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El lugar de la explosión
Además, se espera que el número de víctimas aumente puesto que se siguen rescatando cuerpos de entre los escombros y hay decenas de desaparecidos, dijo la ministra de Asuntos Humanitarios y de Control de Catástrofes, maryan Qasim.
Al menos 111 de los fallecidos ya fueron enterrados por orden del Gobierno porque no podían ser identificados.
Un atacante suicida se voló por los aires con un camión en uno de los cruces más transitados de Mogadiscio, capital del país. En la zona hay hoteles, tiendas, restaurantes y oficinas gubernamentales.
Se cree que el objetivo podría ser el Hotel Safari, que se encuentra en las inmediaciones, porque allí se suelen alojar somalíes que acaban de llegar del extranjero, trabajadores gubernamentales y periodistas.
La Unión Nacional de Periodistas Somalíes (NUSOJ) confirmó hoy que uno de sus miembros, un reportero freelance, murió en el ataque y al menos otros cinco periodistas resultaron heridos.
"Estamos conmocionados por la magnitud y la brutalidad sin precedentes de este espantoso ataque con bomba", dijo el secretario general de la NUSOJ, Omar Faruk Osman.
La fuerte explosión dañó varios edificios e hizo que algunos se hundieran. Los equipos de rescate pudieron sacar de entre los escombros a algunas personas vivas y varios cadáveres.
Hoy continuaron los trabajos de limpieza de las calles, donde se amontonan decenas de coches y autobuses calcinados.
En un primer momento, nadie reivindicó el atentado, pero el Gobierno responsabilizó a la milicia terrorista As Shabab. Estos fundamentalistas perpetran continuamente atentados contra civiles y miembros de las fuerzas de seguridad.
La milicia controla parte de Somalia y quiere erigir en el país en el Cuerno de África un Estado islámico en el que se aplique estrictamente la sharía, la ley islámica. Una misión de 22.000 hombres de la Unión Africana (UA) apoya a las fuerzas somalíes en la lucha contra As Shabab.
El presidente, Mohamed Abdullahi Mohamed, se refirió en la radio estatal al ataque como una tragedia nacional. Y la comunidad internacional también mostró su solidaridad: hoy llegó a Mogadiscio un avión militar turco con ayuda médica, según tuiteó el portavoz del presidente Recep Tayyip Erdogan, Ibrahim Kalin.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que el ataque la había conmocionado profundamente y su portavoz, Steffen Seibert, equiparó el atentado a un "asesinato en masa".
"Solidaridad con Somalia", tuiteó el presidente francés, Emmanuel Macron, quien exigió más apoyo a la UA en la lucha contra los grupos terroristas islamistas. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, también lamentó el ataque.
Al menos 111 de los fallecidos ya fueron enterrados por orden del Gobierno porque no podían ser identificados.
Un atacante suicida se voló por los aires con un camión en uno de los cruces más transitados de Mogadiscio, capital del país. En la zona hay hoteles, tiendas, restaurantes y oficinas gubernamentales.
Se cree que el objetivo podría ser el Hotel Safari, que se encuentra en las inmediaciones, porque allí se suelen alojar somalíes que acaban de llegar del extranjero, trabajadores gubernamentales y periodistas.
La Unión Nacional de Periodistas Somalíes (NUSOJ) confirmó hoy que uno de sus miembros, un reportero freelance, murió en el ataque y al menos otros cinco periodistas resultaron heridos.
"Estamos conmocionados por la magnitud y la brutalidad sin precedentes de este espantoso ataque con bomba", dijo el secretario general de la NUSOJ, Omar Faruk Osman.
La fuerte explosión dañó varios edificios e hizo que algunos se hundieran. Los equipos de rescate pudieron sacar de entre los escombros a algunas personas vivas y varios cadáveres.
Hoy continuaron los trabajos de limpieza de las calles, donde se amontonan decenas de coches y autobuses calcinados.
En un primer momento, nadie reivindicó el atentado, pero el Gobierno responsabilizó a la milicia terrorista As Shabab. Estos fundamentalistas perpetran continuamente atentados contra civiles y miembros de las fuerzas de seguridad.
La milicia controla parte de Somalia y quiere erigir en el país en el Cuerno de África un Estado islámico en el que se aplique estrictamente la sharía, la ley islámica. Una misión de 22.000 hombres de la Unión Africana (UA) apoya a las fuerzas somalíes en la lucha contra As Shabab.
El presidente, Mohamed Abdullahi Mohamed, se refirió en la radio estatal al ataque como una tragedia nacional. Y la comunidad internacional también mostró su solidaridad: hoy llegó a Mogadiscio un avión militar turco con ayuda médica, según tuiteó el portavoz del presidente Recep Tayyip Erdogan, Ibrahim Kalin.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que el ataque la había conmocionado profundamente y su portavoz, Steffen Seibert, equiparó el atentado a un "asesinato en masa".
"Solidaridad con Somalia", tuiteó el presidente francés, Emmanuel Macron, quien exigió más apoyo a la UA en la lucha contra los grupos terroristas islamistas. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, también lamentó el ataque.
