Arrancan en París desfiles de moda masculina anunciando un invierno colorido

AFP, Agence France-Presse

Los desfiles de moda masculina para el próximo invierno arrancaron este jueves en París con un toque de color y de adrenalina, como si los creadores quisieran atenuar el clima económico aún incierto. Después de Milán, donde las pasarelas presentaron un hombre elegante pero sin opulencia, París mostró chaquetas con lentejuelas doradas, creadas por el holandés Francisco van Benthum, que se inspiró del folclore ruso y eslavo, y conjuntos en tonos caramelo, rojo y naranja, del japonés Issey Miyake.

Arrancan en París desfiles de moda masculina anunciando un invierno colorido
PARÍS,  (AFP) -
Fue el joven creador francés Alex Mabille, cuyo signo distintivo es el lazo mariposa, quien abrió el jueves de mañana el programa oficial de las colecciones prêt-à-porter para la temporada otoño invierno 2010-2011, donde figuran 42 desfiles, cuatro menos que en la temporada anterior.
La inspiración de Mabille fue París y sus calles, y la del diseñador de la casa Miyake, Dai Fujiwara, fue el café, cuyo aroma envolvió a los compradores y a los periodistas que asistieron esta mañana al desfile en su tienda parisina, a unos pasos de la céntrica Plaza de la Concordia.
La colección de Miyake fue una deliciosa mezcla de la adrenalina que da el café --colores enérgicos, encendidos-- y del ambiente confortable y relajado de los cafés, que el diseñador considera verdaderos "oasis" en medio de la turbulencia de las ciudades.
Sus diseños y colores retomaron la espuma del cappucino, los tenues dibujos que hace la leche al volcarla lentamente en el café, y hasta las mesas redondas cubiertas de manteles en gingham y las sillas de mimbre de algunos de los cafés a los que él va, cerca de su taller en Tokio.
Los tejidos eran lanas suaves, franelas, cachemiras, y los colores iban desde los azules y caramelos hasta rojos y naranjas, pasando por el inevitable negro.
El desfile de Francisco Van Benthum, titulado "Zar", fue más opulento, evocando imágenes de la Rusia imperial, con una colección en tonos oro, rojo, naranja y cremas.
Incluyó abrigos, chaquetas, pantalones y trajes, todos con algún toque del vestuario tradicional eslavo, que el modista adaptó a la vida contemporánea, usando lanas y algodones suaves, sedas, cachemiras y popelinas de algodón.
Los modelos que presentaron la colección de Gaspard Yurkievich iban todos peinados a lo James Dean. Modelaron chaquetas, abrigos y trajes en colores claros, en los que destacaban los accesorios: bolsas y mochilas en cuero, con detalles dorados.
Paralelamente a los desfiles, una veintena de casas revelan sus colecciones en presentaciones en salones, lo que es una opción menos costosa que los desfiles.
Entre ellas figura el modisto brasileño Gustavo Lins, que es el único creador de la región que está presente en las pasarelas de alta costura, que debutan el domingo en París.
En entrevista con la AFP, Lins reconoció que la crisis financiera ha pasado una alta factura a la industria de la moda, y particularmente a la alta costura.
"El Atelier Gustavo Lins resiste, porque como somos más pequeños, tenemos más flexibilidad y nos podemos adaptar", explicó el creador brasileño en su taller situado en el barrio del Marais, donde pone los últimos toques a su colección, que presentará la semana próxima.
Emanuel Ungaro, una de las casas más emblemáticas de la moda parisiense, optó también por presentar sus creaciones en un salón, lo que ofrece la ventaja de poder ver las colecciones desde más cerca, e incluso tocar los tejidos usados y examinar la construcción de las piezas.
En esta coyuntura difícil, las casas Hugo Boss, Jean Charles de Castelbajac, Balmain hombre y el japonés Yohji Yamamoto optaron también por esta fórmula.
Entre los que sí pueden permitirse desfilar en las pasarelas están los franceses Jean-Paul Gaultier, Hermès y Lanvin Homme, así como el estadounidense Rick Owens, que se presenta el domingo, cuando debutan los desfiles de alta costura.


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