Atentado en Barcelona: 13 muertos y más de 50 heridos en atropello
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Barcelona. - Al menos 13 personas murieron y más de 50 resultaron heridas como consecuencia de un atentado terrorista perpetrado hoy en el centro de la ciudad española de Barcelona, en un atropello masivo que sembró el pánico en la capital de la región de Cataluña (noreste).
"Mi más rotunda condena al atentado terrorista de Barcelona. Podemos confirmar 13 muertos y más de 50 heridos", escribió en Twitter el responsable de Interior del Gobierno catalán, Joaquim Forn.
Tras unas horas de confusión y pánico, la Policía confirmó la detención de un hombre presuntamente relacionado con el ataque y desmintió el supuesto atrincheramiento de otro sospechoso en un bar de Barcelona, como habían informado algunos medios.
"No hay nadie atrincherado en ningún bar del centro de Barcelona. Hay un hombre detenido y lo tratamos como atentado terorista", expresaron los agentes en Twitter.
Según relataron varios testigos, una furgoneta de color blanco irrumpió a primera hora de la tarde en Las Ramblas de Barcelona, una de las zonas más transitadas y turísticas de la capital catalana, y embistió a las personas que paseaban por allí.
"Se ha subido a la acera e iba arrollando a todo el mundo y acelerando a tope. En nuestro local se han metido varias personas y hemos bajado la persiana", contó un comerciante de la zona a la televisión pública española.
La furgoneta utilizada en la masacre, de color blanco, quedó en Las Ramblas tras el atropello. Al parecer, su conductor habría huido.
Según la agencia española Europa Press, la Policía localizó una segunda furgoneta en la localidad de Vic, cercana a Barcelona, que podría haber sido alquilada también por los autores del ataque.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, puso rumbo a Barcelona desde Madrid tras conocer los hechos.
Trece años después de los atentados que dejaron casi 200 muertos en Madrid, en lo que se considera el mayor ataque terrorista perpetrado hasta ahora en suelo europeo, el terrorismo volvió a golpear a España.
Numerosos transeúntes que se encontraban hoy en Las Ramblas de Barcelona corrieron a refugiarse en comercios y bares tras el atropello. La Policía desplegó un perímetro de seguridad y las estaciones de metro de la zona fueron cerradas.
"Había gente en el suelo y les estaban atendiendo los servicios de emergencia", dijo otro testigo a las cámaras de televisión.
Un turista francés explicó en la cadena BFMTV que la furgoneta fue en zigzag "para darle al mayor número posible de peatones". "Cuando el vehículo se fue, ayudamos a los heridos que habían quedado en el suelo", explicó.
Albert, otro testigo alemán, describió el lugar como "una zona de guerra". "Aparecieron corriendo policías con ametralladoras y fusiles y todos huyeron a refugiarse en las tiendas". "Nunca viví algo igual. Fue casi una experiencia de guerra", dijo por teléfono a la agencia dpa. "Siempre pensamos que Barcelona era una ciudad pacífica".
El "modus operandi" seguido por los autores del ataque es similar al de otros atentados perpetrados recientemente en ciudades europeas, como el de Niza o Berlín, según las primeras informaciones.
Líderes políticos internacionales condenaron el ataque de Barcelona, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
España se encuentra en nivel 4 de alerta antiterrorista (uno menos que el máximo) desde junio de 2015.
Tras unas horas de confusión y pánico, la Policía confirmó la detención de un hombre presuntamente relacionado con el ataque y desmintió el supuesto atrincheramiento de otro sospechoso en un bar de Barcelona, como habían informado algunos medios.
"No hay nadie atrincherado en ningún bar del centro de Barcelona. Hay un hombre detenido y lo tratamos como atentado terorista", expresaron los agentes en Twitter.
Según relataron varios testigos, una furgoneta de color blanco irrumpió a primera hora de la tarde en Las Ramblas de Barcelona, una de las zonas más transitadas y turísticas de la capital catalana, y embistió a las personas que paseaban por allí.
"Se ha subido a la acera e iba arrollando a todo el mundo y acelerando a tope. En nuestro local se han metido varias personas y hemos bajado la persiana", contó un comerciante de la zona a la televisión pública española.
La furgoneta utilizada en la masacre, de color blanco, quedó en Las Ramblas tras el atropello. Al parecer, su conductor habría huido.
Según la agencia española Europa Press, la Policía localizó una segunda furgoneta en la localidad de Vic, cercana a Barcelona, que podría haber sido alquilada también por los autores del ataque.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, puso rumbo a Barcelona desde Madrid tras conocer los hechos.
Trece años después de los atentados que dejaron casi 200 muertos en Madrid, en lo que se considera el mayor ataque terrorista perpetrado hasta ahora en suelo europeo, el terrorismo volvió a golpear a España.
Numerosos transeúntes que se encontraban hoy en Las Ramblas de Barcelona corrieron a refugiarse en comercios y bares tras el atropello. La Policía desplegó un perímetro de seguridad y las estaciones de metro de la zona fueron cerradas.
"Había gente en el suelo y les estaban atendiendo los servicios de emergencia", dijo otro testigo a las cámaras de televisión.
Un turista francés explicó en la cadena BFMTV que la furgoneta fue en zigzag "para darle al mayor número posible de peatones". "Cuando el vehículo se fue, ayudamos a los heridos que habían quedado en el suelo", explicó.
Albert, otro testigo alemán, describió el lugar como "una zona de guerra". "Aparecieron corriendo policías con ametralladoras y fusiles y todos huyeron a refugiarse en las tiendas". "Nunca viví algo igual. Fue casi una experiencia de guerra", dijo por teléfono a la agencia dpa. "Siempre pensamos que Barcelona era una ciudad pacífica".
El "modus operandi" seguido por los autores del ataque es similar al de otros atentados perpetrados recientemente en ciudades europeas, como el de Niza o Berlín, según las primeras informaciones.
Líderes políticos internacionales condenaron el ataque de Barcelona, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
España se encuentra en nivel 4 de alerta antiterrorista (uno menos que el máximo) desde junio de 2015.