Asociación Memoria: La democracia ha sido amable con Franco
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Madrid. - Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), espera con impaciencia el momento en que los restos del dictador español Francisco Franco sean exhumados del Valle de los Caídos, donde se encuentran desde su muerte en 1975, y entregados a su familia.
A ello se ha comprometido el Gobierno del socialista Pedro Sánchez, quien sugirió que el traslado tendrá lugar durante el mes de julio. En entrevista con dpa, el líder de la organización que desde hace casi dos décadas lucha por localizar y exhumar fosas con restos de fusilados durante el franquismo, habla de ésta y otras cuestiones.
dpa: Después de 40 años de democracia, ¿cómo reciben la noticia?
Silva: El buen trato que ha tenido la memoria del dictador en la democracia, colocado en un lugar de privilegio en un monumento como el Valle de los Caídos, es una manifestación de debilidad democrática. Hay una cosa muy simbólica en todo esto y es que la democracia le va a dar a Franco una orden y Franco la va a obedecer. Físicamente es una cosa muy sencilla de hacer, pero representa deshacer un nudo en la historia reciente de España, casi un grillete.
dpa: ¿Por qué nadie lo ha hecho hasta ahora, teniendo en cuenta que ha habido Gobiernos de varios colores en España?
Silva: Tiene que ver con algo que va más allá de los tres partidos que han gobernado España desde 1977. Es una cuestión de estructura social. Nosotros hemos hecho una investigación del árbol genealógico de todos los ministros y ministras que ha habido en España y cerca del 90 por ciento de sus miembros son hijos de franquistas. Quienes iban a la Universidad en los años 50 y 60 eran hijos de los vencedores de la guerra civil (1936-1939). La victoria de la guerra construyó una nueva clase social y esa clase social ha gobernado España durante la democracia. Eso explica el privilegio que ha tenido Franco y la impunidad que han tenido los franquistas. El Partido Socialista tiene un discurso que rechaza a Franco, pero nunca (hasta ahora) ha tomado una medida política contra sus privilegios de clase. Esta democracia ha sido muy amable con la élite de la dictadura y muy poco amable con las víctimas. En 40 años, ningún Gobierno ha dicho: "Es responsabilidad del Estado sacar a las víctimas de la dictadura de las cunetas y garantizar sus derechos a sus familias".
dpa: ¿Tienen esperanza de que esto cambie con el Gobierno de Sánchez?
Silva: En el ámbito del activismo la esperanza no es una de nuestras herramientas. Nosotros vamos a seguir exigiendo nuestros derechos, las obligaciones que han marcado dos informes del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Hemos oído como el PSOE, estando en la oposición, le reclamaba al Gobierno de (Mariano) Rajoy hacer todo esto. Pero ya vimos al PSOE que estaba en la oposición cuando gobernaba (José María) Aznar pedir millones de euros para identificaciones que nunca hizo en el Gobierno.
dpa: En el Valle de los Caídos no solo está enterrado Franco sino que hay más de 33.000 cuerpos de muertos en la guerra civil, de uno y otro bando. ¿Qué va a pasar con esos restos?
Silva: Llevamos años exigiendo que se haga un estudio en profundidad de cómo se encuentran esos restos. Y a partir de un informe técnico, que se distinga entre qué cuerpos son exhumables y pueden ser devueltos a sus familias y cuáles no. Cuando se pueda, que se haga. Cuando no, debe existir un memorial para toda la gente que está ahí.
dpa: Hay una parte de los restos que está sin identificar...
Silva: Según el Estado, hay 12.000. Pero no sabemos bien. Patrimonio Nacional, que es dependiente del Ministerio de Presidencia, ha sido una institución opaca en relación con la gestión de la información del Valle de los Caídos. De hecho, buena parte de la documentación que existe la sacó la instrucción (judicial) que llevó a cabo el juez (Baltasar) Garzón (sobre los crímenes franquistas).
dpa: El Gobierno pretende convertir el Valle de los Caídos en un "memorial de paz y reconciliación". ¿Qué les parece?
