"Según las informaciones más recientes de nuestros servicios de inteligencia, 80 talibanes han muerto", declaró el portavoz del gobernador de Paktika, Mukhlis Afghan, que agregó que cinco soldados de las fuerzas internacionales resultaron heridos durante el ataque.
El mando de la OTAN había anunciado un ataque de la insurgencia contra un puesto de avanzada en el distrito de Bermal, en la provincia de Paktika.
El ataque tuvo lugar en plena noche y los asaltantes utilizaron morteros, lanzacohetes y ametralladoras contra una pequeña base de la OTAN, que solicitó apoyo aéreo para repeler el asalto.
"Una aeronave de la coalición atacó a los insurgentes, disparando tres municiones de alta precisión", en una aparente referencia a misiles guiados.
El apoyo aéreo también disparó a los insurgentes que se encontraban muy cerca de la base, según la OTAN.
La proximidad entre el campo militar y la frontera permite pensar que los insurgentes podían venir de Pakistán.
En las zonas tribales del noroeste de Pakistán, bastión de los talibanes afganos y de los talibanes paquistaníes aliados a Al Qaida, se esconden insurgentes.
Paralelamente, tres soldados extranjeros murieron en ataques de los insurgentes durante las últimas horas: uno el viernes en el sur y otros dos el sábado, también en el sur (uno de ellos por una mina de fabricación casera).
Estas muertes elevan a 610 el número de soldados extranjeros fallecidos en el marco de operaciones militares en Afganistán en lo que va de año, según un recuento de la AFP basado en el de la página web independiente icasualties.org.