"Durante las labores de desescombro, en las última horas fueron rescatados dos cadáveres", dijo el portavoz, al añadir que todavía hay posibilidades de encontrar los cuerpos del resto de los  desaparecidos.
Añadió que las labores de desescombro y rescate avanzan sin interrupción 24 horas al día, y que prácticamente se logró extraer la mayor parte del agua que inundó la sala de máquinas y otras instalaciones en plantas inferiores.
Subrayó que más de 2.000 operarios entre socorristas, bomberos y trabajadores participan en los trabajos para liquidar las consecuencias de la avería tecnológica más grave ocurrida en el sector energético ruso en los últimos años.
La hidroeléctrica Syano-Shúshenskaya, la mayor y la más potente de Rusia quedó totalmente paralizada el pasado 17 de agosto a consecuencia de una grave avería en la sala de máquinas donde operan sus turbinas y generadores.
Por razones todavía sin esclarecer, durante labores de reparación y mantenimiento de uno de los generadores, se rompió uno de los conductos de agua originando un demoledor impacto hídrico que destruyó tres generadores y sus turbinas,  e inutilizó los siete restantes, al quedar sepultados bajo una montaña de escombros y estructuras de acero.
La avería también ocasionó un vertido de aceite que se propaga corriente abajo en el rió Yenisei, uno de los principales de Siberia, motivo de preocupación por parte de las organizaciones ecologistas ante el riesgo de contaminación.
 Expertos del ministerio de Emergencia informaron ayer que la mayor parte del vertido con ayuda de absorbentes y pontones ya no avanza corriente abajo, y que el aceite no contiene elementos tóxicos que supongan un peligro para el medio ambiente y la población.
Con una presa de 245 metros de altura y una longitud de 1.066 metros, la hidroeléctrica Sayano-Shúshenskaya, en funcionamiento desde 1078, tiene diez bloques generadores con una potencia de 640 megavatios, y cada uno produce anualmente 22.800 millones de kilovatios hora.