la política basada en el diálogo, la concertación y el compromiso”. Aboga en estas especiales circunstancias por asegurar y consolidar lo conseguido y llama a los responsables políticos “adecuar nuestro progreso (…) a la realidad de la sociedad española de hoy” teniendo muy en cuenta que los ciudadanos exigen “rigor, rectitud e integridad”.

Esta llamada al diálogo para asumir la nueva realidad política la traslada a la necesidad de una decidida acción social que expresa en forma de anhelo. “Todos deseamos un crecimiento económico sostenido… que permita seguir creando empleo –y empleo digno– que fortalezca los servicios públicos españoles… y que permita reducir las desigualdades” surgidas como consecuencia de la crisis económica y financiera. Vale la pena poner el foco en la expresión que utiliza Felipe VI en la necesidad de crear empleo digno, especialmente dirigido a los jóvenes “para que puedan recuperar lo que nunca se debe perder: la tranquilidad y la estabilidad con las que afrontar el futuro y la ilusión por un proyecto de vida hacia el mañana”.

Aunque sin nombrarla específicamente, el Rey se ha referido en diversas ocasiones a la situación que se vive en Catalunya apelando a reconocer por encima de todo lo que nos une y “nos hace ser y sentirnos españoles… las distintas formas de sentirse español”, con el objetivo de fortalecer la cohesión nacional. En este sentido, ha lanzado una advertencia respecto de la ruptura de la ley. “La imposición de unas ideas o de un proyecto de unos sobre la voluntad de los demás españoles sólo nos ha conducido en nuestra historia a la decadencia, el empobrecimiento y al aislamiento. Ese es un error de nuestro pasado que no debemos volver a cometer” ha dicho.

También se ha referido a los delicados momentos que viven Europa y los europeos ante el drama de los refugiados y el horror ante los atentados terroristas, así como en la esperanzadora lucha contra el cambio climático. El Rey ha apelado a seguir trabajando para la consolidación del proyecto europeo y ha recordado en su mensaje a los españoles que “el mundo de hoy exige naciones fuertes, responsables, unidas, solidarias y leales con sus compromisos” para seguir avanzando en ese proyecto común de la Unión Europea, que empezó a fraguarse hace ya más de sesenta años, y que conviene fortalecer.

El mensaje real de Navidad del 2015 es, por tanto, una apelación al diálogo, a la unidad y a reforzar las políticas destinadas a paliar las consecuencias de la crisis y, en especial, las desigualdades y la mejora de oportunidades para los jóvenes.

Sábado, 26 de Diciembre 2015
La Vanguardia, Barcelona, España
           


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