Silva: Nos parece una lectura que vuelve a aplicar la teoría de "los dos demonios", de "los dos bandos fueron malos". Nadie pensaría en Alemania en construir un monumento con judíos y nazis y llamarlo símbolo de reconciliación. Estamos hablando de gente que luchó contra el fascismo y de gente que implantó una dictadura fascista en España. En ningún caso creemos que deba ser un lugar de reconciliación. Nosotros pedimos que en el Valle de los Caídos haya una exposición que cuente su propia historia: cómo se planeó, cómo se construyó, quiénes fueron obligados a trabajar allí, por qué fueron obligados, cómo fue su inauguración y qué uso se le dio. Reconciliación es una palabra que suena muy bonita, pero que los organismos de derechos humanos han dejado de utilizar. El relator de ONU se llama "para la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición". Y no "para la reconciliación". Porque no se trata de eso. Se trata de que exista un relato verdadero y que exista Justicia.
dpa: En caso de que finalmente salga adelante, ¿cómo cree va a ser la exhumación de los restos de Franco? ¿Temen que haya una reacción por parte de la ultraderecha?
Silva: Hemos visto como la Fundación (Francisco Franco) ha organizado una recogida de firmas (contra el traslado de los restos) y han aparecido estos días en Madrid carteles con el lema "El valle no se toca". Mi experiencia personal es la retirada en el año 2005 de la estatua ecuestre (de Franco) que había en Madrid. Se hizo de noche. Al día siguiente hubo 400 personas exaltadas gritando venganza y unos meses después no volvió a haber una flor en ese lugar. Aquí hay miedo a estas cosas. Muchas veces, como en aquella ocasión, se han retirado símbolos (franquistas) con nocturnidad y alevosía. Entiendo que en este caso la operación es sencilla y rápida. No debería levantar ninguna ampolla. Estamos hablando de sacar los restos humanos de un dictador para que su familia disponga de ellos y gaste, como cualquier familia española, el dinero que cueste mantener su tumba.
dpa: Otro de los reclamos de su organización es la ilegalización de la Fundación Francisco Franco.
Silva: ¿Cómo es posible que todos los gobiernos de este país hayan consentido una Fundación dedicada a enaltecer la figura de un dictador que robó la democracia durante 40 años, asesinó a cientos de miles de personas, mandó al exilio a medio millón y metió a miles en la cárcel? Forma parte de esa amabilidad (hacia la dictadura).
dpa: ¿Cree que será ilegalizada en el corto-medio plazo?
Silva: Es insostenible la existencia de una fundación de estas condiciones. Tiene los días contados.
dpa: Después de 40 años de democracia, ¿cómo reciben la noticia?
Silva: El buen trato que ha tenido la memoria del dictador en la democracia, colocado en un lugar de privilegio en un monumento como el Valle de los Caídos, es una manifestación de debilidad democrática. Hay una cosa muy simbólica en todo esto y es que la democracia le va a dar a Franco una orden y Franco la va a obedecer. Físicamente es una cosa muy sencilla de hacer, pero representa deshacer un nudo en la historia reciente de España, casi un grillete.
dpa: ¿Por qué nadie lo ha hecho hasta ahora, teniendo en cuenta que ha habido Gobiernos de varios colores en España?
Silva: Tiene que ver con algo que va más allá de los tres partidos que han gobernado España desde 1977. Es una cuestión de estructura social. Nosotros hemos hecho una investigación del árbol genealógico de todos los ministros y ministras que ha habido en España y cerca del 90 por ciento de sus miembros son hijos de franquistas. Quienes iban a la Universidad en los años 50 y 60 eran hijos de los vencedores de la guerra civil (1936-1939). La victoria de la guerra construyó una nueva clase social y esa clase social ha gobernado España durante la democracia. Eso explica el privilegio que ha tenido Franco y la impunidad que han tenido los franquistas. El Partido Socialista tiene un discurso que rechaza a Franco, pero nunca (hasta ahora) ha tomado una medida política contra sus privilegios de clase. Esta democracia ha sido muy amable con la élite de la dictadura y muy poco amable con las víctimas. En 40 años, ningún Gobierno ha dicho: "Es responsabilidad del Estado sacar a las víctimas de la dictadura de las cunetas y garantizar sus derechos a sus familias".
dpa: ¿Tienen esperanza de que esto cambie con el Gobierno de Sánchez?
