Acuerdo en Durban para crear banco de fomento de los BRICS
AFP (Agencia France-Presse)
DURBAN, Sudáfrica. - Los dirigentes del grupo BRICS de potencias emergentes, reunidos en Durban, Sudáfrica, acordaron este martes crear un banco de desarrollo o fomento para financiar infraestructuras, que les permitirá esquivar al Banco Mundial.
"Está hecho", declaró Pravin Gordhan, al ser preguntado por la AFP si los cinco países del grupo -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- habían logrado ponerse de acuerdo para crear este banco en las reuniones ministeriales que preceden su quinta cumbre anual, que se inicia oficialmente en la noche de este martes.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los cinco anunciarán los detalles el miércoles, dijo el ministro sudafricano.
No obstante, un diplomático indio precisó que se trata de un acuerdo de principio, ya que quedan flecos pendientes sobre cuestiones técnicas.
El nuevo banco, que Sudáfrica espera albergar, debería dotarse con un capital inicial de 50.000 millones de dólares, unos 10.000 millones por país y que servirán sobre todo, para financiar infraestructuras, en particular en Africa.
De hecho, el lema que ha dado el país anfitrión a esta cumbre es "Los BRICS y África: una cooperación para el desarrollo, la integración y la industrialización".
Detrás del discurso político unificador, que consiste en decir que los BRICS deben constituir una fuerza económica y política y zafarse de las potencias occidentales, se esconden los temores africanos.
En particular por la implantación de China, segunda economía mundial, denunciada a menudo por imponer condiciones de comercio con efectos equiparables a las de los viejos poderes coloniales.
"Si tomamos el camino de un acuerdo de libre comercio, nos sometemos a un flujo de importaciones baratas de China, que no será beneficioso para la industrialización de Sudáfrica", explicó Nomaxabiso Majokweni, responsable de BUSA, la poderosa organización patronal sudafricana, citado por la prensa este martes.
Precisamente, para el presidente sudafricano, Jacob Zuma, la jornada comenzó con la recepción en Pretoria de su homólogo chino, Xi Jinping, en el marco de una visita de Estado, antes de que los dos hombres acudan a Durban, en la costa del océano Índico, donde Zuma se reunirá con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y a continuación con el ruso Vladimir Putin.
"Nosotros consideramos a los otros como una prioridad (...) y como una oportunidad para nuestro propio desarrollo", dijo Xi.
El presidente chino espera que la cumbre de Durban se traduzca en "resultados positivos (lo que) ayudaría a intensificar la cooperación entre los países BRICS y los países africanos".
Contrapeso para occidente
Los BRICS, que reúnen al 43% de la población mundial y producen un 25% del Producto Interior Bruto (PIB) del planeta, quieren dotarse de instituciones y mecanismos comunes que les permitan soslayar un sistema mundial dominado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial -creados tras la Segunda Guerra Mundial- a través de los criterios de las agencias de calificación financiera.
Además del banco de fomento, los BRICS pretenden crear un fondo común con una parte de sus fabulosas reservas de divisas -unos 4,4 billones de dólares, según Pretoria (de ellos más de dos tercios en manos de Pekín)- para ayudarse en caso de crisis coyuntural y falta de liquidez.
Este bote común, que les permitiría evitar recurrir al FMI, podría contar con un centenar de miles de millones de dólares, según el gobernador del banco central sudafricano Alexandre Tombini.
Los cinco países también aspiran a crear una agencia de calificación, un mecanismo de reaseguros, un consejo de empresarios o una clasificación de las Universidades. También hablan de un cable submarino que permita la transferencia de datos de banda ancha de Brasil a Rusia a través de Sudáfrica, India y China, que costaría 1.200 millones de dólares.
China y Brasil firmaron un acuerdo de swap de moneda, por un monto de 30.000 millones de dólares.
No obstante, no todo es armonía, según algunos analistas.
"Irónicamente, quizá haya divisiones en el grupo BRICS que afecten al futuro del orden mundial: las tensiones comerciales entre China y Brasil, la seguridad en India, o el estatus de Rusia demuestran la dificultad de Pekín para apostar por su reclamación de líder mundial", dice Daniel Twining del fondo alemán Marshall.
El primer ministro indio, Manmohan Singh, se sumará al resto de los presidentes en la noche en una cena de gala, previa a las discusiones del miércoles.
