Almudena Grandes: "Estaba predestinada a enamorarme de un poeta"
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Guadalajara. - La novelista Almudena Grandes y el poeta Luis García Montero conversaron anoche sobre su historia de amor y su convivencia, en un encuentro mano a mano en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara que también se adentró en la literatura y el compromiso.
En el inicio de su intervención, la autora de "Las edades de Lulú" y "El corazón helado" reveló: "Estaba predestinada a enamorarme de un poeta".
"Porque los dos hombres más importantes de mi vida antes de Luis fueron poetas. Yo a veces digo que si Freud me hubiera conocido, el síndrome de Electra se llamaría síndrome de Almudena, porque yo estaba enamorada de mi padre y del padre de mi padre, que eso ya es como rizar el rizo", afirmó.
Grandes (Madrid, 1960) contó que en casi todas sus novelas "hay un abuelo y un nieto o una nieta". Y "todos esos abuelos son mi abuelo Manolo y todos esos nietos o nietas soy yo. Mi abuelo era poeta aficionado, era un poeta modesto que solo leía sus poemas a la familia, pero que a mí me leía muchos poemas". "Fue radicalmente benéfico", lo recordó.
Su padre, en cambio, representó "una presencia mucho más tormentosa" en su vida. "También era poeta, era mucho más exhibicionista, se publicaba libros y los regalaba. Y yo también estaba enamorada de él", dijo la escritora que presentará esta tarde en la feria su última novela, "Los pacientes del doctor García".
La mesa "Poesía y prosa. Amor y matrimonio" formó parte del amplio programa literario de Madrid como invitada de honor a la feria mexicana que se extiende hasta el 3 de diciembre en la Expo Guadalajara.
Uno de los ingredientes fundamentales del amor es la admiración, sostuvo la novelista. "Creo que es imposible enamorarse de alguien a quien no admiras, alguien que no es capaz de deslumbrarte, y yo empecé a admirar a Luis mucho antes de conocerle más profundamente".
"A mí Luis me parece el mejor poeta de mi generación, pero que lo diga ahora no tiene mucho mérito, porque claro, soy su mujer desde hace 24 años. Pero esto lo decía cuando no le conocía, porque creía verdaderamente que era así", señaló.
Respecto de la convivencia entre un poeta y una novelista, Grandes apuntó: "Sobre todo para mí es un privilegio vivir con otro escritor, y es muy fácil porque por un lado tengo a mi lado a un lector de calidad, implacable conmigo, o sea que tiene la confianza suficiente como para destrozarme las novelas cuando las termino".
"Y por otro lado los escritores, incluso los que somos corrientes como nosotros, somos muy insoportables de a ratos. Tenemos fases de autismo en las que no contestamos cuando nos hablan, porque estamos absortos en lo que hacemos. Y hay poca gente tan vulnerable como un escritor antes de publicar, somos proclives a la neurosis", expresó.
Grandes remató: "Siempre he pensado que es una suerte vivir con otro escritor porque es alguien que sabe exactamente lo que me está pasando, igual que yo sé exactamente lo que le está pasando".
García Montero, en tanto, contó cómo se inició la historia de amor entre ambos: "Nos conocimos en el año 1991 en un acto que se organizaba en el Ateneo de Madrid, un acto para protestar por la guerra de Irak". "Y ahí estábamos los dos".
El poeta aseveró: "A mí la palabra compromiso me gusta, yo creo que los escritores somos ciudadanos, estamos vinculados con nuestra sociedad y es normal comprometerse con aquellas cosas que a uno le interesan".
"Y la palabra compromiso me sirve porque tiene un doble sentido, compromiso sirve para hablar de la persona que se compromete con su sociedad, pero compromiso tiene que ver también con el amor", añadió.
"Para mí la literatura y la poesía son un compromiso con la verdad, y no significa que yo tenga la posesión de la verdad, sino que tengo cada vez que escribo un compromiso conmigo mismo y con mi conciencia de no mentir", dijo García Montero (Granada, 1958).
La literatura, manifestó el poeta y catedrático, "no existe hasta que un lector no llega a un libro y lo hace suyo. La literatura es un ejercicio hospitalario como es el amor. El lector es el que hace posible la literatura, cuando llega, lee nuestros textos y dice, 'sí quiero'".
El autor de "Habitaciones separadas" o "El jardín extranjero" dijo que veces le preguntan con qué poema conquistó a Almudena. "Yo digo que la verdad que, más que un poema, me hizo falta escribir un libro entero", contó entre risas.
