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Es complicado hacer una valoración conluyente de la situación, "pero parece un ejemplo claro de una limpieza étnica", apuntó Al Hussein al comenzar la reunión del Consejo de Derechos Humanos.
"Pido al Gobierno que termine con su cruel operación militar actual", y que deje de discriminar a los rohingya, añadió.
Desde finales de agosto abandonaron Myanmar al menos 313.000 rohingya hacia la vecina Bangladesh, según la última cifra de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Se trata de un tercio de esta minoría musulmana, que sufre represión en Myanmar, de mayoría budista. Los rohingya no están reconocidos como ciudadanos del país aunque lleven viviendo desde hace varias generaciones en algunas regiones.
El desencadenante de la crisis actual fueron los ataques que perpetraron unos extremistas rohingya contra las fuerzas de seguridad birmanas. La milicia rohingya Ejército de Salvación Arakan Rohingya (ARSA) declaró el domingo un alto el fuego de un mes contra las tropas birmanas, pero fue rechazado por el Gobierno alegando que no negocia con "terroristas".
Las autoridades de Myanmar permitirán ahora que vuelvan los refugiados que puedan demostrar su nacionalidad birmana, dijo Al Hussein desde Ginebra. Sin embargo, para el alto comisionado ""esto parece ser un cínico truco que obligará a trasladarse a un gran número de personas que no tendrán la oportunidad de volver".
Además hay imágenes de satélite que muestran como se redujeron a cenizas pueblos de rohingya y cómo se disparó contra los civiles que huían, denunció Al Hussein.
Según las cifras de de la OIM, en los últimos días han llegado a Bangladesh 20.000 refugiados diariamente . La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos recibió informes que indican que las fuerzas de seguridad birmanas han minado la región fronteriza para intimidar a los que intenten volver.
Según la OIM, en los próximos tres meses se necesitarán 26 millones de dólares para abastecer a los refugiados. En total, las organizaciones internacionales han solicitado 77 millones de dólares (64 millones de euros) en donaciones para ayudar a los rohingya y a Bangladesh.
La mayoría de los refugiados llegaron tras varios días andando, agotados y hambrientos, informó el gobierno de Bangladesh. Los campos de acogida están llenos, por lo que los roginhya han construido refugios en las calles, las montañas y en el bosque con bambú y placas de plástico.
