Alemania y Turquía rebajan tensión tras anulación de mítines pro-Erdogan
AFP (Agencia France-Presse)
Ankara, Turquía. - Tras la creciente tensión generada por la cancelación de varios mítines pro-Erdogan en Alemania, la canciller Angela Merkel habló por teléfono el sábado con el primer ministro turco Binali Yildirim, quien calificó la entrevista de "productiva".
"Hemos tenido una conversación buena y productiva", declaró Yildirim, citado por CNN Türk. "Nuestros ministros de Relaciones Exteriores se reunirán la próxima semana", añadió, confirmando una información desvelada la víspera por un alto responsable turco.
El viernes, Mevlüt Cavusoglu y Sigmar Gabriel ya acordaron por teléfono que se reunirían el próximo miércoles, según había explicado un alto responsable turco.
Las relaciones entre los gobiernos alemán y turco son cada vez más tirantes, sobre todo desde que Alemania anuló tres mítines organizados en su territorio para apoyar el referéndum del 16 de abril con el que el Gobierno turco pretende aumentar los poderes del presidente Recep Tayyip Erdogan.
El jueves y el viernes, Turquía criticó duramente la anulación de los encuentros, culpando a Alemania de obrar a favor de la victoria del no en la consulta.
"Es una decisión desafortunada que va en contra de la democracia y de las libertades", había declarado Yildirim, horas antes de su conversación con Merkel, durante un discurso en Kirsehir, en el centro del Turquía.
La canciller se defendió explicando que la decisión de anular los mitines no era competencia del Estado federal, sino de los municipios.
"La señora Merkel dice que respetan la libertad de expresión y el ministro de Exteriores nos ha dicho que (el gobierno alemán) no puede influir en la decisión" de cancelarlos, pero tampoco la han criticado, se quejó el sábado el ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag.
Bozdag debía haber participado en un mitin el jueves en Gagguenau (suroeste), anulado el mismo día.
"Impiden hablar a mi ministro de Justicia, a mi ministro de Economía. Yo mismo debía hablar por videoconferencia", aseguró entonces Erdogan.
Alemania cuenta con la mayor diáspora turca del mundo, una comunidad de tres millones de personas implantada desde los años sesenta, época en la que el país necesitaba mano de obra para la industria. En este contexto, Alemania es un escenario ineludible en la campaña del referéndum.
Por su parte, el gobierno holandés calificó el viernes de "indeseable" la celebración de un mitin pro-Erdogan el 11 de marzo en Rotterdam.
"Somos de la opinión de que el espacio público holandés no es lugar para hacer campaña política de otro país", subrayó el primer ministro Mark Rutte.
"¿Qué significa eso?", reaccionó el sábado el ministro turco de Relaciones Exteriores Mevlüt Cavusoglu. "¿Dónde está la democracia? ¿Dónde está la libertad? ¿Dónde está la libertad de expresión?"
Para el titular turco de Justicia, está "muy claro" que numerosos países de la UE "se oponen a un cambio de sistema político en Turquía" porque no quieren una Turquía fuerte y estable.
Los enfrentamientos entre los gobiernos alemán y turco son constantes desde el fallido golpe de Estado de julio en Turquía, y han alcanzado un punto álgido tras el encarcelamiento el lunes del corresponsal germano-turco del diario Die Welt en Turquía, Deniz Yücel, por "propaganda terrorista". Una acusación que Berlín calificó de "aberrante".
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, criticó con dureza el viernes a Alemania tras la anulación de mítines, y la acusó de tolerar las reuniones de separatistas kurdos, calificados por Ankara como "terroristas". "Deberían ser juzgados por ayudar y dar cobijo a terroristas", afirmó Erdogan.
A pesar de las recurrentes tensiones de los últimos meses, especialmente relativas a críticas de Alemania al estado de la libertad de expresión en Turquía, estos dos países pilares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) con fuertes vínculos históricos están condenados a entenderse, especialmente en lo referido al capítulo migratorio.
El viernes, Mevlüt Cavusoglu y Sigmar Gabriel ya acordaron por teléfono que se reunirían el próximo miércoles, según había explicado un alto responsable turco.
Las relaciones entre los gobiernos alemán y turco son cada vez más tirantes, sobre todo desde que Alemania anuló tres mítines organizados en su territorio para apoyar el referéndum del 16 de abril con el que el Gobierno turco pretende aumentar los poderes del presidente Recep Tayyip Erdogan.
El jueves y el viernes, Turquía criticó duramente la anulación de los encuentros, culpando a Alemania de obrar a favor de la victoria del no en la consulta.
"Es una decisión desafortunada que va en contra de la democracia y de las libertades", había declarado Yildirim, horas antes de su conversación con Merkel, durante un discurso en Kirsehir, en el centro del Turquía.
La canciller se defendió explicando que la decisión de anular los mitines no era competencia del Estado federal, sino de los municipios.
"La señora Merkel dice que respetan la libertad de expresión y el ministro de Exteriores nos ha dicho que (el gobierno alemán) no puede influir en la decisión" de cancelarlos, pero tampoco la han criticado, se quejó el sábado el ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag.
Bozdag debía haber participado en un mitin el jueves en Gagguenau (suroeste), anulado el mismo día.
"Impiden hablar a mi ministro de Justicia, a mi ministro de Economía. Yo mismo debía hablar por videoconferencia", aseguró entonces Erdogan.
Alemania cuenta con la mayor diáspora turca del mundo, una comunidad de tres millones de personas implantada desde los años sesenta, época en la que el país necesitaba mano de obra para la industria. En este contexto, Alemania es un escenario ineludible en la campaña del referéndum.
- '¿Dónde está la libertad?' -
Por su parte, el gobierno holandés calificó el viernes de "indeseable" la celebración de un mitin pro-Erdogan el 11 de marzo en Rotterdam.
"Somos de la opinión de que el espacio público holandés no es lugar para hacer campaña política de otro país", subrayó el primer ministro Mark Rutte.
"¿Qué significa eso?", reaccionó el sábado el ministro turco de Relaciones Exteriores Mevlüt Cavusoglu. "¿Dónde está la democracia? ¿Dónde está la libertad? ¿Dónde está la libertad de expresión?"
Para el titular turco de Justicia, está "muy claro" que numerosos países de la UE "se oponen a un cambio de sistema político en Turquía" porque no quieren una Turquía fuerte y estable.
Los enfrentamientos entre los gobiernos alemán y turco son constantes desde el fallido golpe de Estado de julio en Turquía, y han alcanzado un punto álgido tras el encarcelamiento el lunes del corresponsal germano-turco del diario Die Welt en Turquía, Deniz Yücel, por "propaganda terrorista". Una acusación que Berlín calificó de "aberrante".
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, criticó con dureza el viernes a Alemania tras la anulación de mítines, y la acusó de tolerar las reuniones de separatistas kurdos, calificados por Ankara como "terroristas". "Deberían ser juzgados por ayudar y dar cobijo a terroristas", afirmó Erdogan.
A pesar de las recurrentes tensiones de los últimos meses, especialmente relativas a críticas de Alemania al estado de la libertad de expresión en Turquía, estos dos países pilares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) con fuertes vínculos históricos están condenados a entenderse, especialmente en lo referido al capítulo migratorio.