Boris Johnson critica a May y pide salvar el "Brexit"
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Londres. - El ex ministro de Exteriores británico Boris Johnson criticó hoy duramente a la primera ministra, Theresa May, por su nueva línea en la negociación de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) y pidió al Gobierno "salvar el 'Brexit'".
"Hemos quemado nuestro capital negociador", dijo Johnson en su discurso de dimisión ante el Parlamento británico.
El político conservador renunció a su cargo la semana pasada en protesta por la intención de May de mantener al país en la unión aduanera y en el mercado común europeo tras su salida de la UE, lo que se conoce como "Brexit" blando. También dimitió el ministro para el "Brexit", David Davis, sumiendo al Gobierno en una crisis.
Según Johnson, el nuevo plan de May deja al Reino Unido "medio dentro y medio fuera" de la UE. "No es demasiado tarde para salvar el 'Brexit'. Tenemos tiempo en estas negociaciones", dijo.
Johnson lamentó que el Gobierno británico no intentase defender la negociación de un acuerdo de libre comercio como el que sugirió la propia May en un discurso a principios de este año. "Tenemos que intentarlo ahora, porque no tendremos otra oportunidad de hacerlo bien", advirtió.
A pesar de las críticas, el ex ministro agradeció a May su "valentía y resistencia" y alabó la visión de un "Reino Unido global" post-"Brexit" en la que trabajó con ella y que se presentó en enero.
"Entonces creía que era la visión correcta, y lo sigo creyendo", afirmó. "Pero en los 18 meses que siguieron es como si hubiera descendido una niebla de baja autoestima", añadió. Johnson instó a May a recuperar esa visión, pues cree que así conseguirá un "buen 'Brexit' para el Reino Unido" que unirá el partido, el Parlamento y el país.
Desde la dimisión de Johnson y Davis, May hizo concesiones a los miembros de su partido defensores de un "Brexit" duro, es decir, de una salida de la UE que implique también abandonar la unión aduanera y el mercado común del bloque europeo, formado actualmente por 28 países.
El lunes aceptó enmiendas del diputado ultraconservador Jacob Rees-Mogg sobre la ley de aduanas. Y el martes, se libró por poco de una derrota en el Parlamento ante los diputados más europeístas de su partido, que con ayuda de la oposición, intentaron obligar al Gobierno a negociar con la UE una unión aduanera si en enero no se ha conseguido un acuerdo comercial con Bruselas.
May mantendrá hoy otra delicada reunión con los 316 diputados conservadores del Parlamento. Según algunos medios, algunos de los conservadores más euroescépticos han pedido que se someta a May a una cuestión de confianza. Si así lo piden 48 parlamentarios, tendrá que realizarse.
La mandararia está sometida a una enorme presión por parte de todos los bandos políticos. Tras las elecciones adelantadas celebradas el año pasado, la premier gobierna con una exigua mayoría y busca mantener el equilibrio entre los partidarios de una clara ruptura con Bruselas y aquellos miembros de su partido que abogan por una estrecha relación futura con la UE.
Está previsto que el Reino Unido salga de la UE como tarde el 29 de marzo de 2019.
El político conservador renunció a su cargo la semana pasada en protesta por la intención de May de mantener al país en la unión aduanera y en el mercado común europeo tras su salida de la UE, lo que se conoce como "Brexit" blando. También dimitió el ministro para el "Brexit", David Davis, sumiendo al Gobierno en una crisis.
Según Johnson, el nuevo plan de May deja al Reino Unido "medio dentro y medio fuera" de la UE. "No es demasiado tarde para salvar el 'Brexit'. Tenemos tiempo en estas negociaciones", dijo.
Johnson lamentó que el Gobierno británico no intentase defender la negociación de un acuerdo de libre comercio como el que sugirió la propia May en un discurso a principios de este año. "Tenemos que intentarlo ahora, porque no tendremos otra oportunidad de hacerlo bien", advirtió.
A pesar de las críticas, el ex ministro agradeció a May su "valentía y resistencia" y alabó la visión de un "Reino Unido global" post-"Brexit" en la que trabajó con ella y que se presentó en enero.
"Entonces creía que era la visión correcta, y lo sigo creyendo", afirmó. "Pero en los 18 meses que siguieron es como si hubiera descendido una niebla de baja autoestima", añadió. Johnson instó a May a recuperar esa visión, pues cree que así conseguirá un "buen 'Brexit' para el Reino Unido" que unirá el partido, el Parlamento y el país.
Desde la dimisión de Johnson y Davis, May hizo concesiones a los miembros de su partido defensores de un "Brexit" duro, es decir, de una salida de la UE que implique también abandonar la unión aduanera y el mercado común del bloque europeo, formado actualmente por 28 países.
El lunes aceptó enmiendas del diputado ultraconservador Jacob Rees-Mogg sobre la ley de aduanas. Y el martes, se libró por poco de una derrota en el Parlamento ante los diputados más europeístas de su partido, que con ayuda de la oposición, intentaron obligar al Gobierno a negociar con la UE una unión aduanera si en enero no se ha conseguido un acuerdo comercial con Bruselas.
May mantendrá hoy otra delicada reunión con los 316 diputados conservadores del Parlamento. Según algunos medios, algunos de los conservadores más euroescépticos han pedido que se someta a May a una cuestión de confianza. Si así lo piden 48 parlamentarios, tendrá que realizarse.
La mandararia está sometida a una enorme presión por parte de todos los bandos políticos. Tras las elecciones adelantadas celebradas el año pasado, la premier gobierna con una exigua mayoría y busca mantener el equilibrio entre los partidarios de una clara ruptura con Bruselas y aquellos miembros de su partido que abogan por una estrecha relación futura con la UE.
Está previsto que el Reino Unido salga de la UE como tarde el 29 de marzo de 2019.