Tiempo Argentino, Argentina

BUENOS AIRES. - Un relevamiento privado puso en números la penetración que en la Argentina tiene Internet entre niñas, niños y adolescentes de entre diez y 18 años. El estudio –que abarcó a 1073 argentinos entre un total de 24.320 de Iberoamérica consultados– determinó que siete de cada diez encuestados admitieron que postergan el estudio, la lectura o incluso mirar TV para navegar en la red.

El trabajo realizado por el Foro Generaciones Interactivas, la fundación de la empresa de telecomunicaciones Telefónica y la Universidad de Navarra (España) estableció a la Argentina entre los de mayor cantidad de usuarios de redes sociales de entre diez y 18 años y un 83% reconoció tener una cuenta en esas plataformas, con Facebook como favorita (99%).
Del universo indagado, un 78% declaró tener conexión a Internet y un 34% computadora en el dormitorio. Otro porcentaje elevado –ya detectado en otros estudios– indica que al menos el 75% de los niños entre los seis y nueve años reconoció navegar sólo en Internet.
En la telefonía móvil, cerca del 30% de los niños de hasta nueve años en la Argentina aseguró tener un celular propio, porcentaje que disminuye conforme la edad aumenta. Sobre el uso de los aparatos, aun los no propios, a partir de los 14 años las cifras superan el 80%, y el 90% a los 18 años.
En cuanto a la TV, los encuestados dijeron ver más de dos horas diarias, tanto en la semana como sábados y domingos, y cuatro de cada diez dijo que la mantienen encendida mientas estudian.
La directora de Investigación del Foro Generaciones Interactivas, Charo Sádaba, evaluó: “los datos confirman que día a día nuestras generaciones interactivas están más equipadas, con mayor y mejor acceso a Internet y con mejor conocimiento de las tecnologías, porque ellos han comprendido que es una plataforma para aprender y compartir intereses. Precisamente por ello nuestro reto como sociedad está en establecer una nueva mirada a este escenario con el ánimo de reconocer las oportunidades que ofrecen estas nuevas tecnologías y, al mismo tiempo, identificar los riesgos generales y personales que plantean”.