Sin embargo, toda pareja debe sortear diferencias. Grandes y García Montero no tienen más remedio que hacerlo en materia futbolística: Él es del Real Madrid y ella, fanática del Atlético de Madrid.
"Porque los dos hombres más importantes de mi vida antes de Luis fueron poetas. Yo a veces digo que si Freud me hubiera conocido, el síndrome de Electra se llamaría síndrome de Almudena, porque yo estaba enamorada de mi padre y del padre de mi padre, que eso ya es como rizar el rizo", afirmó.
Grandes (Madrid, 1960) contó que en casi todas sus novelas "hay un abuelo y un nieto o una nieta". Y "todos esos abuelos son mi abuelo Manolo y todos esos nietos o nietas soy yo. Mi abuelo era poeta aficionado, era un poeta modesto que solo leía sus poemas a la familia, pero que a mí me leía muchos poemas". "Fue radicalmente benéfico", lo recordó.
Su padre, en cambio, representó "una presencia mucho más tormentosa" en su vida. "También era poeta, era mucho más exhibicionista, se publicaba libros y los regalaba. Y yo también estaba enamorada de él", dijo la escritora que presentará esta tarde en la feria su última novela, "Los pacientes del doctor García".
La mesa "Poesía y prosa. Amor y matrimonio" formó parte del amplio programa literario de Madrid como invitada de honor a la feria mexicana que se extiende hasta el 3 de diciembre en la Expo Guadalajara.
Uno de los ingredientes fundamentales del amor es la admiración, sostuvo la novelista. "Creo que es imposible enamorarse de alguien a quien no admiras, alguien que no es capaz de deslumbrarte, y yo empecé a admirar a Luis mucho antes de conocerle más profundamente".
"A mí Luis me parece el mejor poeta de mi generación, pero que lo diga ahora no tiene mucho mérito, porque claro, soy su mujer desde hace 24 años. Pero esto lo decía cuando no le conocía, porque creía verdaderamente que era así", señaló.
Respecto de la convivencia entre un poeta y una novelista, Grandes apuntó: "Sobre todo para mí es un privilegio vivir con otro escritor, y es muy fácil porque por un lado tengo a mi lado a un lector de calidad, implacable conmigo, o sea que tiene la confianza suficiente como para destrozarme las novelas cuando las termino".
"Y por otro lado los escritores, incluso los que somos corrientes como nosotros, somos muy insoportables de a ratos. Tenemos fases de autismo en las que no contestamos cuando nos hablan, porque estamos absortos en lo que hacemos. Y hay poca gente tan vulnerable como un escritor antes de publicar, somos proclives a la neurosis", expresó.
Grandes remató: "Siempre he pensado que es una suerte vivir con otro escritor porque es alguien que sabe exactamente lo que me está pasando, igual que yo sé exactamente lo que le está pasando".
García Montero, en tanto, contó cómo se inició la historia de amor entre ambos: "Nos conocimos en el año 1991 en un acto que se organizaba en el Ateneo de Madrid, un acto para protestar por la guerra de Irak". "Y ahí estábamos los dos".
El poeta aseveró: "A mí la palabra compromiso me gusta, yo creo que los escritores somos ciudadanos, estamos vinculados con nuestra sociedad y es normal comprometerse con aquellas cosas que a uno le interesan".
"Y la palabra compromiso me sirve porque tiene un doble sentido, compromiso sirve para hablar de la persona que se compromete con su sociedad, pero compromiso tiene que ver también con el amor", añadió.
"Para mí la literatura y la poesía son un compromiso con la verdad, y no significa que yo tenga la posesión de la verdad, sino que tengo cada vez que escribo un compromiso conmigo mismo y con mi conciencia de no mentir", dijo García Montero (Granada, 1958).
La literatura, manifestó el poeta y catedrático, "no existe hasta que un lector no llega a un libro y lo hace suyo. La literatura es un ejercicio hospitalario como es el amor. El lector es el que hace posible la literatura, cuando llega, lee nuestros textos y dice, 'sí quiero'".
El autor de "Habitaciones separadas" o "El jardín extranjero" dijo que veces le preguntan con qué poema conquistó a Almudena. "Yo digo que la verdad que, más que un poema, me hizo falta escribir un libro entero", contó entre risas.
Sin embargo, toda pareja debe sortear diferencias. Grandes y García Montero no tienen más remedio que hacerlo en materia futbolística: Él es del Real Madrid y ella, fanática del Atlético de Madrid.