Artista Vik Muniz expone la bahía de Rio con basura reciclada en Rio+20
AFP (Agencia France-Presse)
RIO DE JANEIRO. - La bahía de Rio de Janeiro reconstruida a partir de miles de pedazos de basura es la última instalación del conocido artista plástico brasileño Vik Muniz, en construcción cerca del Museo de Arte Moderno (MAM) de Rio durante la conferencia de la ONU Rio+20.
Comienza la recreación de la bahía de Río de Janeiro.
La instalación de 30 x 40m comenzó el viernes y continuará hasta el fin de la cumbre, que reunirá del 20 al 22 de junio a más de 130 jefes de Estado y de gobierno del mundo entero.
El público de la Cumbre de los Pueblos, una cita alternativa organizada por la sociedad civil en el parque de Flamengo, donde se encuentra el MAM, aporta los desechos.
La gente "puede contentarse con observar la obra o puede participar colocando ella misma el material dentro, bajo la orientación de los monitores de mi equipo", explicó el sábado a la AFP Vik Muniz, de 50 años.
"Es una construcción estética colectiva a partir de cosas feas y el objetivo es invitar al público a la creación de esta imagen", agregó el artista, que vive entre Nueva York y Rio.
"No voy a cambiar el mundo con eso pero es un espacio de meditación en la ciudad, la ocasión de interrogarse sobre qué podemos hacer con esos materiales a los cuales no damos ninguna importancia", afirmó.
Muniz es conocido por utilizar alimentos y basura reciclada en sus obras de arte. El artista de Sao Paulo hizo por ejemplo tres réplicas de Leonardo da Vinci: una Mona Lisa con mermelada y otra con pasta de maní, y La Ultima Cena con azúcar, alambres y salsa de chocolate.
En un documental nominado al Oscar, "Waste land", Muniz hizo descubrir al mundo a las personas que seleccionan basura para reciclar en el basurero de Gramacho, el mayor de Latinoamérica y cerrado este mes para siempre. El filme fue proyectado en una gran exposición consagrada al artista brasileño en la colección Lambert, en Avignon (sureste de Francia).
"Hice algo parecido en Avignon: de lo alto de una pasarela instalada en la iglesia de los Celestinos, podíamos descubrir un paisaje de ramas, flores secas y aromáticas, bajo el modelo del sembrador de Van Gogh. Olía muy bien, a la Provenza", dijo.