AFP (Agencia France-Presse)
Bengasi, Libia. - El ejército del gobierno libio reconocido internacionalmente anunció este domingo una tregua, dos días después de que una alianza de milicias islamistas hiciera lo propio, para apoyar las negociaciones en Ginebra que buscan poner fin al conflicto que azota el país desde la caída de Gadafi.
El Estado Mayor libio afirmó en un comunicado obtenido por la AFP que abría "un alto el fuego en todos los frentes, que entrará en vigor a medianoche (22H00 GMT)", precisando empero que continuará persiguiendo "terroristas", en referencia a los islamistas radicales que operan en el este y el sur del país.
El portavoz del Estado Mayor, el coronel Ahmed Mesmari, indicó que la decisión había sido tomada para "apoyar las negociaciones de Ginebra", y afirmó que el ejército se mantendrá equidistante "de todos los grupos políticos en Libia" y no formará "parte integrante" de las negociaciones.
La misión de la ONU en Libia (Misnul) celebró "las declaraciones unilaterales de alto el fuego", interpretándolas como "un signo alentador (...) para crear una atmósfera favorable al diálogo político en marcha".
Llamando a las partes a respetar el alto el fuego tanto en las operaciones terrestres, como en las marítimas y aéreas, la misión de la ONU espera que la tregua permita la entrada de ayuda humanitaria para ayudar a los civiles desplazados por la violencia.
Varios partidos libios participaron el miércoles y el jueves en una reunión en Ginebra bajo los auspicios de la ONU para tratar de negociar la formación de un gobierno de unidad nacional y salir así del caos que vive el país desde el fin del régimen de Muamar Gadafi en octubre de 2011.
Las milicias que derrocaron al dictador Gadafi se disputan el territorio y las riquezas petroleras de Libia y controlan las dos ciudades más importantes del país, Trípoli y Bengasi (este). La situación se ha agravado en los últimos meses, con la aparición de dos gobiernos y dos parlamentos paralelos.
- Nuevas negociaciones -
"El Ejército se compromete a seguir con su deber de proteger al pueblo libio, a asegurar la seguridad y la estabilidad del país y a combatir el terrorismo y la anarquía, sea cual sea el estado de las negociaciones", agregó Mesmari.
Fajr Libya, una coalición heterogénea de milicias, la mayoría islamistas, que se hizo con el control de Trípoli el pasado verano y controla asimismo Misrata, la tercera ciudad del país, anunció el viernes un "alto el fuego" en todos los frentes, a condición de que "las demás partes respeten la tregua",
La decisión de Fajr Libya, que no participa en las negociaciones de Ginebra, fue aplaudida el sábado por el Consejo de seguridad de la ONU, que aprovechó para apoyar la celebración de la segunda sesión de conversaciones de paz e instó a todas las partes beligerantes a entrar en el diálogo.
La Unión Europea, por su parte, exhortó a quienes han boicoteado las discusiones hasta la fecha a sumarse a ellas.
El Parlamento saliente, el Congreso general nacional (CGN) basado en Trípoli, que no había participado en las primeras negociaciones pese a las invitaciones enviadas a muchos de sus miembros, indicó el domingo que no acudirá a Ginebra, y que solo participará si las discusiones se dan en territorio libio.
En la primera sesión celebrada el viernes, los participantes llegaron a un acuerdo sobre una agenda con vistas a formar un gobierno de unidad y pidieron el fin de las hostilidades para facilitar el diálogo.
El alto el fuego de Fajr Libya no garantiza, pese a todo, el fin de la violencia. El sábado, varios asaltantes atacaron la embajada de Argelia en Trípoli dejando tres heridos, entre ellos un policía. La rama libia del grupo Estado Islámico reivindicó el ataque.