Arabia Saudí y Kuwait instan a sus ciudadanos a dejar Líbano
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Beirut. - Arabia Saudí y Kuwait se sumaron a Bahrein e instaron hoy a sus ciudadanos a dejar el Líbano, después de que el primer ministro de ese país, Saad Hariri, dimitiera el fin de semana tras admitir que temía por su vida.
"Ante la situación en Líbano, el reino insta a sus ciudadanos, visitantes y residentes, a dejar el Líbano lo antes posible", indicó la agencia de prensa oficial saudí, que citó a un funcionario del Ministerio de Exteriores.
Hariri hizo el anuncio de su dimisión desde Arabia Saudí y se encuentra allí desde entonces. A raíz de esto, el movimiento libanés Hizbolá acusó a los saudíes de forzar al primer ministro a renunciar y de mantenerlo bajo arresto domiciliario desde entonces. Riad niega las acusaciones en su contra.
"Tengo la sensación que algo se está gestando en secreto y que apunta contra mi vida", admitió Hariri en un mensaje televisado.
El Ministerio de Exteriores kuwaití también pidió a sus ciudadanos que abandonen el Líbano inmediatamente como "medida precautoria".
El domingo, Bahrein, aliado de Arabia Saudí, había ordenado a sus ciudadanos que dejen el Líbano inmediatamente. El Ministerio de Exteriores bahreiní emitió una advertencia de viaje en la que habló de "consideraciones de seguridad".
El bloque parlamentario de Hariri lo instó hoy a que vuelva al Líbano y expresó su apoyo al saliente mandatario. Su regreso "es necesario para restablecer el respeto en Líbano", indicó el grupo en un comunicado leía por el ex primer ministro Fuad As Siniora.
La dimisión de Hariri despertó el temor de una nueva situación de inestabilidad en el Líbano. En 2005, el padre del saliente jefe de Gobierno, el primer ministro Rafik Hariri, fue asesinado en un atentado en Beirut. En ese año Estados Unidos acusó a Siria del asesinato y Hezbolá acusó a Israel.
Hariri recibió en estos días la visita del embajador francés en Arabia Saudí, François Gouyette, en su residencia de Riad, indicó su oficina de prensa.
Además se reunió con el jefe de la delegación de la Unión Europea (UE) en el reino, Michele Cervone d'Urso; el encargado de negocios de Estados Unidos, Christopher Henzel; y el embajador británico Simon Collis.
En su discurso de renuncia, Hariri, un ciudadano saudí y fuerte aliado de Arabia Saudí, cuestionó a Hizbolá e Irán, a los que acusó de generar la inestabilidad en la región. Arabia Saudí considera a Irán su rival en la región y ambos países apoyan a bandos diferentes en la guerra civil en Yemen.
Hariri hizo el anuncio de su dimisión desde Arabia Saudí y se encuentra allí desde entonces. A raíz de esto, el movimiento libanés Hizbolá acusó a los saudíes de forzar al primer ministro a renunciar y de mantenerlo bajo arresto domiciliario desde entonces. Riad niega las acusaciones en su contra.
"Tengo la sensación que algo se está gestando en secreto y que apunta contra mi vida", admitió Hariri en un mensaje televisado.
El Ministerio de Exteriores kuwaití también pidió a sus ciudadanos que abandonen el Líbano inmediatamente como "medida precautoria".
El domingo, Bahrein, aliado de Arabia Saudí, había ordenado a sus ciudadanos que dejen el Líbano inmediatamente. El Ministerio de Exteriores bahreiní emitió una advertencia de viaje en la que habló de "consideraciones de seguridad".
El bloque parlamentario de Hariri lo instó hoy a que vuelva al Líbano y expresó su apoyo al saliente mandatario. Su regreso "es necesario para restablecer el respeto en Líbano", indicó el grupo en un comunicado leía por el ex primer ministro Fuad As Siniora.
La dimisión de Hariri despertó el temor de una nueva situación de inestabilidad en el Líbano. En 2005, el padre del saliente jefe de Gobierno, el primer ministro Rafik Hariri, fue asesinado en un atentado en Beirut. En ese año Estados Unidos acusó a Siria del asesinato y Hezbolá acusó a Israel.
Hariri recibió en estos días la visita del embajador francés en Arabia Saudí, François Gouyette, en su residencia de Riad, indicó su oficina de prensa.
Además se reunió con el jefe de la delegación de la Unión Europea (UE) en el reino, Michele Cervone d'Urso; el encargado de negocios de Estados Unidos, Christopher Henzel; y el embajador británico Simon Collis.
En su discurso de renuncia, Hariri, un ciudadano saudí y fuerte aliado de Arabia Saudí, cuestionó a Hizbolá e Irán, a los que acusó de generar la inestabilidad en la región. Arabia Saudí considera a Irán su rival en la región y ambos países apoyan a bandos diferentes en la guerra civil en Yemen.