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Cracolandia
Más de 900 policías participaron de un megaoperativo del domingo en ese barrio del centro de la ciudad. Según el parte oficial, detuvieron a 38 presuntos vendedores de drogas y aprehendieron diez kilos de crack, 3 fusiles y otras armas.
Tractores derrumbaron las precarias tiendas de los moradores, que según cálculos de los programas sociales en la zona, llegan a ser cerca de 2.000.
Medios de comunicación reportaron este lunes aglomeraciones de usuarios en varios puntos aledaños a la zona así como registros policiales para impedir el acceso de drogas y de materiales para reconstruir las tiendas y las precarias instalaciones.
"Cracolándia acabó", dijo el domingo el alcalde de Sao Paulo, Joao Doria.
Doria asumió el mando de la megalópolis en enero tras ser elegido con un programa de gestor eficaz y es mencionado como posible candidato por parte del PSDB, una formación de centroderecha de la coalición en el poder en Brasil, en las elecciones presidenciales de 2018.
El gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, exmentor de Doria con el que podría disputar la candidatura del PSDB, se mostró más prudente. "Tenemos que entender que esto no se va a resolver en 24 horas. Esto es un problema crónico que involucra acciones policiales, sociales y de salud pública", declaró.
El gobernador informó que mantendrá a la policía en la zona por varias semanas. Quedan incertidumbres sobre cómo serán atendidos los moradores y usuarios, 68% de los cuales están en situación de calle, según un estudio reciente del programa social Recomienzo, de la gobernación.
Según la prensa, vecinos del barrio expresaron su disconformidad con la intempestiva intervención. por considerar que el problema no se resuelve, sino que se traslada.
Dueños de panaderías y comercios denunciaron daños y saqueos. Doce personas fueron internadas.
Las fuertes imágenes del operativo policial fueron motivo de discusión en las redes sociales, así como el cierre de las pensiones del programa social "Brazos abiertos" que atendía a usuarios de drogas y fue inaugurado en la gestión del antecesor de Doria, Fernando Haddad, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).
"La operación de las autoridades municipales y regionales es injustificada, desproporcionada y, como otras operaciones similares en el pasado, destinada al fracaso. La militarización de un problema de salud pública solo deja más vulnerable a la gente que más necesita la atención del Estado", dijo este lunes Rafael Custodio, coordinador del programa de justicia de la ONG Conectas.
No es la primera vez que las autoridades lanzan este tipo de operaciones en Cracolándia. En 2012, cerca de 300 plicías dispersaron a habitantes que en poco tiempo regresaron.
En 2015, el gobierno regional lanzó otra operación que dejó fuertes imágenes de violencia. Los usuarios volvieron al lugar dos días después. En 2016, la policía lanzó otra incursión.
Tractores derrumbaron las precarias tiendas de los moradores, que según cálculos de los programas sociales en la zona, llegan a ser cerca de 2.000.
Medios de comunicación reportaron este lunes aglomeraciones de usuarios en varios puntos aledaños a la zona así como registros policiales para impedir el acceso de drogas y de materiales para reconstruir las tiendas y las precarias instalaciones.
"Cracolándia acabó", dijo el domingo el alcalde de Sao Paulo, Joao Doria.
Doria asumió el mando de la megalópolis en enero tras ser elegido con un programa de gestor eficaz y es mencionado como posible candidato por parte del PSDB, una formación de centroderecha de la coalición en el poder en Brasil, en las elecciones presidenciales de 2018.
El gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, exmentor de Doria con el que podría disputar la candidatura del PSDB, se mostró más prudente. "Tenemos que entender que esto no se va a resolver en 24 horas. Esto es un problema crónico que involucra acciones policiales, sociales y de salud pública", declaró.
El gobernador informó que mantendrá a la policía en la zona por varias semanas. Quedan incertidumbres sobre cómo serán atendidos los moradores y usuarios, 68% de los cuales están en situación de calle, según un estudio reciente del programa social Recomienzo, de la gobernación.
Según la prensa, vecinos del barrio expresaron su disconformidad con la intempestiva intervención. por considerar que el problema no se resuelve, sino que se traslada.
Dueños de panaderías y comercios denunciaron daños y saqueos. Doce personas fueron internadas.
Las fuertes imágenes del operativo policial fueron motivo de discusión en las redes sociales, así como el cierre de las pensiones del programa social "Brazos abiertos" que atendía a usuarios de drogas y fue inaugurado en la gestión del antecesor de Doria, Fernando Haddad, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).
"La operación de las autoridades municipales y regionales es injustificada, desproporcionada y, como otras operaciones similares en el pasado, destinada al fracaso. La militarización de un problema de salud pública solo deja más vulnerable a la gente que más necesita la atención del Estado", dijo este lunes Rafael Custodio, coordinador del programa de justicia de la ONG Conectas.
No es la primera vez que las autoridades lanzan este tipo de operaciones en Cracolándia. En 2012, cerca de 300 plicías dispersaron a habitantes que en poco tiempo regresaron.
En 2015, el gobierno regional lanzó otra operación que dejó fuertes imágenes de violencia. Los usuarios volvieron al lugar dos días después. En 2016, la policía lanzó otra incursión.
