Al menos 71 muertos en ataques a bastión rebelde en Siria
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Estambul/Berlín. - Al menos 71 civiles, entre ellos muchas mujeres y niños, murieron y unos 300 resultaron heridos en ataques aéreos y de artillería lanzados hoy contra la región rebelde de Guta Oriental, cerca de Damasco, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos y fuentes hospitalarias.
Los activistas de la zona informaron sobre ataques en numerosos puntos y, según el Observatorio, fueron alcanzadas sobre todo zonas residenciales.
Guta Oriental es una de las últimas zonas controladas por los rebeldes en Siria, sumida en una guerra civil desde hace siete años. Los opositores al Gobierno del presidente Bashar al Assad están controlados en la región por milicias islamistas.
Según medios cercanos al Gobierno sirio, los ataques de los últimos días son parte de los preparativos para una ofensiva por tierra en Guta Oriental, donde la violencia escaló las pasadas semanas. Ninguna de las dos partes logra avances significativos y todos los esfuerzos para lograr una tregua fracasaron.
La zona está asediada desde hace meses por las tropas del Gobierno y unas 400.000 personas permanecen allí prácticamente aisladas del resto del mundo. La población está sometida a las órdenes de las milicias fundamentalistas.
Entre tanto, Turquía advirtió hoy al Gobierno sirio que no apoye a los combatientes kurdos de la provincia siria de Afrin, contra los que Ankara lanzó recientemente una ofensiva al considerarlos un grupo terrorista.
"No hay problema si el régimen (de Bashar al Assad) entra (en la provincia siria de Afrin) para limpiar al PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) y (a la milicia kurda Unidades de Protección Popular) YPG", afirmó el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusolgu.
"Pero si el régimen entra allí para proteger a las YPG o para garantizar su protección, nadie podrá pararnos, ni a Turquía ni al Ejército turco", añadió durante una rueda de prensa en Jordania. "Eso vale para Afrin, para Manbij y para el este del Éufrates", dijo.
Turquía considera que las YPG son el brazo sirio del PKK, grupo al que consideran terrorista tanto Ankara como la Unión Europea y Estados Unidos.
La advertencia de Turquía llega después de que en las últimas horas se informase sobre una inminente entradas de tropas progubernamentales en la zona de Afrin.
La agencia estatal SANA informó hoy de que los combatientes aliados al Gobierno llegarían en pocas horas a la región "para apoyar a los resueltos habitantes contra la opresión lanzada por el régimen turco el mes pasado". Fuentes de las milicias dijeron a dpa que entrarían en la zona a través de poblaciones controladas por el Gobierno.
Ya el domingo, fuentes cercanas al Gobierno sirio apuntaron que este firmó un acuerdo con las milicias kurdas para apoyarles ante la ofensiva turca y que Al Asad enviaría próximamente tropas para ayudarles.
Sin embargo, el Partido de Unión Democrática (PYD) kurdo afirmó hoy que todavía no hay un acuerdo al respecto. "Ahora mismo hay negociaciones con el Gobierno bajo mediación de Rusia pero todavía no se alcanzó un acuerdo", dijo en Berlín el ex presidente del PYD Salih Muslim.
No es fácil alcanzar un acuerdo con el Gobierno de Al Asad, apuntó Muslim. "Para nosotros no hay diferencia entre ser oprimidos por Turquía o por este régimen del partido Baaz", añadió en referencia al Ejecutivo sirio. Según Muslim, el Gobierno sirio todavía cree que puede controlar por completo la región, como en 2011, pero los kurdos no lo aceptarán porque quieren democracia y federalismo.
El PYD es el partido dominante en las zonas controladas por los kurdos en el norte de Siria y está muy unido a las YPG. Éstas, a su vez, forman parte de las Fuerzas Democráticas Sirias, que luchan contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI) con apoyo de Estados unidos.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, habló hoy por teléfono sobre la situación en Siria con su homólogo ruso, Vladimir Putin, informó el Kremlin. Según el canal turco Haberturk, la conversación se centró en las regiones de Afrin e Idlib y ambos mandatarios acordaron seguir cooperando en la lucha contra el terrorismo.
