La ONU y Washington, empeñados en defender una tregua rota en Yemen


Adén, Yemen. - La ONU y Estados Unidos actúan como si un alto el fuego siguiera vigente en Yemen pero, en la práctica, los combates y los bombardeos aéreos se han intensificado desde que la tregua comenzara el jueves.



El llamado lanzado por el mediador de la ONU, Ismail Uld Sheij Ahmed, para que la tregua, que expiró el sábado a medianoche, se prolongase 72 horas, parece que cayó en saco roto.
La situación empeoró todavía más el domingo con una serie de bombardeos aéreos contra los rebeldes chiitas hutíes en la capital Saná, y otras regiones del país donde los beligerantes llevaron a cabo cientos de "violaciones" del alto el fuego. 
Las fuerzas leales al expresidente Abd Rabo Mansur Hadi, apoyadas por una coalición árabe liderada por Arabia Saudí, y la alianza de los hutíes y los partidarios del expresidente Saleh se acusan mutuamente de haber violado la tregua, renovable, decretada el jueves pasado a raíz de las presiones internacionales.
Con la tregua, se buscaba dar un respiro a la población civil, devastada por un conflicto que ha dejado desde marzo de 2015 más de 6.900 muertos, 35.000 heridos y tres millones de desplazados, según Naciones Unidas. 
"En la práctica, esta tregua no tuvo lugar pues fue violada por los hutíes y sus aliados", declaró el domingo a la AFP el exministro de Relaciones Exteriores yemení, Abdel Malek al Mejlafi.
El ministro respondía así al llamado del mediador de la ONU, que la víspera solicitó una prórroga de tres días del alto el fuego, que expiró el sábado a medianoche.
Ismail Uld Sheij Ahmed afirmó que la tregua se había "respetado globalmente, a pesar de las violaciones registradas en ambos bandos, en varios lugares". 
"Una reconducción es inútil pues, aunque la aceptemos, la otra parte no ha dado muestras de ningún compromiso de respetar la tregua o cualquier otro acuerdo" para poner fin a la guerra, comentó Mejlafi. 
Los combates entre los hutis y partidarios de Saleh y las fuerzas pro-Hadi nunca cesaron en los últimos días, en los que se produjeron choques en la frontera entre Yemen y Arabia Saudí. El sábado, nueve rebeldes y cuatro combatientes progubernamentales murieron en los enfrentamientos, según fuentes militares leales a Hadi.
 

- 'Parodia de tregua' -

 
"Esta comedia de tregua [...] persigue desviar la opinión pública internacional de la masacre salvaje y criminal perpetrada por Arabia Saudí y Estados Unidos" en Yemen, denunció el presidente interino, Saleh al Sammad, citado el sábado por la noche en el sitio de los hutíes, sabanews.net. 
La coalición árabe dirigida por Riad bombardeó el domingo al amanecer posiciones militares de los hutis y sus aliados, las unidades del ejército fieles al expresidente Ali Abdalá Saleh, según fuentes militares y de los hutis.
La base aérea Al Dailami, situada junto al aeropuerto internacional de Saná, y tres campos militares de la capital fueron atacados por los aviones de la coalición que, según la cadena de televisión de los hutis, Al Masirah, efectuó 16 bombardeos.
La coalición también bombardeó posiciones de los hutis en las provincias de Marib (centro), Al Jawf y Saada (norte) y en Taez (suroeste), según fuentes militares. 
Los hutis afirmaron este domingo que lanzaron un misil contra un campamento militar en el sur de Arabia saudita. 
La defensa civil de Jazane, en esta parte del país, indicó por su parte que dos viviendas fueron afectadas por disparos de obús provenientes de Yemen, pero que no hubo heridos.
Ataques aéreos fueron realizados contra posiciones militares de los hutis y sus aliados, unidades del ejército que siguen fieles al expresidente Ali Abdalá Saleh, según fuentes militares y los rebeldes.
Para el jefe del estado mayor de las fuerzas pro-Hadi, Mohamed Ali Al Maqdashi, los hutis "han provocado deliberadamente el fracaso de la tregua", mostrando, según él, "falta de seriedad". 
Las presiones internacionales, principalmente de Estados Unidos, no consiguieron encarrilar los diálogos de paz, interrumpidos desde principios de agosto tras más de tres meses de negociaciones, auspiciadas por la ONU, en Kuwait.
Desde que la tregua entrara en vigor, Washington actuó como si no existiera otra alternativa.
Poco después de que comenzara el alto el fuego, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, no dudó en interrumpir a su homólogo saudí, Adel Al Jubeir, cuando éste denunció "150 violaciones" de la tregua, a lo que Kerry respondió que el alto el fuego "seguía vigente". 
Domingo, 23 de Octubre 2016
AFP (Agencia France-Presse)
           


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