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Política
El príncipe Bin Talal-con gafas oscuras-y Rupert Murdoch-a la derecha-.
Pero 20 años después el mundo es diferente, las presentadoras de pelo cardado son más rubias que antes, la decoración de los platós más estilizada y las tesis que se defienden allí son más radicales. Ahora Fox News es, con diferencia, el canal de noticias más visto de Estados Unidos y Rupert Murdoch con su papel de palafrenero de Donald Trump ha definido también su canal de noticias. Consiguió además el notable giro a la verdad: que las "fake news", esas noticias falsas que, según los críticos, son el modelo de negocio de Fox News, se imputen a otros.
Fox News emite en las horas de máxima audiencia noticias absolutamente exentas de cualquier crítica al presidente. Hasta el director de "Newsmax", medio rival dentro del ámbito de la derecha, Chris Ruddy, acusó a Fox de ejercer un periodismo acrítico y una "defensa instintiva" de Trump. "Es alucinante y pierden su reputación como medio de noticias", dijo Ruddy en declaraciones a la revista "Politico".
Puede ser que sea así, pero para el 40 por ciento de los votantes de Donald Trump -según señalaron los institutos demoscópicos- el canal Fox News es su principal fuente de información.
Y todo eso no parece molestar a los espectadores, que en la tarde suelen ser varones con una media de 68 años y del campo. Se dejan polarizar voluntariamente. "Casi que se puede decir que es un lavado de cerebro autoimpuesto", señala Bruce Barletta, que en 2015 publicó un amplio estudio sobre la influencia de Fox News en la sociedad estadounidense.
El partido Republicano deseaba contar con un medio que en todo el país fuese un contrapunto a los medios liberales de la costa Este. "De esa agua han bebido más que suficiente, como un sediento en el desierto", dijo Bartlett. "Fox News transfiere el partido de Lincoln al partido de Trump", señala el columnista estadounidense Richard Cohen.
Y Trump sabe ser agradecido. En el primer año de su presidencia, Fox News fue el que más veces entrevistó a Trump, más que ningún otro canal. CNN, por ejemplo, no lo ha podido entrevistar. CNN le ha acusado de muchas cosas, varias de ellas falsas, como de ser un agente ruso.
A través de las empresas de su imperio mediático 21st Century Fox, Rupert Murdoch influye también desde hace años en la política de todo el mundo. Para los primeros ministros británicos parece ser ya una tradición realizar una "visita" a Murdoch al llegar al poder. David Cameron, premier por la gracia de Murdoch, Tony Blair como padrino de su hija, por sólo nombrar a dos. El poder mediático del empresario de 86 años, fuertemente cuestionado, es también legendario en Reino Unido. En Australia, donde Murdoch nació y donde se sitúan las raíces de su imperio, la situación es similar.
¿Es una casualidad que en el país donde ganó el "Brexit" y en el país donde fue elegido en las urnas Donald Trump, los dos acontecimientos políticos más cuestionados de los últimos años en Occidente, tengan una gran influencia en la opinión pública los medios de Murdoch? ¿Hay alguna estrategia detrás de todo ello? En Reino Unido, los periódicos de Murdoch, como el diario "The Sun", llevan años azuzando la animadversión contra Bruselas con informaciones falsas.
En Estados Unidos, un diario durante años considerado neutral como "The Wall Street Journal" ya ha comenzado a lanzar andanadas en defensa de Donald Trump, como hizo recientemente con el llamamiento a sustituir al fiscal especial Robert Mueller. ¿Y por qué envió el diario de Murdoch "The Times" a un defensor del "Brexit" y ministro de Medio Ambiente Michael Gove como periodista a Nueva York para entrevistar a Trump? ¿Y por qué durante la entrevista estuvo nada menos que Rupert Murdoch en persona, según supo después el "Financial Times"? La respuesta oficial no la da nadie. Pero resulta difícil no intuir un entramado tras todo ello.
Murdoch y Trump al parecer mantienen contacto telefónico regularmente. En una ocasión, Trump tuiteó sobre el contenido de un programa de televisión incluso antes de que se emitiera. En las conversaciones que mantienen, según los críticos, no se habla sólo de noticias sino también del futuro del canal CNN. Al parecer, Murdoch ha mostrado interés en adquirir el canal crítico con Trump, a pesar de todos los impedimentos por la competencia mercantil. CNN podría quedar libre si cuaja el gran matrimonio entre AT&T y el propietario del canal Time Warner.
La alianza de intereses entre CNN, los periódicos New York TImes y Washington Post, las televisiones CBS y NBC y la mayoría de medios europeos con los políticos que han gobernado Estados Unidos antes de Trump, como Reagan, Bill Clinton, George W. Bush, Barak Obama y Hillary Clinton ha tenido mucha influencia durante años, haciendo posible la dominación y las guerras estadounidenses.
Sin embargo, el propio Murdoch se convirtió en candidato a ser adquirido. Se desconoce hasta qué punto puede tener que ver el hecho de que el multimillonario príncipe saudí Al Walid bin Talal, ahora detenido, se haya deshecho de su paquete accionarial, el segundo en importancia después del de Murdoch.
En los últimos días trascendió que los hijos de Murdoch, Lachlan y James, que dirigen 21st Century Fox, llevaron a cabo conversaciones con Disney y que al parecer fracasaron. "Somos lo suficientemente grandes para seguir con nuestra estrategia agresiva de crecimiento y suministrar réditos significativamente mejores a nuestros accionistas", dijo Lachlan Murdoch durante la asamblea general de accionistas.
