Austria: candidata presidencial contra la ley que prohíbe al partido nazi

AFP, Agence France-Presse

La candidata de extrema derecha a la elección presidencial en Austria se declaró contraria a la ley que prohíbe el partido nazi, lo que volvió a generar dudas sobre la capacidad de este país centroeuropeo de asumir su sombrío pasado bajo el nazismo.

Barbara Rosenkranz
Barbara Rosenkranz
VIENA, Sim Sim Wissgott, (AFP) - Barbara Rosenkranz, de 51 años, madre de diez hijos y dirigente del partido populista de extrema derecha FPO, será la única candidata opuesta el 25 de abril al jefe de Estado saliente, el socialdemócrata Heinz Fischer, cuyo rol es fundamentalmente honorífico y moral.
Aunque no tiene ninguna posibilidad de ser elegida --los sondeos le otorgan de 15 a 20% de votos--, sus tomas de posición avivan el espectro de una nueva degradación de la imagen de Austria en el extranjero.
La ley de prohibición de 1947 (Verbotsgesetz) prevé una pena máxima de 20 años de prisión para quien reconstituya el partido nazi o una organización similar, propague su ideología o niegue los crímenes nazis contra la humanidad, especialmente el holocausto judío.
Sin embargo, Barbara Rosenkranz --cuyo marido es un antiguo fundador del partido neonazi NPD-- cuestiona en nombre de la "libertad de expresión" los artículos del Verbotsgesetz ya que reprimen "simples opiniones".
Así, la candidata afirmó que la negación del holocausto por un diputado de su partido está incluida en el marco de esta "libertad de expresión". Estas declaraciones le valieron ser calificada de "rata de guarida nazi" en la prensa.
Su candidatura suscitó una amplia oposición que va desde el Partido Socialdemócrata (SPO), aliado en el poder con los democristianos (OVP) hasta la comunidad judía, pasando por la iglesia católica.
El cardenal-obispo de Viena, Christoph Schonborn, opinó que "semejante persona era inelegible" y la comunidad judía retomó la expresión de "rata de guarida nazi". En el SPO, el ministro de Defensa, Norbert Darabos, subrayó que Rosenkranz "socava el fundamento antifascista de la República".
La candidata de extrema derecha ha ido así perdiendo los apoyos que tuvo inicialmente incluso en su propio partido: durante una conferencia de prensa convocada urgentemente el 5 de marzo, el presidente del FPO, Heinz-Christian Strache, afirmó que Barbara Rosenkranz "habría podido elegir mejor sus palabras" y que "de ninguna manera se trata de modificar el Verbotsgesetz".
El director del influyente diario popular Kronen Zeitung, Hans Dichand, tras haber llamado a votar por Barbara Rosenkranz, le exigió después "una clara condena del nazismo y del holocausto", so pena de quedar "descalificada".
En consecuencia, Rosenkranz se vio obligada el lunes ante la prensa en Viena a hacer una declaración bajo juramento en la que asegura "condenar los crímenes del nacionalsocialismo" y "rechazar su ideología".
Sin embargo, rehusó responder a las preguntas de los periodistas sobre sus pasadas declaraciones públicas, especialmente aquella --realizada nuevamente la semana pasada-- en la que sostiene que la negación del holocausto es una cuestión de "libertad de expresión".
Barbara Rosenkranz había sido lanzada por el propio presidente del FPO a la batalla presidencial, precisamente porque era una figura del ala más conservadora del partido, claramente anti inmigrante y anti europea.
Sus diez hijos llevan todos nombres germánicos, como Mechthild, Hildrun, Arne o Sonnhild. No obstante su imagen de defensora de los valores tradicionales de la familia se vio afectada tras la revelación de que había abandonado la iglesia y que ninguno de sus vástagos había sido bautizado.


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