"Estamos siguiendo muy de cerca los acontecimientos en la región del Kurdistán y también los ataques a centrales del partido y el intento de los medios de desatar el caos", dijo en un comunicado la oficina del primer ministro, Haidar al Abadi. Los kurdos deben cumplir con la ley y con el alto el fuego actual que rige entre las tropas iraquíes y los "peshmerga" (milicianos) kurdos.
Barzani anunció el domingo su dimisión después del revés sufrido en la lucha por la declaración de un Estado kurdo independiente. La dimisión se hará efectiva el 1 de noviembre, cuando termine su mandato tras más de 12 años en el máximo puesto de la región autónoma del norte de Irak.
Tras el anuncio, algunos seguidores de Barzani decepcionados irrumpieron en algunas partes del Parlamento regional en Erbil gritando lemas contra los opositores del presidente kurdo.
Fuera del Parlamento, las fuerzas de seguridad realizaron algunos disparos de advertencia, indicaron testigos. Según los medios, también se causó un incendio en la oficina del partido kurdo PUK.
Barzani, de 71 años, se equivocó calculando las consecuencias del referéndum de independencia de los kurdos iraquíes celebrado a finales de septiembre. Aunque una amplia mayoría de más del 92 por ciento votó por su independencia, el Gobierno central en Bagdad actuó con mano dura contra Erbil por la votación.
El Ejército iraquí y las milicias aliadas se hicieron con el poder de varias zonas, que llevaban desde hace tres años en manos de los kurdos, entre ellas la provincia de Kirkuk, rica en petróleo.