Brasil festeja el centenario de Luiz Gonzaga, "el rey del Baiao"
AFP (Agencia France-Presse)
RÍO DE JANEIRO. - Brasil celebra este jueves el centenario del nacimiento del prodigio del acordeón Luiz Gonzaga, "el rey del Baiao", cuyas canciones con este ritmo pegadizo forjaron la imagen del nordestino pobre en la cultura brasileña.
Luiz Gonzaga
El clímax de los festejos será un concierto la noche del jueves en Exu, el pueblo natal de Gonzaga en el estado de Pernambuco (noreste), con Gilberto Gil y Dominguinhos, dos cantautores a los que inspiró.
Nacido en una familia de campesinos el 13 de diciembre de 1912, Luiz Gonzaga se interesó muy temprano por el acordeón de su padre, que acompañaba con el tambor en las fiestas de su pueblo.
En sus canciones, Gonzaga retrata la vida cotidiana de la región, una de las más pobres de Brasil. Gonzaga se convirtió de esta manera en símbolo de una comunidad de inmigrantes obligados a huir de la miseria hacia el sur industrializado, en busca de empleo, y con nostalgia de su tierra natal.
El niño pobre y trabajador metalúrgico que se convirtió en presidente de Brasil (2003-2010), Luiz Inacio Lula da Silva, es el más célebre de estos emigrantes de Pernambuco.
La canción emblemática de su carrera, "Asa Branca" (Ala Blanca, en alusión a un ave blanca), compuesta en 1947, es considerada "el himno del nordeste". Evoca la sequía que afecta regularmente al 'sertao', la zona semiárida de Brasil, que obliga a sus habitantes, incluso a los pájaros, a abandonarla.
Ritmos despreciados
Gonzaga se presentaba en escena con el sombrero de cuero característico de los "cangaceiros", los bandidos que recorrían el 'sertao' a finales del siglo XIX e inicios del XX, generosos con los pobres, pero también extremadamente crueles con sus enemigos.
De cara redonda y enorme sonrisa que le valieron el sobrenombre de "cara de luna", Gonzaga quería "representar la estética del habitante del 'sertao', ser un cangaceiro musical·, declaró a la televisora Globo el periodista Carlos Marcelo Carvalho que acaba de lanzar un libro sobre la historia del "forró", los ritmos nordestinos.
Durante mucho tiempo despreciados por las clases más ricas urbanas, los ritmos como el 'baiao', lanzado por Gonzaga en los años 40 y que se toca con el acordeón, acompañado por el triángulo y el zabumba (tambor), están actualmente muy de moda.
Gonzaga dio varios conciertos en todo el país hasta que murió en 1989, a los 76 años.
A los 17 años, se enamoró de la hija de un rico campesino de Exu que cortó el romance porque Gonzaga era "un mulato sin futuro". Gonzaga huyó del pueblo tras amenazar al campesino con un cuchillo y entró en 1930 en el ejército. Luego confesaría que nunca disparó un tiro.
Viajó a través de Brasil durante nueve años antes de instalarse en Rio de Janeiro en 1939, donde actuaba en bailes populares de barrios pobres.
Gonzaga devino estéril a raíz de las numerosas enfermedades venéreas que contrajo en esta época.
Comenzó a tocar las músicas de moda (boleros, valses, tangos) antes de especializarse en los ritmos nordestinos.
Recién regresó a su pueblo, Exu, 16 años más tarde, ya famoso, tras haber reconocido como hijo a Luiz Gonzaga Junior, "Gonzaguinha", nacido cuando tenía una relación con la cantante Odelia Guedes. Padre e hijo tuvieron una relación complicada, pero en 1980 ambos hicieron una exitosa gira juntos.
Gonzaga accedió a la fama gracias a la radio, y tuvo un enorme éxito hasta los años 50, cuando la Bossa Nova comenzó a eclipsar los otros estilos musicales.
En los años 70, su carrera resurgió: artistas como Gilberto Gil y Caetano Veloso adaptaron sus canciones.
En 1948 se casó con Helena Cavalcanti, con quien adoptó a su hija Rosa Maria, y tras separarse encontró en 1968 a su último amor, Edelzuita Rabelo.