Afganistán autoriza a permanecer a algunas empresas privadas de seguridad
AFP (Agence France-Presse)
KABUL, (AFP) - El gobierno afgano se retractó el domingo en su decisión de prohibir a todas las empresas privadas de seguridad que operan en el país, precisando que las que protegen a las embajadas y las bases militares podrán continuar trabajando.
Las "empresas que suministran una protección a las embajadas, residencias diplomáticas, bases militares y depósitos podrán continuar sus operaciones en ese marco", indicó la oficina del presidente afgano Hamid Karzai.
A principios de este mes, el gobierno afgano había anunciado que ocho grandes compañías privadas de seguridad, incluyendo a la más significativa de ellas, la norteamericana Xe, ex Blackwater, no estaban autorizadas a continuar trabajando en el país.
Estas empresas, llamadas "contratistas" (contractors en inglés), cumplían un papel preponderante en el dispositivo de las fuerzas internacionales en Afganistán.
El 17 de agosto, Karzai firmó un decreto ordenando la prohibición total de los "contractors" para fines de este año.
La presidencia los acusa de pertenecer a la "mafia económica" que se creó debido a "contratos de corrupción" favorecidos por la comunidad internacional.
Esta medida fue recibida con preocupación en los medios internacionales de Kabul en agosto, pues el plazo para el cierre de dichas firmas privadas parecía demasiado breve para encontrar soluciones alternativas, lo que hubiera obligado a algunos diplomáticos y funcionarios de la OTAN o de empresas extranjeras a abandonar el país.
La oficina de Karzai señaló el domingo en un breve comunicado que "las preocupaciones manifestadas por las fuerzas de la OTAN y las embajadas extranjeras respecto a la disolución de las empresas privadas" habían sido tomadas en consideración.
Las compañías que no están involucradas en la protección de las bases militares y las embajadas deberán ser disueltas, agrega dicho texto.
A principios de este mes, el gobierno afgano había anunciado que ocho grandes compañías privadas de seguridad, incluyendo a la más significativa de ellas, la norteamericana Xe, ex Blackwater, no estaban autorizadas a continuar trabajando en el país.
Estas empresas, llamadas "contratistas" (contractors en inglés), cumplían un papel preponderante en el dispositivo de las fuerzas internacionales en Afganistán.
El 17 de agosto, Karzai firmó un decreto ordenando la prohibición total de los "contractors" para fines de este año.
La presidencia los acusa de pertenecer a la "mafia económica" que se creó debido a "contratos de corrupción" favorecidos por la comunidad internacional.
Esta medida fue recibida con preocupación en los medios internacionales de Kabul en agosto, pues el plazo para el cierre de dichas firmas privadas parecía demasiado breve para encontrar soluciones alternativas, lo que hubiera obligado a algunos diplomáticos y funcionarios de la OTAN o de empresas extranjeras a abandonar el país.
La oficina de Karzai señaló el domingo en un breve comunicado que "las preocupaciones manifestadas por las fuerzas de la OTAN y las embajadas extranjeras respecto a la disolución de las empresas privadas" habían sido tomadas en consideración.
Las compañías que no están involucradas en la protección de las bases militares y las embajadas deberán ser disueltas, agrega dicho texto.