En el ataque de Mosul, un kamikaze se hizo estallar hacia las 08H00 GMT en un puesto de control del barrio de Chifa, en el oeste de esta ciudad, capital de la provincia de Nínive (350 km al norte de Bagdad), matando a cuatro policías e hiriendo a otros cuatro, según una fuente policial, dos de los cuales se encuentran en estado grave, precisó una fuente médica.
El miércoles por la noche tres policías murieron en un ataque perpetrado por hombres armados en un puesto de control al oeste de Mosul.
Este jueves por la mañana, dos kamikazes hicieron estallar sus explosivos cerca de una base del ejército iraquí al este de Mosul, matando a un militar e hiriendo a otros cinco, informó una fuente militar.
Por otra parte, las fuerzas de seguridad desbarataron un intento de atentado suicida con coche bomba en un mercado de ganado en Tal Afar, una ciudad al oeste de Mosul en donde vive una importante comunidad turca.
Más al sur, dos hombres de las milicias Sahwa, enemigas de Al Qaida, fueron asesinados durante la noche por hombres armados en el pueblo de Al Udhaim, cerca de Baquba, a 60 km al norte de Bagdad, según un responsable del mando militar.
Los cuerpos de los dos hombres, de 20 y 22 años, fueron encontrados acribillados a balazos, con las manos atadas y los ojos vendados en una zona desértica cercana a Al Udhaim.
Al este de Bagdad, dos policías murieron y ocho resultaron heridos por la explosión casi simultánea de dos bombas contra su convoy, indicó el ministerio del Interior.
La violencia política disminuyó globalmente en Irak, pero las provincias de Nínive, Diyala y Bagdad son escenario de numerosos atentados, en particular por las tensiones étnicas y religiosas que complican la lucha contra Al Qaida.