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"No hay duda de que Europa seguirá ayudando a Grecia de todas las maneras posibles, para garantizar condiciones de financiación razonables para el Estado griego y facilitar un regreso completo a los mercados", dijo el portavoz de la Comisión a cargo de asuntos económicos, Simon O'Connor.
El portavoz hizo esta declaración a la prensa en Bruselas, reaccionando a las fuertes caídas de las bolsas europeas este jueves, motivadas en parte por las dudas sobre el futuro inmediato de Grecia.
"Trabajaremos para garantizar una evolución progresiva de la ayuda europea al país, una vez terminado el programa en curso. Apoyaremos a Grecia para tranquilizar a los prestamistas y a los mercados financieros", añadió Simon O'Connor.
Grecia acordó en 2010 y 2011 dos programas de asistencia financiera con la UE y el Fondo Monetario Internacional para financiar su deuda, ya que los mercados le exigían intereses prohibitivos.
La ayuda de la Eurozona termina este año, con un monto restante de 1.800 millones de euros, aunque la del FMI está prevista hasta 2016.
Sin embargo, el gobierno griego quiere salir del segundo plan de rescate en los próximos meses y liberarse de la tutela del Fondo, que junto con la UE impuso desde 2010 un exigente programa de austeridad muy impopular en el país.
Los mercados últimamente andan nerviosos en cuanto al desenlace de la salida del plan de rescate.
"Grecia necesita que la sigamos acompañando", estimó este jueves el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, en París.
A las incertidumbres económicas en Grecia se suma la política. Si el gobierno de coalición (conservadores y socialistas) se queda en minoría en la elección del presidente de la República, el próximo marzo, el primer ministro Antonis Samaras tendrá que disolver la cámara.
En ese caso habría legislativas anticipadas, para las que está muy bien posicionada la izquierda radical Syriza, opuesta de plano a las medidas de austeridad.
