RAMALA, Joseph Krauss, (AFP) - Este proyecto israelí es "evidentemente perjudicial" para el proceso de paz, declaró el primer ministro palestino Salam Fayad antes de reunirse con Biden, que también mantendrá un encuentro con el presidente Mahmud Abas.
"No cabe ninguna duda de que este gesto (israelí) socava la confianza en la perspectiva de un proceso político", añadió Fayad.
El ministerio del Interior israelí aprobó el martes la construcción de 1.600 nuevas viviendas en Ramat Shlomo, un barrio de colonización habitado por judíos ultraortodoxos en un sector árabe de Jerusalén anexionado por Israel. La comunidad internacional no reconoce esta anexión.
La decisión israelí provocó el descontento de Estados Unidos y exasperó a los palestinos.
"Este anuncio, su proporción y su calendario son precisamente el tipo de medidas que socavan la confianza necesaria ahora" para el diálogo israelo-palestino, afirmó el martes por la noche Biden en un comunicado que alza el tono.
Además manifestó su descontento llegando con más de una hora de retraso a una cena ofrecida el martes por el primer ministro Benjamin Netanyahu.
En la ONU, el secretario general Ban Ki-moon reiteró que las colonias eran "ilegales" a los ojos de la ley internacional, mientras los Estados árabes prometieron "una respuesta clara" a la colonización en Jerusalén Este, durante una reunión este miércoles por la noche en El Cairo.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, condenó el miércoles la decisión de Israel de autorizar la construcción de nuevos asentamientos en Jerusalén Este, al día siguiente de que Estados Unidos expresara sus críticas en el mismo sentido.
"Me uno al vicepresidente (estadounidense Joe) Biden para condenar la decisión de construir 1.600 nuevos hogares en Jerusalén Este", declaró Ashton en el Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia).
Jerusalén Este fue anexionado por Israel en 1967, algo que la comunidad internacional jamás ha reconocido.
Ashton tiene previsto viajar el próximo 17 de marzo a Oriente Medio y visitar inclusive la franja de Gaza, un desplazamiento que el Estado hebreo autorizó el lunes de forma excepcional.
"Queremos ver estas declaraciones, en particular las estadounidenses, traducirse en hechos para obligar a Israel a detener las actividades de colonización en Jerusalén y en los territorios palestinos ocupados", declaró a la AFP el principal negociador palestino Saeb Erakat.
Después de meses de esfuerzos diplomáticos y de idas y venidas de su enviado especial para Oriente Medio George Mitchell, Estados Unidos logró lanzar negociaciones indirectas entre israelíes y palestinos para reactivar el proceso de paz bloqueado desde finales de 2008.
Los palestinos, que aceptaron sin entusiasmo este diálogo indirecto, siguen reclamando una congelación total de la colonización judía antes de volver a la mesa de negociaciones directas.
Pero Netanyahu rechaza cualquier condición previa y ofreció una moratoria limitada y temporal de 10 meses en la colonización en Cisjordania, con la excepción de Jerusalén Este.
En cuanto a la crisis israelo-estadounidense, el primer ministro prefiere no hacer comentarios. "No habrá ningún comunicado sobre este asunto", aseguró a la AFP su portavoz, Mark Regev.
Sin embargo algunos miembros de la coalición gubernamental parecen algo disgustados con el asunto.
El ministro de Defensa israelí, el laborista Ehud Barak, denunció "un anuncio superfluo (del proyecto de colonización) que perturba las negociaciones de paz con los palestinos, negociaciones de altísimo interés para Israel".
"Es realmente embarazoso, y debemos presentar disculpas por esta falta grave", comentó su colega laborista Yitzhak Herzog, ministro de Salud.
Los medios de comunicación israelíes acusan a Netanyahu y a su gobierno de "arruinar" las relaciones cruciales con el aliado estadounidense.