La resolución de la Junta de Educación, equivalente a un Ministerio de Educación, denunció que los textos encubren como "políticamente correcto a la cultura islámica y estigmatizan la civilización cristiana".
Asimismo, advirtió que "el trato discriminatorio de las religiones podría agravarse porque el oligopolio de los manuales escolares públicos estadounidenses podría ser adquirido por gente de Medio Oriente".
La Junta de Educación de Texas ya había impuesto hace unos meses que el plan de estudios enfatizara en los valores del capitalismo y el Partido Republicano, cuestionando de paso que la fundación de los Estados Unidos se basara en la separación de Iglesia y Estado.
"Es difícil no concluir que los miembros (del consejo) que votaron por esta resolución no querían otra cosa que jugar con el miedo y la intolerancia para poner a los cristianos contra los musulmanes", respondió Katy Miller, líder de la organización Texas Freedom Network, que lucha contra la influencia de la religión y a favor de las libertades individuales.
Esta nueva polémica sobre el islam en los Estados Unidos se produce poco después de la amenaza del pastor evangélico de una minúscula iglesia de Florida de quemar ejemplares del Corán el 11 de septiembre pasado.
En su resolución, el consejo de la educación en Texas rechaza todas las próximas ediciones de libros escolares que dediquen más espacio al islam que al cristianismo.