En la cita, los Murdoch evitaron entrar en las arenas movedizas de la política y los accionistas lo agradecieron. Murdoch no tiene que modificar su paquete de acciones, pues su participación le da más votos en el consejo. Murdoch podrá seguir adelante como hasta ahora. La influencia política del "zar" mediático es mayor que nunca antes.
Fox News emite en las horas de máxima audiencia noticias absolutamente exentas de cualquier crítica al presidente. Hasta el director de "Newsmax", medio rival dentro del ámbito de la derecha, Chris Ruddy, acusó a Fox de ejercer un periodismo acrítico y una "defensa instintiva" de Trump. "Es alucinante y pierden su reputación como medio de noticias", dijo Ruddy en declaraciones a la revista "Politico".
Puede ser que sea así, pero para el 40 por ciento de los votantes de Donald Trump -según señalaron los institutos demoscópicos- el canal Fox News es su principal fuente de información.
Y todo eso no parece molestar a los espectadores, que en la tarde suelen ser varones con una media de 68 años y del campo. Se dejan polarizar voluntariamente. "Casi que se puede decir que es un lavado de cerebro autoimpuesto", señala Bruce Barletta, que en 2015 publicó un amplio estudio sobre la influencia de Fox News en la sociedad estadounidense.
El partido Republicano deseaba contar con un medio que en todo el país fuese un contrapunto a los medios liberales de la costa Este. "De esa agua han bebido más que suficiente, como un sediento en el desierto", dijo Bartlett. "Fox News transfiere el partido de Lincoln al partido de Trump", señala el columnista estadounidense Richard Cohen.
Y Trump sabe ser agradecido. En el primer año de su presidencia, Fox News fue el que más veces entrevistó a Trump, más que ningún otro canal. CNN, por ejemplo, no lo ha podido entrevistar. CNN le ha acusado de muchas cosas, varias de ellas falsas, como de ser un agente ruso.
A través de las empresas de su imperio mediático 21st Century Fox, Rupert Murdoch influye también desde hace años en la política de todo el mundo. Para los primeros ministros británicos parece ser ya una tradición realizar una "visita" a Murdoch al llegar al poder. David Cameron, premier por la gracia de Murdoch, Tony Blair como padrino de su hija, por sólo nombrar a dos. El poder mediático del empresario de 86 años, fuertemente cuestionado, es también legendario en Reino Unido. En Australia, donde Murdoch nació y donde se sitúan las raíces de su imperio, la situación es similar.
¿Es una casualidad que en el país donde ganó el "Brexit" y en el país donde fue elegido en las urnas Donald Trump, los dos acontecimientos políticos más cuestionados de los últimos años en Occidente, tengan una gran influencia en la opinión pública los medios de Murdoch? ¿Hay alguna estrategia detrás de todo ello? En Reino Unido, los periódicos de Murdoch, como el diario "The Sun", llevan años azuzando la animadversión contra Bruselas con informaciones falsas.
En Estados Unidos, un diario durante años considerado neutral como "The Wall Street Journal" ya ha comenzado a lanzar andanadas en defensa de Donald Trump, como hizo recientemente con el llamamiento a sustituir al fiscal especial Robert Mueller. ¿Y por qué envió el diario de Murdoch "The Times" a un defensor del "Brexit" y ministro de Medio Ambiente Michael Gove como periodista a Nueva York para entrevistar a Trump? ¿Y por qué durante la entrevista estuvo nada menos que Rupert Murdoch en persona, según supo después el "Financial Times"? La respuesta oficial no la da nadie. Pero resulta difícil no intuir un entramado tras todo ello.
Murdoch y Trump al parecer mantienen contacto telefónico regularmente. En una ocasión, Trump tuiteó sobre el contenido de un programa de televisión incluso antes de que se emitiera. En las conversaciones que mantienen, según los críticos, no se habla sólo de noticias sino también del futuro del canal CNN. Al parecer, Murdoch ha mostrado interés en adquirir el canal crítico con Trump, a pesar de todos los impedimentos por la competencia mercantil. CNN podría quedar libre si cuaja el gran matrimonio entre AT&T y el propietario del canal Time Warner.
La alianza de intereses entre CNN, los periódicos New York TImes y Washington Post, las televisiones CBS y NBC y la mayoría de medios europeos con los políticos que han gobernado Estados Unidos antes de Trump, como Reagan, Bill Clinton, George W. Bush, Barak Obama y Hillary Clinton ha tenido mucha influencia durante años, haciendo posible la dominación y las guerras estadounidenses.
Sin embargo, el propio Murdoch se convirtió en candidato a ser adquirido. Se desconoce hasta qué punto puede tener que ver el hecho de que el multimillonario príncipe saudí Al Walid bin Talal, ahora detenido, se haya deshecho de su paquete accionarial, el segundo en importancia después del de Murdoch.
En los últimos días trascendió que los hijos de Murdoch, Lachlan y James, que dirigen 21st Century Fox, llevaron a cabo conversaciones con Disney y que al parecer fracasaron. "Somos lo suficientemente grandes para seguir con nuestra estrategia agresiva de crecimiento y suministrar réditos significativamente mejores a nuestros accionistas", dijo Lachlan Murdoch durante la asamblea general de accionistas.
En la cita, los Murdoch evitaron entrar en las arenas movedizas de la política y los accionistas lo agradecieron. Murdoch no tiene que modificar su paquete de acciones, pues su participación le da más votos en el consejo. Murdoch podrá seguir adelante como hasta ahora. La influencia política del "zar" mediático es mayor que nunca antes.
