En San Petersburgo, la devolución de una catedral a la Iglesia irrita a los habitantes


San Petersburgo, Rusia. - En San Petersburgo, antigua ciudad imperial, la decisión de ceder a la Iglesia ortodoxa el control de la mayor catedral de Rusia, convertida en museo durante la era soviética, genera protestas entre los habitantes.



La catedral de san Petersلاurgo
La catedral de san Petersلاurgo
"Lo que es escandaloso es que esta decisión se tomara a espaldas de la población", protestó Serguei Anapov, de 50 años, durante una manifestación de más de 600 personas frente a la catedral de San Isaac. "¡Nadie nos preguntó si estábamos de acuerdo".
Desafiando el frío invierno ruso, los manifestantes respondieron a una convocatoria de la oposición local y se reunieron el viernes frente al edificio. El objetivo: impedir que las autoridades dejen que uno de los museos más populares de la ciudad vuelva a estar controlado por la Iglesia.
Más de 100.000 personas firmaron una petición lanzada en la plataforma Change.org.
Construida entre 1818 y 1858, la catedral de San Isaac tenía en la época imperial el estatuto de principal catedral de Rusia.
Bajo la Unión Soviética fue transformada en Museo del Ateísmo y, a partir de 1937, en Museo de Historia del Arte.
Aunque se reanudaron las ceremonias durante importantes fiestas religiosas a partir de 1990, es todavía uno de los principales museos de la segunda ciudad de Rusia.
Recibió más de 3,9 millones de visitantes en 2016, para unos ingresos totales de más de 800 millones de rublos (unos 12,6 millones de euros).
"San Petersburgo vive del turismo. Esta catedral es un museo que hace ganar dinero a la ciudad. ¿Se lo vamos a dar todo a la Iglesia?", se indigna Galina Poverenova, una guía turística.
Si la Iglesia ortodoxa rusa recupera el control de la catedral como anunció el 10 de enero la administración municipal, la entrada que hasta ahora valía 250 rublos será gratuita.
Y es posible, como subrayan los manifestantes, que los ingresos generados por el museo o su tienda dejen de ir a la ciudad de San Petersburgo a pesar de que seguirá siendo propietaria del lugar y deberá asumir las eventuales reparaciones.
"Lanzo una campaña en defensa de la catedral de San Isaac", dijo el viernes ante los manifestantes Maxime Reznik, diputado de la oposición en el parlamento local. "¡La Iglesia ortodoxa no la tocará!".
El 28 de enero está convocada una nueva manifestación.
 

 - El museo 'mantenido' -

 
La Iglesia ortodoxa pide desde 2015 la cesión del control de la catedral, que promete conservar como museo.
"Las actividades del museo serán mantenidas", afirmó Vladimir Leigoda, portavoz del patriarcado.
La Iglesia ortodoxa rusa salió traumatizada de la era soviética, durante la cual numerosos edificios religiosos fueron destruidos o transformados en almacenes, centros deportivos, fábricas o edificios administrativos.
Pero la influencia de la Iglesia aumentó de manera espectacular bajo la presidencia de Vladimir Putin, que aprobó la restitución al clero ortodoxo de bienes confiscados por los comunistas.
Una decisión que aprueban algunos habitantes de San Petersburgo, como Svetlana Kuzmina, de 50 años.
"¡Devolver la iglesia a la Iglesia es normal! La catedral no fue construida para ser un almacén, ni un teatro ni un museo", destaca.
"No entiendo demasiado el objetivo de las manifestaciones", se interroga por su parte Vasili Semionov, mientras se pasea cerca de la catedral. ¿Se cerrará a los visitantes después de que vuelva a la Iglesia ortodoxa? No, entonces ¿dónde está el problema?".
La Iglesia seguirá organizando exposiciones y excursiones al museo, afirmó el Patriarcado.
"Antes era una catedral en un museo, ahora es lo contrario: es un museo en una catedral", resumió Legoida.
Domingo, 15 de Enero 2017
AFP (Agencia France-Presse)
           


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