Escocia afronta la hora de la verdad


EDIMBURGO. - Escocia decidirá el jueves si se independiza y rompe con 300 años en el Reino Unido con ingleses, galeses y norirlandeses, en un referéndum observado atentamente por España, Europa y sus movimientos nacionalistas.



Partidarios del si y del no
Partidarios del si y del no

Unos 4,2 millones de residentes en Escocia están llamados a responder "sí" o "no" a la pregunta "¿cree que Escocia debería ser un Estado independiente?".

Los resultados definitivos se conocerán hacia las 08h00 (07H00 GMT) del viernes y no habrá sondeos a boca de urna, aunque no se descarta que algún medio británico pueda dar una proyección del escrutinio antes de esa hora.

La mayoría de los sondeos de la última semana ponen en cabeza a los unionistas, aunque por un margen menor al de los indecisos, y confirman que el miedo al impacto económico de la secesión vuelve a ser el motor de los electores.

Dos bancos -RBS y Lloyd's- tienen planes para trasladar su sede social a Londres en caso de victoria del "sí", y dos supermercados -ASDA y John Lewis- sostienen que una Escocia independiente vería un incremento de los precios de la canasta básica.

Si el líder nacionalista Alex Salmond quiere "enderezar su campaña, tiene una vez más que garantizar a los escoceses que la independencia no amenaza ni sus empleos ni su calidad de vida", escribió en el diario The Times el presidente del instituto de sondeos YouGov, Peter Kellner.

Mujeres y ancianos parecen ser los más reticentes a la independencia, mientras que los varones de entre 30 y 60 años son los más proclives, con un grupo especialmente volátil, los más jóvenes, que por primera vez podrán votar a partir de los 16 años.

 

- Una decisión histórica -

 

Salmond no se deja vencer por unos sondeos que habían llegado a poner a los suyos 15 puntos por detrás, y cree que Escocia "está en el umbral de hacer historia".

"Los ojos del mundo están puestos en Escocia", dijo en Edimburgo, la capital escocesa, en una conferencia de prensa para medios internacionales.

"Escocia votará 'Sí' el próximo jueves (...) Como país estamos redescubriendo la confianza, como nación estamos encontrando nuestra voz", sostuvo.

En el otro extremo están los unionistas, cuya cara visible es ahora Gordon Brown, el ex primer ministro laborista británico, recuperado para la política en esta campaña.

"Os pido que uséis vuestro voto y vuestra memoria para recordar a vuestros hijos y nietos los sufrimientos que padecimos juntos, los sacrificios que hicimos juntos, y los logros conseguidos con amigos, vecinos y familiares en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte", apeló Brown.

"Decidles cómo luchamos juntos y ganamos juntos dos guerras mundiales", pidió.

La independencia causaría sensación en todo el mundo e impulsaría de inmediato las demandas de dimisión del primer ministro británico, David Cameron.

Además, supondría el pistoletazo de salida para las complejas negociaciones entre los gobiernos británico y escocés para la separación de dos economías y sistemas políticos profundamente interrelacionados después de tres siglos de historia compartida.

El Partido Nacional Escocés (SNP) ha fijado ya la fecha del 24 de marzo de 2016 -309° aniversario de las Actas de Unión entre Inglaterra y Escocia- para completar el proceso y declarar una secesión que reduciría la superficie del Reino Unido en un tercio.

Escocia sería el primer estado independiente creado en Europa desde la sangrienta desintegración de Yugoslavia (1991-1999) pero se asemejaría más a la partición pactada y pacífica, en 1993, de Checoslovaquia en dos países, la República Checa y Eslovaquia.

 

- Tres temas capitales en caso de divorcio -

 

El reparto de bienes en caso de divorcio amenaza con ser difícil. Las cuestiones más espinosas son: la libra esterlina, los submarinos nucleares Trident de la base naval de Faslane, cerca de Glasgow, y el petróleo.

La reina no será un problema: los independentistas la siguen queriendo como jefa de Estado, al estilo de Canadá, y la residencia escocesa por la que siente pasión, Balmoral, es de propiedad privada de la familia real.

El traslado de los submarinos, que los nacionalistas no quieren ni ver, podría costar, según estimaciones de expertos, unos 8.000 millones de libras (10.000 millones de euros,13.000 millones de dólares), casi un tercio del presupuesto anual de defensa.

En cuanto a la libra esterlina, Londres se niega a una unión monetaria con una Escocia independiente -que le permitiría a la última no tener que construir un Banco central y reservas desde la nada-, y Edimburgo amenaza con no pagar su parte de los £1,4 billones (1.800 millones de euros, 2,3 billones de dólares) de deuda si eso ocurre.

 

- Cataluña observa -

 

En Cataluña, independentistas y unionistas seguirán el referéndum como si de uno propio se tratara.

El gobierno regional, en manos de los nacionalistas, reclama a Madrid poder votar sobre la independencia, como Escocia, y cientos de miles de personas salieron el jueves a las calles de Barcelona a reclamarlo.

"Si una nación como Escocia puede votar, ¿por qué no Cataluña?", se preguntó Artur Mas, presidente regional, en una entrevista con la AFP.

Domingo, 14 de Septiembre 2014
AFP (Agencia France-Presse)
           


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