El peor atentado ocurrió en la ciudad de Kirkuk (en el norte del país), por lo menos cinco personas murieron ante el estallido casi simultáneo de dos coches cargados con bombas en las proximidades de un puesto policial.
También en la zona de Kirkuk, hombres armados mataron un concejal y a un empleado de la compañía petrolera pública North Oil.
Cerca de Baquba, 60 kilómetros al norte de Bagdad, un atentado con coche bomba cerca de una cancha de fútbol dejó por lo menos tres muertos y 17 heridos.
La violencia en Irak disminuyó después del pico que alcanzó en los años 2006 y 2007, pero, casi diez años después de la invasión estadounidense, los atentados siguen produciéndose casi a diario.