Otras 20 personas resultaron heridas en el bombardeo, aseguró Ahmed Shami, director del principal hospital de Faluya.

En otros actos de violencia el sábado, dos personas, entre ellas un soldado retirado, murieron en tiroteos en la provincia de Nínive, al norte de Bagdad, según responsables.

Por lo menos otras siete murieron en Tarmiya, al norte de Bagdad en un atentado suicida con coche bomba contra un retén de las fuerzas de seguridad.

El viernes, un oficial del ejército había anunciado el lanzamiento de una operación para recuperar sectores cercanos a Faluya para preparar un asalto a esta ciudad situada a 60 km al oeste de Bagdad.

Pero parece poco probable que el asalto se lleve a cabo pronto, ya que las fuerzas de seguridad llevan meses intentando, en vano, arrebatar el control a los insurgentes en varias zonas de la provincia de Al Anbar, de mayoría sunita.

Además tomar por asalto Faluya implicaría arriesgarse a provocar cuantiosos destrozos y a poner en peligro a la población civil.

Los yihadistas del Estado Islámico en Irak y Levante (EIIL) y los combatientes de las tribus antigubernamentales tomaron en enero el control de Faluya, así como de algunos barrios de Ramadi, una localidad situada a 40 km al oeste.

Desde entonces suelen registrarse enfrentamientos entre las fuerzas iraquíes y los insurgentes en los alrededores de Faluya, blanco asimismo de bombardeos.