Moreno, de 38 años, ya conocido en la Berlinale gracias a su película precedente, "El custodio", premiada en 2006, reconoció que su héroe, Boris, interpretado por el excelente actor Esteban Bigliardi, está "perdido" y no sabe qué hacer después que Ana, su mujer, la bella Cecilia Rainero, le pide separarse durante "un tiempo" porque siente que han caído en las garras de la rutina.
Tras el desconcierto que le produce la repentina ruptura Boris se encuentra quizás vacío, sin amarras, y aunque se reúne con amigos y participa en fiestas se le ve descontrolado, fumando sin cesar, callado, yendo de un lado a otro, mirando para el cielo.
Tiene luego algunas aventuras amorosas pasajeras, superficiales y es invitado a pasar la fiesta de fin de año en Montevideo, pero todo le resulta absurdo, sin sentido.
"No es que el personaje sufra por la falta de utopías. No pretendía lanzar un mensaje ni dar significado a ese vagar. Cuando escribía el guión no me planteaba en absoluto querer decir tal o cual cosa. Me interesaba que el personaje se perdiera, que no actuara funcionalmente", declaró.
Moreno dijo que su manera personal de entender el oficio de director de cine "es que la forma dialogue con el conflicto del personaje, que le obedezca. En 'El custodio', que cuenta el agobio de una rutina laboral, ese conflicto me llevó a hacer una película estricta, controlada".
"Yo mismo quería perderme. A Jean-Claude Carriere, el guionista de Buñuel, le preguntaron una vez qué querían decir las películas de éste. Y él respondió: a lo mejor quieren decir muchas cosas, pero él no pretendía decir algo en particular. Me identifico con eso plenamente", añadió.
"Me gusta abrir puertas sin saber a dónde voy a entrar. Cuestionarme, no repetirme. Durante los cuatro años que pasaron desde 'El custodio' me estuve preguntando qué tipo de director quería ser y hasta se me insinuó que por negocio debía hacer una suerte de Custodio dos. Pues bien, 'Un mundo misterioso' refleja exactamente el tipo de director que quiero ser", aclaró.
Por su parte el actor Esteban Bigliardi dijo que, en el momento de interpretar el papel de Boris se dio cuenta de que "cuando a uno le ocurre algo como una ruptura amorosa eso puede ser más importante que la noticia del día, lo que le está pasando a uno adquiere un valor más grande que las noticias en la televisión".
El productor argentino de "Un mundo misterioso", Hernán Musaluppi, dijo que "en nuestra empresa productora Rizoma hemos encontrado la manera de hacer las películas que nos gustan sin estar pensando en la rentabilidad. Hacemos películas de calidad a bajo costo, y esa es una de las particularidades del cine argentino actual".
Musaluppi reveló que este filme había costado 600.000 euros (800.000 dólares). "Nuestro punto de equilibrio para recobrar el dinero invertido es cero espectadores. Esa libertad es lo que nos interesa, no depender de las entradas de la gente al cine", afirmó.
Por su parte el co-productor alemán Benny Drechsel explicó el interés de su compañía por el proyecto de Rodrigo Moreno "gracias al guión, cuando lo leímos nos convenció esa posibilidad de contar una historia de amor que se observa desde el punto de vista de una sola persona".