Bloqueo en Túnez el día en que debe elegir al próximo primer ministro

AFP (Agencia France-Presse)

TÚNEZ. - La oposición y los islamistas, en el poder en Túnez, continuaban el sábado las negociaciones para designar al futuro primer ministro independiente, quien deberá sacar al país de una crisis política alimentada por la violencia yihadista.

El sindicato UGTT, principal mediador en la crisis, dijo en la noche del viernes que se había decidido crear una nueva comisión para intentar desempatar entre los candidatos en liza. Esta comisión se reunió un poco antes de las 10H00 (09H00 GMT) y debe tomar una decisión a lo largo de la jornada.

Según representantes de los partidos políticos citados por los medios tunecinos, hay dos candidatos en situación de empate: Mohamed Ennaceur, de 79 años, y Ahmed Mestiri, de 88 años, dos veteranos de la política que fueron ministros con el primer presidente y padre de la independencia, Habib Bourguiba.

El partido islamista Ennahda y su aliado laico de izquierda, Ettakatol, apoyan a Mestiri, mientras que el grueso de la oposición se pone del lado de Ennaceur, explica la prensa.

El "diálogo nacional" iniciado hace una semana debe elegir al sucesor del primer ministro, el islamista Alí Larayedh, y conducir a Túnez a unas elecciones.

No obstante, Larayedh condicionó su salida del poder a la aplicación estricta del calendario de negociaciones, que incluye la entrada en vigor de una legislación y de un calendario electoral, así como el impulso a la adopción de una Constitución, en proceso de redacción desde hace dos años.

Retraso para la comisión electoral

El calendario de negociaciones va con retraso también en la elección de los miembros de la comisión electoral por parte de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), prevista para este sábado y que debió ser aplazada, ya que los miembros no podrán ser elegidos hasta que no exista esta entidad.

El "diálogo nacional" busca sacar a Túnez del punto muerto en el que se encuentra desde el asesinato, el 25 de julio, del diputado de oposición Mohamed Brahmi, atribuido al movimiento yihadista.

Las negociaciones comenzaron el 25 de octubre, después de que Ennahda prometiera entregar el poder a los independientes y permitir la vuelta al hemiciclo de los sesenta diputados de oposición que boicotean la ANC desde hace tres meses.

Pero paralelamente se han multiplicado los enfrentamientos en los que participan grupos armados. Solo en el mes de octubre, nueve gendarmes y policías murieron en enfrentamientos, y el pasado miércoles hubo dos ataques contra lugares turísticos, algo inédito desde la revolución de enero de 2011.

Estos ataques no han sido reivindicados, pero el gobierno los atribuye a grupos relacionados con el movimiento salafista Ansar Ashariaa, al que se vincula con Al Qaida.

La oposición acusa a los islamistas de Ennahda de haber permitido con su laxismo el desarrollo de estos grupos armados y el aumento de la violencia.

La incertidumbre política y el desarrollo yihadista continúan hundiendo a la economía tunecina, cuya mala salud fue una de las causas de la revolución de 2011.

Los islamistas se han debilitado considerablemente desde su llegada al poder, en octubre de 2011, por la multiplicación de las crisis políticas, los asesinatos de dos opositores, los enfrentamientos con los yihadistas y las polémicas sobre sus supuestos intentos de "islamizar" la sociedad tunecina.



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