Ankara ha apoyado durante la guerra a las fuerzas rebeldes que combaten contra Al Asad, mientras que Moscú apoya al presidente sirio. Turquía, Rusia e Irán son además garantes del proceso de Astaná, en el que se acordó la creación de varias zonas seguras en el país.
Guta Oriental es una de las últimas zonas controladas por los rebeldes en Siria, sumida en una guerra civil desde hace siete años. Los opositores al Gobierno del presidente Bashar al Assad están controlados en la región por milicias islamistas.
Según medios cercanos al Gobierno sirio, los ataques de los últimos días son parte de los preparativos para una ofensiva por tierra en Guta Oriental, donde la violencia escaló las pasadas semanas. Ninguna de las dos partes logra avances significativos y todos los esfuerzos para lograr una tregua fracasaron.
La zona está asediada desde hace meses por las tropas del Gobierno y unas 400.000 personas permanecen allí prácticamente aisladas del resto del mundo. La población está sometida a las órdenes de las milicias fundamentalistas.
Entre tanto, Turquía advirtió hoy al Gobierno sirio que no apoye a los combatientes kurdos de la provincia siria de Afrin, contra los que Ankara lanzó recientemente una ofensiva al considerarlos un grupo terrorista.
"No hay problema si el régimen (de Bashar al Assad) entra (en la provincia siria de Afrin) para limpiar al PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) y (a la milicia kurda Unidades de Protección Popular) YPG", afirmó el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusolgu.
"Pero si el régimen entra allí para proteger a las YPG o para garantizar su protección, nadie podrá pararnos, ni a Turquía ni al Ejército turco", añadió durante una rueda de prensa en Jordania. "Eso vale para Afrin, para Manbij y para el este del Éufrates", dijo.
Turquía considera que las YPG son el brazo sirio del PKK, grupo al que consideran terrorista tanto Ankara como la Unión Europea y Estados Unidos.
La advertencia de Turquía llega después de que en las últimas horas se informase sobre una inminente entradas de tropas progubernamentales en la zona de Afrin.
La agencia estatal SANA informó hoy de que los combatientes aliados al Gobierno llegarían en pocas horas a la región "para apoyar a los resueltos habitantes contra la opresión lanzada por el régimen turco el mes pasado". Fuentes de las milicias dijeron a dpa que entrarían en la zona a través de poblaciones controladas por el Gobierno.
Ya el domingo, fuentes cercanas al Gobierno sirio apuntaron que este firmó un acuerdo con las milicias kurdas para apoyarles ante la ofensiva turca y que Al Asad enviaría próximamente tropas para ayudarles.
Sin embargo, el Partido de Unión Democrática (PYD) kurdo afirmó hoy que todavía no hay un acuerdo al respecto. "Ahora mismo hay negociaciones con el Gobierno bajo mediación de Rusia pero todavía no se alcanzó un acuerdo", dijo en Berlín el ex presidente del PYD Salih Muslim.
No es fácil alcanzar un acuerdo con el Gobierno de Al Asad, apuntó Muslim. "Para nosotros no hay diferencia entre ser oprimidos por Turquía o por este régimen del partido Baaz", añadió en referencia al Ejecutivo sirio. Según Muslim, el Gobierno sirio todavía cree que puede controlar por completo la región, como en 2011, pero los kurdos no lo aceptarán porque quieren democracia y federalismo.
El PYD es el partido dominante en las zonas controladas por los kurdos en el norte de Siria y está muy unido a las YPG. Éstas, a su vez, forman parte de las Fuerzas Democráticas Sirias, que luchan contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI) con apoyo de Estados unidos.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, habló hoy por teléfono sobre la situación en Siria con su homólogo ruso, Vladimir Putin, informó el Kremlin. Según el canal turco Haberturk, la conversación se centró en las regiones de Afrin e Idlib y ambos mandatarios acordaron seguir cooperando en la lucha contra el terrorismo.
Ankara ha apoyado durante la guerra a las fuerzas rebeldes que combaten contra Al Asad, mientras que Moscú apoya al presidente sirio. Turquía, Rusia e Irán son además garantes del proceso de Astaná, en el que se acordó la creación de varias zonas seguras en el país.