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Manifestantes protestan contra los bombardeos saudís en Saná.
El alto el fuego de cinco días debería entrar en vigor a partir del lunes a las 00H00 de Yemen (21H00 GMT del domingo) para permitir que los civiles reciban una ayuda humanitaria necesaria tras cuatro meses de conflicto.
Riad se reserva, no obstante, el derecho de responder a toda "actividad o movimiento militar" de los rebeldes chiitas hutíes durante la tregua.
Pero el líder de los rebeldes, Abdel Malak al Huthi, rechazó este domingo la tregua, según una declaración publicada por una cuenta de Twitter presuntamente gestionada por su grupo.
Según él, "el agresor saudita" pidió un alto el fuego para "movilizar" más combatientes hacia Adén, la gran ciudad del sur del país, reconquistada por las fuerzas gubernamentales.
En un encuentro celebrado este domingo en Riad con el enviado de la ONU para Yemen, Ismail Uld Ahmed Cheij, el presidente en el exilio, Abd Rabo Mansur Hadi, pidió a los hutíes que "respetaran la tregua", según la agencia estatal Saba.
La conversación abordó "la llegada de ayuda humanitaria en el marco de la tregua", según una fuente de la presidencia yemenita, que recalcó que un alto el fuego permanente en el país "depende de la aplicación de la resolución 2216 del Consejo de Seguridad de la ONU", que prevé la retirada de los rebeldes de las ciudades conquistadas.
Los hutíes, miembros de la minoría zaidita (una rama del chiismo), conquistaron extensas franjas de territorio desde julio de 2014, incluida la capital, Saná, con la ayuda de militares leales al expresidente Ali Abdalá Saleh.
Su avance hacia el sur del país obligó al presidente Hadi a exiliarse a Arabia Saudita, que lanzó una campaña militar el 26 de marzo para frenar a los rebeldes chiitas.
Desde mediados de julio, las fuerzas pro-Hadi han ido reconquistando Adén, permitiendo la llegada de la primera ayuda humanitaria al puerto y al aeropuerto de la ciudad.
Una anterior tregua de cinco días a mediados de mayo no impidió el regreso de los combates, y un alto el fuego auspiciado por la ONU a partir del 10 de julio nunca llegó a entrar en vigor.
Casi 3.700 personas, la mitad de ellas civiles, murieron en Yemen desde el inicio de la campaña de bombardeos en marzo, según Naciones Unidas.
Un barco del Programa Mundial de Alimentos (PMA) atracó el sábado en el puerto de Adén con 3.400 toneladas de provisiones, según uno de sus portavoces, Rim Nada.
Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos también llevaron ayuda humanitaria a Yemen.
Un barco saudita, con 4.000 toneladas de productos alimentarios, arribó este domingo al puerto de Muala en Adén, según un corresponsal de la AFP.
Entretanto, las fuerzas gubernamentales expulsaron a los rebeldes hacia el norte de Adén y avanzaron en la provincia vecina de Lahj, según fuentes militares leales a Hadi.
En Adén, reconquistaron los barrios de Basatin y Jaawala tras violentos combates, que dejaron decenas de muertos entre los rebeldes, indicaron partidarios del presidente.
Siete combatientes pro-Hadi murieron en los enfrentamientos y otros 29 resultaron heridos, informaron fuentes médicas.
Los hutíes bombardearon, por su parte, zonas residenciales alrededor del barrio de Dar Saad, en manos de las fuerzas gubernamentales, dejando varias víctimas civiles, según testigos.
El balance de las bajas civiles ascendió a 17 muertos y 121 heridos el sábado en Adén, según un responsable de los servicios de sanidad de la localidad, Al Jadr Lasuer.
En la provincia de Dhaleh, más al norte, un portavoz de los pro-Hadi, Naser Chuwaibi, afirmó que sus hombres habían matado a cuatro rebeldes y apresado a otros 119 en una emboscada.
Riad se reserva, no obstante, el derecho de responder a toda "actividad o movimiento militar" de los rebeldes chiitas hutíes durante la tregua.
Pero el líder de los rebeldes, Abdel Malak al Huthi, rechazó este domingo la tregua, según una declaración publicada por una cuenta de Twitter presuntamente gestionada por su grupo.
Según él, "el agresor saudita" pidió un alto el fuego para "movilizar" más combatientes hacia Adén, la gran ciudad del sur del país, reconquistada por las fuerzas gubernamentales.
En un encuentro celebrado este domingo en Riad con el enviado de la ONU para Yemen, Ismail Uld Ahmed Cheij, el presidente en el exilio, Abd Rabo Mansur Hadi, pidió a los hutíes que "respetaran la tregua", según la agencia estatal Saba.
La conversación abordó "la llegada de ayuda humanitaria en el marco de la tregua", según una fuente de la presidencia yemenita, que recalcó que un alto el fuego permanente en el país "depende de la aplicación de la resolución 2216 del Consejo de Seguridad de la ONU", que prevé la retirada de los rebeldes de las ciudades conquistadas.
Los hutíes, miembros de la minoría zaidita (una rama del chiismo), conquistaron extensas franjas de territorio desde julio de 2014, incluida la capital, Saná, con la ayuda de militares leales al expresidente Ali Abdalá Saleh.
Su avance hacia el sur del país obligó al presidente Hadi a exiliarse a Arabia Saudita, que lanzó una campaña militar el 26 de marzo para frenar a los rebeldes chiitas.
Desde mediados de julio, las fuerzas pro-Hadi han ido reconquistando Adén, permitiendo la llegada de la primera ayuda humanitaria al puerto y al aeropuerto de la ciudad.
Una anterior tregua de cinco días a mediados de mayo no impidió el regreso de los combates, y un alto el fuego auspiciado por la ONU a partir del 10 de julio nunca llegó a entrar en vigor.
Casi 3.700 personas, la mitad de ellas civiles, murieron en Yemen desde el inicio de la campaña de bombardeos en marzo, según Naciones Unidas.
- Ayuda humanitaria -
Un barco del Programa Mundial de Alimentos (PMA) atracó el sábado en el puerto de Adén con 3.400 toneladas de provisiones, según uno de sus portavoces, Rim Nada.
Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos también llevaron ayuda humanitaria a Yemen.
Un barco saudita, con 4.000 toneladas de productos alimentarios, arribó este domingo al puerto de Muala en Adén, según un corresponsal de la AFP.
Entretanto, las fuerzas gubernamentales expulsaron a los rebeldes hacia el norte de Adén y avanzaron en la provincia vecina de Lahj, según fuentes militares leales a Hadi.
En Adén, reconquistaron los barrios de Basatin y Jaawala tras violentos combates, que dejaron decenas de muertos entre los rebeldes, indicaron partidarios del presidente.
Siete combatientes pro-Hadi murieron en los enfrentamientos y otros 29 resultaron heridos, informaron fuentes médicas.
Los hutíes bombardearon, por su parte, zonas residenciales alrededor del barrio de Dar Saad, en manos de las fuerzas gubernamentales, dejando varias víctimas civiles, según testigos.
El balance de las bajas civiles ascendió a 17 muertos y 121 heridos el sábado en Adén, según un responsable de los servicios de sanidad de la localidad, Al Jadr Lasuer.
En la provincia de Dhaleh, más al norte, un portavoz de los pro-Hadi, Naser Chuwaibi, afirmó que sus hombres habían matado a cuatro rebeldes y apresado a otros 119 en una emboscada.
