Reunidos por primera vez desde hace cuatro años en el marco del Triángulo de Weimar, Bronislaw Komorowski, Nicolas Sarkozy y Angela Merkel aprovecharon una breve cumbre en el palacio de Wilanow, a la afueras de la capital polaca, para renovar su compromiso de trabajar juntos. Esta cooperación estaba en punto muerto desde que en 2005 llegó al poder en Polonia el euroescéptico Lech Kaczynski.
El anfitrión insistió en los temas de "defensa europea", una de las prioridades de Polonia, y lanzó la idea de invitar al presidente ruso Dimitri Medvedev a la próxima reunión del Triángulo de Weimar, un foro de cooperación política creado en 1991.
Los tres país trabajan actualmente en la creación para 2013 de una asociación militar táctica que podría servir de ejemplo a escala europea.
"Me satisface que Polonia quiera ocupar su lugar en Europa, sobre todo en lo que se refiere a la Defensa", declaró el presidente francés Nicolas Sarkozy. "Europa no puede permitirse bajar la guardia", dijo, y se declaró a favor de la política de acercamiento a Rusia iniciada por Polonia.
"Ya dije hasta qué punto me parece valiente, inteligente e interesante la iniciativa del presidente polaco respecto a Rusia. Todo lo que pueda hacer comprender que la guerra fría quedó detrás de nosotros será positivo", declaró.
Además de las relaciones con Rusia, los tres dirigentes mencionaron la asociación oriental de la UE con países procedentes de la ex Unión Soviética.
"Vamos a apoyar plenamente la política de Polonia durante su presidencia de la UE (segundo semestre 2011) sobre la asociación oriental", aseguró la canciller alemana.
En el ámbito cultural, el presidente Komorowski retomó la idea de restablecer la cooperación de la televisión pública polaca TVP con la cadena franco-alemana Arte, una perspectiva saludada por Angela Merkel.