El encuentro concluirá el miércoles por la tarde con un retiro en un hotel de lujo a medio centenar de kilómetros en el norte de Durban, en el que participarán también los jefes de Estado de Costa de Marfil, Egipto, Mozambique, Uganda, Senegal y Chad.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los cinco anunciarán los detalles el miércoles, dijo el ministro sudafricano.
No obstante, un diplomático indio precisó que se trata de un acuerdo de principio, ya que quedan flecos pendientes sobre cuestiones técnicas.
El nuevo banco, que Sudáfrica espera albergar, debería dotarse con un capital inicial de 50.000 millones de dólares, unos 10.000 millones por país y que servirán sobre todo, para financiar infraestructuras, en particular en Africa.
De hecho, el lema que ha dado el país anfitrión a esta cumbre es "Los BRICS y África: una cooperación para el desarrollo, la integración y la industrialización".
Detrás del discurso político unificador, que consiste en decir que los BRICS deben constituir una fuerza económica y política y zafarse de las potencias occidentales, se esconden los temores africanos.
En particular por la implantación de China, segunda economía mundial, denunciada a menudo por imponer condiciones de comercio con efectos equiparables a las de los viejos poderes coloniales.
"Si tomamos el camino de un acuerdo de libre comercio, nos sometemos a un flujo de importaciones baratas de China, que no será beneficioso para la industrialización de Sudáfrica", explicó Nomaxabiso Majokweni, responsable de BUSA, la poderosa organización patronal sudafricana, citado por la prensa este martes.
Precisamente, para el presidente sudafricano, Jacob Zuma, la jornada comenzó con la recepción en Pretoria de su homólogo chino, Xi Jinping, en el marco de una visita de Estado, antes de que los dos hombres acudan a Durban, en la costa del océano Índico, donde Zuma se reunirá con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y a continuación con el ruso Vladimir Putin.
"Nosotros consideramos a los otros como una prioridad (...) y como una oportunidad para nuestro propio desarrollo", dijo Xi.
El presidente chino espera que la cumbre de Durban se traduzca en "resultados positivos (lo que) ayudaría a intensificar la cooperación entre los países BRICS y los países africanos".
Contrapeso para occidente
Los BRICS, que reúnen al 43% de la población mundial y producen un 25% del Producto Interior Bruto (PIB) del planeta, quieren dotarse de instituciones y mecanismos comunes que les permitan soslayar un sistema mundial dominado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial -creados tras la Segunda Guerra Mundial- a través de los criterios de las agencias de calificación financiera.
Además del banco de fomento, los BRICS pretenden crear un fondo común con una parte de sus fabulosas reservas de divisas -unos 4,4 billones de dólares, según Pretoria (de ellos más de dos tercios en manos de Pekín)- para ayudarse en caso de crisis coyuntural y falta de liquidez.
Este bote común, que les permitiría evitar recurrir al FMI, podría contar con un centenar de miles de millones de dólares, según el gobernador del banco central sudafricano Alexandre Tombini.
Los cinco países también aspiran a crear una agencia de calificación, un mecanismo de reaseguros, un consejo de empresarios o una clasificación de las Universidades. También hablan de un cable submarino que permita la transferencia de datos de banda ancha de Brasil a Rusia a través de Sudáfrica, India y China, que costaría 1.200 millones de dólares.
China y Brasil firmaron un acuerdo de swap de moneda, por un monto de 30.000 millones de dólares.
No obstante, no todo es armonía, según algunos analistas.
"Irónicamente, quizá haya divisiones en el grupo BRICS que afecten al futuro del orden mundial: las tensiones comerciales entre China y Brasil, la seguridad en India, o el estatus de Rusia demuestran la dificultad de Pekín para apostar por su reclamación de líder mundial", dice Daniel Twining del fondo alemán Marshall.
El primer ministro indio, Manmohan Singh, se sumará al resto de los presidentes en la noche en una cena de gala, previa a las discusiones del miércoles.
El encuentro concluirá el miércoles por la tarde con un retiro en un hotel de lujo a medio centenar de kilómetros en el norte de Durban, en el que participarán también los jefes de Estado de Costa de Marfil, Egipto, Mozambique, Uganda, Senegal y Chad.