Brasil celebra una de las mayores fiestas deportivas indígenas del mundo
AFP (Agencia France-Presse)
BRASILIA. - El "huka-huka" o lucha cuerpo a cuerpo, la natación a río traviesa, el arco y flecha o una suerte de fútbol que se juega sólo con la cabeza son algunas de las disciplinas de los Juegos de Pueblos Indígenas, que reúnen desde este sábado en Brasil a 1.400 atletas.
Indígenas Xingu, practicando la lucha Huka Huka.
Inauguradas por primera vez en 1996, las competiciones se llevarán a cabo hasta el 12 de noviembre en Porto Nacional, en el estado de Tocantins (centro-oeste), en el corazón de Brasil.
Los juegos, en modalidades masculina y femenina, reúnen 10 disciplinas tradicionales de los aborígenes brasileños y algunas occidentales.
La prueba reina es el "huka-huka" o lucha cuerpo a cuerpo, que a diferencia de la olímpica no tiene jueces y termina cuando uno de los oponentes tumba o levanta del suelo a su adversario. El vencedor celebra con los brazos abiertos danzando como ave.
También está el "xikunahity", una especie de fútbol que se practica sólo con la cabeza. Los equipos de ocho jugadores se distribuyen en una cancha de tierra, y deben evitar que la pelota de látex toque el suelo sin emplear otra parte del cuerpo.
El espectáculo se asemeja al de los jugadores de balompié cuando anotan de "palomita".
"En estos juegos no hay un pueblo campeón porque todos celebran. No hay una tabla de posiciones. Los vencedores reciben una medalla elaborada por un artista indígena con un material de la selva", explicó a la AFP Marcos Terena, director del comité organizador.
La natación se disputa a río traviesa sin un estilo en particular. También se practica el tiro con arco y flecha, las carreras de velocidad y el 'cabo de guerra', una prueba de fuerza en que dos equipos se cogen y se empuñan entre sí tratando de arrastrarse hacia una línea trazada en el suelo.
Una de las disciplinas que despierta más entusiasmo es la "carrera con tora", un tronco hueco de gran tamaño que es llevado por los atletas de un punto a otro.
"La fuerza y la velocidad son consideradas desde siempre virtudes de un buen indígena amazónico, y eso se destaca en estos juegos", señaló Terena.
Los organizadores de los Juegos esperan convertirlos muy pronto, con apoyo del gobierno, en un certamen internacional con invitados de América Latina, África y Asia.
"Creamos este concepto de juegos indígenas para rescatar la idea de que unas olimpíadas deben ser celebración antes que competición, y porque queremos preservar nuestras prácticas deportivas", dijo Terena.
"Tenemos el desafío de valorizar estos eventos no solamente como práctica deportiva, sino cultural y social", afirmó el ministro de Deportes, Aldo Rebelo, confirmando el apoyo oficial para organizar dentro de poco unos juegos mundiales indígenas.
Según el ministerio de Deportes, el gobierno de Dilma Rousseff aportó 1,3 millones de reales (unos 740.000 dólares) para la organización de la mayor fiesta deportiva indígena de Brasil, que reúne a los atletas y miembros de 39 comunidades.
Una cifra casi insignificante frente a los miles de millones de dólares que invertirá Brasil para acoger el Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
Los indígenas que tomarán parte de esta décimo primera edición de los juegos están concentrados en 'ocas', una suerte de villa olímpica donde se entrenan bajo la misma disciplina de unos juegos profesionales, sin consumir bebidas alcohólicas o brebajes que aumenten el rendimiento físico, afirmó Terena.
Cuando terminen las justas "ningún pueblo se proclamará vencedor, todos danzarán", agregó.