AFP (Agencia France-Presse)
VALPARAÍSO. - La socialista Michelle Bachelet asumió este martes la Presidencia de Chile para los próximos cuatro años, en su retorno al poder después de un primer periodo (2006-2010), con la promesa de liderar profundas reformas en un país que arrastra una alta desigualdad.
En una solemne y simbólica ceremonia en la sede del Congreso chileno, en Valparaíso, Bachelet prometió hacerse cargo nuevamente del Gobierno en Chile hasta 2018, visiblemente emocionada.
La flamante también recién investida presidenta del Senado, la socialista Isabel Allende, le entregó la banda presidencial a su compañera de partido, con quien se fundió en un sentido y emocionado abrazo en la testeta.
La imagen de ambas, al frente de un colmado salón de honor del Congreso chileno, estuvo cargada de simbolismos: es la primera vez que una mujer preside el Senado chileno y, también, la primera ocasión en que la ceremonia es protagonizada por dos mujeres.
"La imagen histórica de dos mujeres ocupando simultáneamente los dos más altos cargos del Estado recorrerá el mundo", dijo la senadora Allende, más temprano, tras asumir el cargo.
Allende es hija del depuesto mandatario socialista Salvador Allende, quien se suicidó en medio del alzamiento militar encabezado por el general Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973, y quien tres años antes había ocupado el mismo cargo que hoy asumió su hija.
Antes de abandonar la casa de Gobierno, en Santiago, el expresidente Sebastián Piñera afirmó que dejaba el gobierno "con la cabeza en alto", seguro de entregarle a Bachelet "un Chile que es un mejor país del que teníamos hace cuatro años".
- Promesas de cambio -
Las promesas de cambio de Bachelet despertaron grandes expectativas en un país con un alto crecimiento económico, que promedió una expansión del 5,4% en los últimos cuatro años, pero que arrastra una gran desigualdad social.
"Asumo con la conciencia y responsabilidad de que tenemos un programa que cumplir", dijo Bachelet en sus primeras declaraciones a periodistas tras tomar posesión del cargo.
Por la tarde, en Santiago, la mandataria ofrecerá su primer discurso oficial.
En educación, la mandataria propuso gratuidad a nivel universitario en seis años y acabar con el lucro en colegios privados que reciben subvención del Estado, donde estudian la mayoría de los escolares chilenos y que se han convertido en una ingente fuente de recursos para sus dueños.
Las dos medidas son los mayores reclamos que los estudiantes han exigido en las multitudinarias protestas callejeras que se iniciaron en 2011.
Por ahora, no obstante, los estudiantes miran con desconfianza las promesas de Bachelet y anunciaron que seguirán sus protestas.
Para financiar la reforma educativa, Bachelet planteó también una ambiciosa reforma tributaria que busca recaudar 8.200 millones de dólares (3% del PIB)
La líder socialista propuso también una nueva Constitución, que acabe con la impuesta en 1980 por la dictadura de Pinochet, contenedora aún según ella de importantes "cerrojos" antidemocráticos.
- Ausencia de Maduro -
La presidenta argentina, Cristina Kirchner, la brasileña Dilma Rousseff, el boliviano Evo Morales, el peruano Ollanta Humala y los mandatarios de Uruguay, José Mujica, de Paraguay, Horacio Cartes, de México, Enrique Peña Nieto, y de Ecuador, Rafael Correa, entre otros, acompañaron a Bachelet en su investidura.
Estados Unidos estuvo representado por su vicepresidente, Joe Biden, mientras que por España lo hizo el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien inicialmente debía llegar a Santiago el lunes, suspendió su visita a Chile, y fue representado por el canciller Elías Jaua, quien al arribar a Santiago afirmó que su gobierno enfrenta "un intento violento de derrocamiento", que ya fue neutralizado.
La llegada de Maduro era esperada con expectación en Chile, toda vez que su país sufre una ola de manifestaciones que han dejado un saldo de 21 muertos, uno de ellos una chilena que falleció al ser alcanzada por una bala en una protesta.
El miércoles, promovida por Venezuela, se realizará en Santiago una reunión de cancilleres de los países de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) para tratar la situación de ese país.
- Un congreso favorable -
Pediatra, separada y madre de tres hijos, Bachelet se convirtió en 2006 en la primera mujer en ocupar la Presidencia de Chile y ahora es también la primera en resultar reelecta tras el retorno de la democracia.
Para sus primeros 100 días de Gobierno, Bachelet se impuso concretar 50 medidas que tracen el camino para lograr sus reformas y que den una señal clara de su voluntad a la ciudadanía.
En el Congreso cuenta con las mayorías necesarias para aprobar la reforma tributaria, pero necesitará forjar alianzas con la oposición e independientes para aprobar la reforma educativa y de la Constitución.
Analistas creen que podría obtener con facilidad los votos para materializar sus cambios en educación, pero ven más complejo que alcance consensos en materia constitucional, ya que se requieren altísimos quórums.
A nivel interno, Bachelet deberá enfrentar las divergencias que ya se observan en la amplia coalición política que la apoya, que incluye a democristianos, socialistas y comunistas, que volvieron a integrar un gobierno primera vez en 40 años.
Además deberá lidiar con una sociedad más exigente, que logró tras una fuerte presión que cuatro de sus viceministros designados renunciaran antes de asumir, por conflictos de interés y un cargo de ofensas al pudor.