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"Los recientes ataques terroristas tanto en París como en Túnez, e incluso ayer en Egipto y la embajada marroquí en Libia demuestran que se impone reforzar nuestra cooperación en la lucha contra el terrorismo", declaró Federica Mogherini, en Barcelona.
La diplomática italiana se expresó de esta manera en la apertura de una reunión informal de ministros y altos representantes de la Unión Europea y de ocho países mediterráneos del sur de Europa (Argelia, Marruecos, Túnez, Líbano, Israel, Jordania, Egipto y la Autoridad Palestina).
"Todos los países de la región están confrontados a una situación de seguridad frágil que se ha degradado debido a varios conflictos armados, especialmente en Siria y en Libia". "Asistimos a un aumento del radicalismo entre nuestros jóvenes que son cada vez más numerosos en seguir la llamada del yihadismo en el norte y en el sur del Mediterráneo", añadió.
"El mejor método para combatirlo es la cooperación internacional. (...) Solo actuando juntos podemos hacer frente a la maldad", añadió.
"La mejor manera de trabajar juntos por la seguridad de nuestra región es reforzar la cooperación en todos los ámbitos: seguridad, por supuesto, pero también en economía, cultura, política", insistió.
En el mismo sentido, el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, subrayó que el "terrorismo yihadista es una amenaza directa para la seguridad de nuestros países" y "nos golpea a todos independientemente de nuestra situación geográfica o de nuestra religión".
"Que nadie se deje engañar por la falacia de que es una guerra del Islam" contra Occidente, añadió.
Este encuentro, celebrado en la sede de la Unión del Mediterráneo de Barcelona, es el más relevante a este nivel desde 2008, cuando se lanzó esta organización que agrupa a 43 países.
La reunión será presidida por Mogherini y el comisario de Política Europea de Vecindad y Ampliación, Johannes Hahn, y cuenta con la presencia de los ministros de Exteriores de al menos 22 de los 28 países de la Unión Europea.
En cambio, la Siria de Bachar al-Assad, sobre la que pesan sanciones europeas, y Libia, en plena guerra civil, no están presentes.
