El origen y la experiencia política, diplomática y empresarial del actual embajador de Jordania ante la UE, Ahmed Masade (Ammán, 1969), explican el consenso de los 43 países de la Unión por el Mediterráneo (UpM) para elegirlo secretario general. Masade desea que la cooperación en la UpM cree confianza para resolver el conflicto israelo-palestino.

¿Cómo afronta este reto?
Espero poder responder a la confianza de todos los países con muchos éxitos para la UpM. Me serviré de los tres sombreros de mi experiencia política, diplomática y empresarial para alcanzar resultados concretos. Fui ministro de mi país y sé cómo funciona la política. Como embajador, conozco el engranaje interno de la UpM y además soy abogado de empresas especialista en infraestructuras, energía y agua, así que sé muy bien cómo evoluciona un proyecto desde su fase cero.

¿La UpM por fin va a empezar a moverse?

Hay una gran voluntad por empezar a funcionar cuanto antes. Con la creación de la secretaría en la magnífica ciudad de Barcelona iniciamos un nuevo capítulo. Hay que mirar al futuro y avanzar para que la gente vea los beneficios de esta cooperación.

La UpM lanzada por Nicolas Sarkozy continúa el llamado proceso de Barcelona. ¿Logrará esta vez superar la dificultad intrínseca que supone el conflicto entre israelíes y palestinos?

El objetivo de la UpM es la cooperación regional y, por esta vía, alentar la cooperación política entre las partes. Debemos cooperar más, crear intereses comunes en el Mediterráneo. Ayudará a eliminar la desconfianza y a movernos en la dimensión política para hallar soluciones a los conflictos.

La guerra de Gaza, hace un año, lo paralizó todo.

Sí, pero ahora las cosas se van a mover en la dirección correcta.

Ahora va a tener un israelí y un palestino trabajando juntos como subsecretarios.

Sí, es una señal de cooperación entre las partes y un modelo sobre el que vamos a trabajar.

¿Qué proyectos priorizará?

Es pronto para decirlo. Lo primero es poner en marcha la secretaría y preparar la cumbre de junio en Barcelona. En cuanto a los proyectos, quiero centrarme en uno o dos y empezar a trabajar.

¿El plan de energía solar?

Es muy importante, sí, pero los otros también: la educación superior, los transportes, las pymes, la limpieza del Mediterráneo...

¿De dónde sacará el dinero?

Es una de mis tareas, y un gran desafío con la actual crisis. Buscaré financiación pública y privada, donantes, fondos soberanos...

¿Qué supondrá para Barcelona ser la sede de la UpM?

No empieza de cero y se espera que tenga un papel de liderazgo. La UpM atraerá interés por la ciudad y aportará mucho a su vibrante vida económica y social.