Propuesta de regulación agita debate sobre monopolios mediáticos en Brasil


Brasilia, Brasil. - "¡Censura a la vista!", alerta la prensa, "deuda histórica", replica la izquierda en el poder: la pretensión del gobierno de Dilma Rousseff de acabar con los monopolios mediáticos en su segundo mandato agitó las aguas en Brasil antes de lo esperado.



Vieja aspiración del Partido de los Trabajadores (PT), la regulación de la propiedad de medios a través de un proyecto que deberá ser enviado al Congreso, fue invocada en una cuenta de Rousseff en Facebook el domingo.

"La regulación económica de los medios no tiene nada que ver con el control de contenido o censura. En realidad, va a evitar monopolios y oligopolios", se lee en el sitio administrado por el PT, donde también aparecen declaraciones de Rousseff contra la "concentración del poder económico".

Y agrega el mensaje: esta regulación va a "garantizar la pluralidad de opiniones y manifestaciones culturales, todo ya previsto en nuestra Constitución". 

La respuesta fue casi inmediata.

Acérrima opositora del gobierno, la revista Veja dijo en su página web: "Dilma defiende regulación económica de los medios, nuevo apodo para censura. Ella vuelve a hablar de monopolios y de oligopolios en un país con millares de emisoras de radio y TV. El plan es debilitar a la prensa libre".

El gobierno declinó comentar el tema.

 

- Ruido de la prensa -

 

Exguerrillera torturada por el régimen militar (1964-1985), Rousseff sepultó cualquier discusión sobre los medios durante su primer mandato: "prefiero el ruido de la prensa libre al silencio de las dictaduras".

Pero tras su reelección en octubre, Rousseff anticipó al canal SBT que promovería una amplia discusión con miras a presentar una iniciativa contra la concentración del poder mediático. Según el PT, el proyecto de ley deberá empezar a ser discutido recién el segundo semestre. 

Enfatizando en que no se metería con la libertad de expresión, Rousseff defendió entonces que "cualquier sector económico -porque los medios no son solo un sector o cultural o periodístico también son un sector económico- debe tener regulaciones económicas".

Ahora, la propuesta saltó antes de lo previsto en medio de una coyuntura incómoda para el gobierno: el millonario escándalo de corrupción en la estatal Petrobras que a diario alimenta la prensa con filtraciones de la investigación en curso.

"La bandera del PT era originalmente regular, interferir en el contenido de los medios (...) Pero lo que ahora ganó un nuevo impulso es la regulación económica de los medios, que sí puede interferir en la libertad de expresión", dijo a la AFP Daniel Slaviero, presidente de la Asociación Brasilera de Emisoras de Radio y Televisión.

Según Slaviero, al debilitar económicamente a los medios se "quita la posibilidad de que generen contenidos periodísticos de forma independiente".

 

- ¿Falta legislación?  - 

 

Gobiernos de izquierda como los de Argentina, Ecuador y Venezuela han sacado adelante legislaciones de medios que son muy cuestionados por gremios periodísticos aduciendo trabas al oficio.

Si bien aún no está claro el alcance de la iniciativa en Brasil, el PT y otros sectores que denuncian la concentración mediática esgrimen datos. 

Un informe elaborado por una comisión legislativa en 2013 reveló que la televisión captó en 2012 el 65% de los ingresos publicitarios, mientras los diarios el 12%, las revistas el 6%, internet el 5% y la radio el 4%.

Sólo el canal Globo - de enorme influencia en la población con sus novelas y programas de variedades - se quedó con el 70% de la facturación en el sector televisivo, y el restante 30% se distribuyó mayoritariamente entre Record, SBT y Band. 

"Hablar de monopolios u oligopolios cuando usted tiene 9.589 radios, de las cuales 4.619 son comerciales (48%), 4.504 comunitarias y 466 educativas, es un contrasentido", replicó Slaviero, agregando que ese número garantiza diversidad de opiniones. 

Sin embargo Juliano Carvalho, investigador de medios de la universidad del estado de Sao Paulo UNESP, sostiene que en Brasil existe una concentración mediática pese a que la Constitución lo prohíbe, y como consecuencia de vacíos legales.

"No se puede confundir regularización económica con libertad de expresión, y no existe una democracia sólida que no haya lidiado con estos temas, desde Estados Unidos hasta Francia, por lo que Brasil está relativamente atrasado", comentó a la AFP.

Por su parte, Beatriz Barbosa, de la ONG Intervozes, consideró que los grandes medios aprovechan el "recelo generalizado que dejó décadas de dictadura para fomentar la confusión de que regular (la propiedad) equivale a censurar".

Martes, 20 de Enero 2015
AFP (Agencia France-Presse)
           


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