AFP (Agencia France-Presse)
Hefei, China. - La abogada china Gu Kailai, esposa del exdirigente caído en desgracia Bo Xilai, admitió ante la corte haber asesinado al empresario británico Neil Heywood, y atribuyó su gesto a una enajenación pasajera, afirmó la agencia oficial de prensa Xinhua.
De acuerdo con la fuente, Gu dijo en el juicio en su contra que envenenó a Heywood porque se sentía aterrorizada ante la certeza de que su hijo, Bo Guagua, corría riesgos ante las presiones del empresario británico.
Por ello, añadió la agencia la noche del viernes, Gu dijo que "aceptará y enfrentará serenamente cualquier sentencia".
El juicio contra Gu constituye el punto crítico en un espectacular escándalo que estalló en marzo de este año con la remoción y posterior detención de su marido, Bo Xailai, entonces una estrella en ascenso en el Partido Comunista de China, del que era líder en la enorme ciudad de Chongqing, donde ocurrió el crimen.
Según Xinhua, Gu dijo en el proceso que "durante aquellos días en noviembre pasado, sufrí una enajenación después de saber que mi hijo estaba en peligro".
Heywood, añadió, había exigido de su hijo Bo Guagua 13 millones de libras esterlinas (unos 16 millones de euros), y le envió un correo electrónico donde le alertó: "te destruiré".
Al tener conocimiento de ello, dijo Gu, sintió que "debía luchar hasta mi muerte para contener la locura de Neil Heywood".
Por ello, apuntó Xinhua, Gu narró que invitó a Heywood para una reunión en un cuarto de un hotel en Chongqing. Después de que el empresario estuviera alcoholizado, le hizo ingerir veneno y luego desparramó píldoras por el piso, para simular un caso de sobredosis.
El caso salió a la luz varios meses más tarde, cuando Wang Lijun, jefe de policía de Chongqing y considerado la mano derecha de Bo Xilai, pidió refugio en un consulado de Estados Unidos y reveló lo ocurrido.
Según Xinhua, Gu dijo ante el tribunal que "el caso produjo enormes pérdidas al Partido y al país, por los que debo ser responsable, y con los que nunca estaré cómoda".
Un ayudante de Gu, Zhang Xiaojun, admitió ante la corte haber ayudado en el asesinato. Cuatro jefes policiales están siendo juzgados por tentativa de encubrir lo ocurrido.
La agencia china reveló que un panel analizó el estado mental de Gu, ya que la abogada había seguido tratamiento contra la depresión en los últimos años, e incluso tomaba medicación especial para ello.