Los separatistas ucranianos rechazan acuerdo concluido en Ginebra


DONETSK. - Los separatistas prorrusos del este de Ucrania se mantenían inflexibles este viernes, rechazando el acuerdo concluido en Ginebra para intentar desactivar la crisis ucraniana, un nuevo desafío para el gobierno proeuropeo de Kiev del que exigen la renuncia.



Manifestantes prorrusos en Donetsk
Manifestantes prorrusos en Donetsk

El presidente interino ucraniano Olexandre Turchinov y su primer ministro Arseni Iatseniuk tendían en cambio la mano a los rebeldes, prometiendo una importante descentralización y un "estatuto especial" para la lengua rusa.

Paralelamente, un portavoz del Kremlin confirmó el viernes que Rusia tiene tropas desplegadas cerca de la frontera con Ucrania, en declaraciones a la televisión Rossia 1.

"Tenemos tropas en diferentes regiones, y hay tropas cerca de la frontera ucraniana. Algunas tiene base ahí, otras fueron enviadas como refuerzo a causa de la situación en Ucrania", declaró Dmitri Peskov.

Para sorpresa de todos, los jefes de la diplomacia ucraniana, rusa, estadounidense y europea cerraron el jueves un acuerdo en Ginebra para rebajar la tensión en el país, al borde del estallido tras la insurrección del este, que reclama su integración en Rusia o una "federalización" del país.

El acuerdo prevé el desarme de grupos armados ilegales y la evacuación de edificios ocupados, así como una amnistía para aquellos que entreguen las armas, excepto para los que hayan cometido asesinatos.

El texto estipula también que el proceso constitucional anunciado por el gobierno de transición será "transparente" e incluirá a todas las regiones ucranianas y a todas las entidades políticas.

Pero, atrincherados en la sede de la administración regional de Donetsk, ocupada desde el 6 de abril y donde altavoces emiten el himno ruso, los insurgentes rechazaron tajantemente el plan.

Por otra parte, Yulia Timoshenko, candidata a las elecciones presidenciales del 25 de mayo, viajó a Donetsk para reunirse con los rebeldes, pero éstos se negaron a recibirla.

"Si quiere puede venir a las barricadas, pero no se lo aconsejo", dijo Denis Pushilin, uno de los líderes separatistas.

 

- Misteriosos hombres verdes -

 

A pesar del rechazo de los insurgentes, las autoridades de Kiev decidieron respetar su parte del acuerdo.

"El gobierno ucraniano está dispuesto a llevar a cabo una reforma constitucional de envergadura que dará amplios poderes a las regiones (...). Le damos un estatuto especial a la lengua rusa y garantizamos la protección de esa lengua", declaró el primer ministro Arseni Iatseniuk, en un discurso a la nación conjunto con el presidente provisional Olexandre Turchinov.

"Queremos que se instale la concordia en Ucrania (...) El gobierno está dispuesto a modificar el código fiscal y presupuestario para darle recursos financieros a cada territorio ucraniano", añadió el primer ministro.

En el terreno, los misteriosos "hombres de verde" armados, que según Kiev son militares rusos y según Moscú "grupos locales de autodefensa", tenían aún bajo su control la localidad de Slaviansk, que tomaron hace seis días.

Asimismo, separatistas - simples manifestantes o grupos armados - seguían atrincherados en edificios públicos en más de media docena de ciudades del este rusohablante de Ucrania.

El exjefe del Estado Mayor ucraniano Volodymyr Zamana estimó el viernes que Ucrania debería tomar medidas en caso de una intervención rusa.

"Los actos de sabotaje se multiplican, no sólo en el este pero también en el sur", afirmó el general Zamana. "A pesar de los intentos de encontrar una solución diplomática, no se ha llegado a ningún resultado", añadió.

El acuerdo de Ginebra decepcionó también a los partidarios de la unidad de Ucrania.

"Estos acuerdos no hacen referencia a la integridad territorial de Ucrania, ni exigen que Rusia cese la ocupación de Crimea [...] ¿Los occidentales no se dan cuenta que [el presidente ruso, Vladimir] Putin es una amenaza para Europa y el mundo?", dijo en su blog Anatoli Gritsenko, exministro de Defensa y candidato a la elección presidencial del 25 de mayo.

El presidente estadounidense, Barack Obama, se mostró muy prudente sobre los acuerdos y advirtió que Washington y Bruselas podrían adoptar nuevas sanciones contra Moscú en el caso de que el acuerdo no funcionara.

Una amenaza "inaceptable", reaccionó el viernes el portavoz del Kremlin, quien estimó que Rusia no puede ser la única responsable del respeto del acuerdo alcanzado en Ginebra.

Moscú ha adoptado un tono muy duro en la crisis ucraniana, la peor entre el este y el oeste desde el final de la Guerra Fría y que hizo temer la división de este país de 46 millones de habitantes, fronterizo con países miembros de la Unión Europea y de la OTAN.

Horas antes del acuerdo, Putin dijo que esperaba realmente no verse "obligado a recurrir" al envío de fuerzas armadas a Ucrania.

Viernes, 18 de Abril 2014
AFP (Agencia France-Presse)
           


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