El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, evitó dar una fecha concreta para materializar este gesto, al que se comprometió al llegar a La Moncloa el pasado 1 de junio.
"Lo vamos a hacer muy pronto", insistió hoy en rueda de prensa. "Si hemos esperado 40 años, se puede esperar unos días. Lo importante es que se haga con todas las garantías y eso es lo que está haciendo el Gobierno. La decisión está tomada".
Nada más llegar al Ejecutivo, Sánchez destacó como una de sus prioridades el traslado de los restos del dictador y sugirió que éste se haría antes de las vacaciones de verano, es decir, en julio.
La oposición de la familia Franco y los obstáculos jurídicos han complicado la exhumación, que queda así aplazada al menos hasta después de las vacaciones del mes de agosto.
Franco fue enterrado tras su muerte, en 1975, bajo la cúpula principal de la basílica del Valle de los Caídos, un recinto de grandes proporciones concebido por el propio dictador tras la guerra civil española (1936-1939) y levantado durante años gracias al trabajo forzado de miles de prisioneros republicanos.
En la basílica yacen también los restos de más de 33.000 muertos en la contienda, de ambos bandos. Muchos de ellos están sin identificar.
Desde hace años, las víctimas del franquismo reclaman al Estado español que saque al dictador del Valle de los Caídos.
El Gobierno de Sánchez pretende además convertir el mausoleo franquista en un lugar de "reconciliación".