Silva: En el ámbito del activismo la esperanza no es una de nuestras herramientas. Nosotros vamos a seguir exigiendo nuestros derechos, las obligaciones que han marcado dos informes del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Hemos oído como el PSOE, estando en la oposición, le reclamaba al Gobierno de (Mariano) Rajoy hacer todo esto. Pero ya vimos al PSOE que estaba en la oposición cuando gobernaba (José María) Aznar pedir millones de euros para identificaciones que nunca hizo en el Gobierno.
dpa: En el Valle de los Caídos no solo está enterrado Franco sino que hay más de 33.000 cuerpos de muertos en la guerra civil, de uno y otro bando. ¿Qué va a pasar con esos restos?
Silva: Llevamos años exigiendo que se haga un estudio en profundidad de cómo se encuentran esos restos. Y a partir de un informe técnico, que se distinga entre qué cuerpos son exhumables y pueden ser devueltos a sus familias y cuáles no. Cuando se pueda, que se haga. Cuando no, debe existir un memorial para toda la gente que está ahí.
dpa: Hay una parte de los restos que está sin identificar...
Silva: Según el Estado, hay 12.000. Pero no sabemos bien. Patrimonio Nacional, que es dependiente del Ministerio de Presidencia, ha sido una institución opaca en relación con la gestión de la información del Valle de los Caídos. De hecho, buena parte de la documentación que existe la sacó la instrucción (judicial) que llevó a cabo el juez (Baltasar) Garzón (sobre los crímenes franquistas).
dpa: El Gobierno pretende convertir el Valle de los Caídos en un "memorial de paz y reconciliación". ¿Qué les parece?
Silva: Nos parece una lectura que vuelve a aplicar la teoría de "los dos demonios", de "los dos bandos fueron malos". Nadie pensaría en Alemania en construir un monumento con judíos y nazis y llamarlo símbolo de reconciliación. Estamos hablando de gente que luchó contra el fascismo y de gente que implantó una dictadura fascista en España. En ningún caso creemos que deba ser un lugar de reconciliación. Nosotros pedimos que en el Valle de los Caídos haya una exposición que cuente su propia historia: cómo se planeó, cómo se construyó, quiénes fueron obligados a trabajar allí, por qué fueron obligados, cómo fue su inauguración y qué uso se le dio. Reconciliación es una palabra que suena muy bonita, pero que los organismos de derechos humanos han dejado de utilizar. El relator de ONU se llama "para la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición". Y no "para la reconciliación". Porque no se trata de eso. Se trata de que exista un relato verdadero y que exista Justicia.
dpa: En caso de que finalmente salga adelante, ¿cómo cree va a ser la exhumación de los restos de Franco? ¿Temen que haya una reacción por parte de la ultraderecha?
Silva: Hemos visto como la Fundación (Francisco Franco) ha organizado una recogida de firmas (contra el traslado de los restos) y han aparecido estos días en Madrid carteles con el lema "El valle no se toca". Mi experiencia personal es la retirada en el año 2005 de la estatua ecuestre (de Franco) que había en Madrid. Se hizo de noche. Al día siguiente hubo 400 personas exaltadas gritando venganza y unos meses después no volvió a haber una flor en ese lugar. Aquí hay miedo a estas cosas. Muchas veces, como en aquella ocasión, se han retirado símbolos (franquistas) con nocturnidad y alevosía. Entiendo que en este caso la operación es sencilla y rápida. No debería levantar ninguna ampolla. Estamos hablando de sacar los restos humanos de un dictador para que su familia disponga de ellos y gaste, como cualquier familia española, el dinero que cueste mantener su tumba.
dpa: Otro de los reclamos de su organización es la ilegalización de la Fundación Francisco Franco.
Silva: ¿Cómo es posible que todos los gobiernos de este país hayan consentido una Fundación dedicada a enaltecer la figura de un dictador que robó la democracia durante 40 años, asesinó a cientos de miles de personas, mandó al exilio a medio millón y metió a miles en la cárcel? Forma parte de esa amabilidad (hacia la dictadura).
dpa: ¿Cree que será ilegalizada en el corto-medio plazo?
Silva: Es insostenible la existencia de una fundación de estas condiciones. Tiene los días contados.