Con Washington negociando con el nuevo gobierno de Teherán el programa nuclear de ese país, Biden busca presionar para una pausa en los esfuerzos del Congreso para aprobar sanciones aún más estrictas, para permitir que las conversaciones progresen.

"Nadie está sugiriendo una suspensión indefinida de nuevas sanciones, y puede llegar un momento en que sean necesarias esas nuevas sanciones", dijo la oficina de Biden en un comunicado tras la reunión que él, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el secretario del Tesoro, Jacob Lew, mantuvieron a puertas cerradas con el líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, y otros demócratas.

"Al mismo tiempo, es importante que el Congreso se reserve su capacidad de legislar en el momento en que sea más efectivo con el fin de dar a las actuales negociaciones P5+1 la mejor oportunidad de lograr un progreso real en nuestro objetivo común de evitar que Irán obtenga un arma nuclear".

La Casa Blanca quiere evitar una disputa con el Congreso sobre este sensible asunto diplomático, pero muchos republicanos -y algunos demócratas de alto nivel- son escépticos respecto a la voluntad de Barack Obama de postergar nuevas sanciones.

"Vamos a ver qué bases hay para esto", dijo el senador Robert Menéndez a la AFP antes de que él y otros miembros de la comisión de Banca, que está considerando una legislación contra la industria petrolera de Irán, se reunieran con Kerry y Lew.